“Miren lo que estoy haciendo. Qué mal que me comporto. Ahí está mi chaleco. Aquella puerta es de la oficina del subcomisario… y yo acá”. Esas era las palabras que rezaba Miguel Ángel Sosa, de 37 años, mientras se ufanaba de sus funciones como personal policial de un destacamento de La Matanza. Hasta ahí, una descripción normal, salvo que el protagonista que habla no era policía.
En la noche del domingo, el programa “PPT”, en Canal 13, hizo público un escándalo dentro de la Policía Bonaerense, al desenmascarar a este falso efectivo, que aparentemente habría cumplido funciones en la fuerza de seguridad de la provincia, sin siquiera haber realizado los estudios necesarios.
El caso provocó que representantes del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires actuaran con celeridad sobre el caso y, después de dar inicio a una investigación de Asuntos Internos, se determinara el desplazamiento de la fuerza de tres hombres de jerarquía de uno de los destacamentos.
Según pudo averiguar Infobae, las autoridades de seguridad provinciales determinaron el apartamiento de un Subcomisario, un oficial subinspector y un Teniente 1º del destacamento de José Ingenieros, mientras se dio inicio a un exhaustivo análisis para determinar si efectivamente Sosa cumplía funciones policiales sin siquiera pertenecer a las fuerzas. Las identidades de los jefes desplazados no fueron reveladas.
El caso fue denunciado por una agrupación de vecinos llamada Foro Vecinal de Villa Madero y, al parecer, la polémica situación de Sosa era un secreto a voces desde hace tiempo en la zona.
Durante el informe televisivo, a Sosa se lo pudo ver dentro de varios patrulleros y ejerciendo como seguridad de carga y descarga de mercadería en locales comerciales de José Ingenieros.
Incluso, en el final del reportaje, el programa lo intercepta al propio Sosa en una parada de colectivo. Sorprendido, el falso policía dijo llamarse “Rafael Cardozo” y se negó a brindar su número de legajo.
De acuerdo al informe comercial, Sosa no registra ningún tipo de relación de dependencia en el ANSES ni aportes patronales en la AFIP.
Precisamente, a raíz del destape del caso y por orden del Dr. Fernando López, de la UFI de Violencia Institucional de La Matanza, efectivos de la Policía Bonaerense realizaron un allanamiento en el domicilio fiscal de Sosa, ubicado en la calle Esquiro, en Isidro Casanova.
Allí, no se encontraba el falso policía, pero sí estaban presentes familiares, quienes presentaron un Certificado de Discapacidad con fecha de 6 de abril de 1999 a nombre de Miguel Ángel Sosa.
Además, los propios familiares indicaron que este hombre de 37 años se vestía de policía en ocasiones reiteradas desde hace más de un año. La familia indicó que llegaron a quemarles las indumentarias policiales que joven tenía, pero que, sin saber cómo, el propio Sosa lograba conseguir nuevo material para equiparse.
Asimismo, los efectivos policiales lograron secuestrar diversos artículos de uniforme y material policial dentro del domicilio. Quizás, uno de los puntos clave del allanamiento es que se secuestró una réplica de plástico de un arma de fuego y no se encontró ningún arma real dentro del domicilio.
Además, la policía allanó un pantalón antidesgarro negro con inscripción PFA similar al de las fuerzas de seguridad públicas, un pantalón azul oscuro, una campera garibaldina antidesgarro azul oscuro, un chaleco antibalas con portafunda escudo de la Policía Bonaerense con abrojo, placas antibalas marca U.S ARMOR serial Nro. 910305 modelo USA3A-7 lote 22699, un Handy marca BAOFENG sin número de serie y sin batería, un cargador de handy marca BAOFENG modelo CH-5, una campera garibaldina azul, con escudo de esta Policía plateado; una campera garibaldina o chaqueta americana azul marca Daniel A. Benítez Indumentaria, un par de borcegos negro marca HUBERT talle 42 y dos cinturones tácticos o correajes negro.
Según pudo averiguar Infobae, la investigación corre por tres posibles carriles de ahora en más. Lo primero que se analizará es si efectivamente Miguel Ángel Sosa cumplía funciones de seguridad durante la carga y descarga de mercadería en La Matanza.
Otra hipótesis radica en la posibilidad de que Sosa pudo haber sido utilizado por autoridades del destacamento de José Ingenieros para cobrar coimas a los comerciantes de la zona.
Y la tercera vía de análisis se enfoca en la teoría de que Sosa pudo haber sido “plantado” dentro del destacamento por algún “rival” de los tres jefes desplazados para así incriminarlos ante Asuntos Internos.
Mientras los videos de Sosa en los que el falso efectivo se vanagloriaba dentro de un patrullero o de una comisaría todavía circulan en las redes sociales, la UFI de La Matanza todavía no dictó una orden de detención. Por el momento, la Justicia determinó que el falso policía permanezca en libertad.
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