El 22 de julio de este año, Laura Beatriz Herrera fue detenida en Villa Fiorito, acusada de asesinar a Sergio Pavón, su ex pareja. La crónica policial de aquel día relató que la mujer de 25 años mató al hombre de 47 de una puñalada en la pierna. La lesión afectó la arteria femoral y resultó mortal.
Este jueves a la mañana, la Justicia determinó la absolución de Herrera tras considerar que actuó en legítima defensa, estableciendo como punto principal que la mujer sufría episodios de violencia de género y que aquel ataque fue para defenderse de Pavón.
La Sala I de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de Lomás de Zamora revocó la prisión domiciliaria dictada por el juez Gabriel Vitale, titular del Juzgado de Garantías N° 8 de Lomas de Zamora, y resolvió “la inmediata libertad de Laura Herrera, la que se hará efectiva a través del juzgado de origen”.
Tras la detención, Herrera relató los antecedentes de violencia física y psicológica que sufría por parte de Pavón. Es por eso que, a través de su abogada Raquel Hermida Leyenda, solicitó la prisión domiciliaria (posteriormente concedida) debido a que es madre de Benjamín, un nene de 6 años que es hipoacúsico, diagnosticado con TGD y epiléptico, quien depende ella para su tratamiento crónico.
El caso fue abordado por la Red de Autocuidados Feministas. A partir de la intervención de la letrada se tuvo en cuenta la versión de Herrera sobre lo ocurrido, lográndose en pocos días que se le otorgara el arresto domiciliario.
Aquella madrugada, Herrera fue hasta la casa de su ex pareja, ubicada en la calle La Haya al 600, para pedirle un calefactor y unas mantas que éste le había quitado previamente. Dentro de la vivienda comenzaron a discutir. Pavón, en la cocina la tomó del cuello y la apretó contra la mesada. Allí la mujer encontró un cuchillo con el cual intentó defenderse para escapar del lugar.
“Debe tenerse en cuenta que esa noche sus movimientos fueron captados por la cámara de seguridad existente en el domicilio de la víctima y coinciden con el relato que efectuó Herrera sobre el particular. Asimismo, no puede soslayarse que el escenario que encontraron los funcionarios policiales que acudieron al lugar, se condice con la explicación que dio la imputada", explican los jueces Miguel María Alberdi, Miguel Carlos Navascués y Paula Lorena Pellegrino.
En el falló se remarcó la certificación de la posición en la que Herrera dijo hallarse cuando le asestó una puñalada a Pavón: “Él me tenía ahorcándome con el antebrazo apoyada contra la mesada cerca de la cocina”. Los jueces indicaron: “Resulta verosímil si se repara en la zona donde el damnificado recibió el puntazo que determinó su óbito. Es decir, resulta verosímil que Herrera, encontrándose inmovilizada de cara a la mesada -por acción de la víctima que se encontraba detrás de ella ejerciendo presión sobre su cuello con el antebrazo-, haya direccionado el cuchillo hacia atrás, sin ver donde asestaría finalmente la puñalada fatal”.
“Entonces, considerando que el relato de la imputada resulta claro, lineal, preciso, sin fisuras y que además encuentra correlato con otras constancias de la causa como se vio anteriormente, es posible afirmar -con el grado de probabilidad que esta etapa requiere- que Laura Beatriz Herrera en el momento del hecho estaba siendo víctima de una agresión ilegítima, precedida de una discusión que venía de horas atrás y se defendió con el único medio que tenía a su alcance”, continuaron.
La investigación del hecho había recaído en la Unidad Funcional de Instrucción Nº 16 Temática de Violencia de Género y Familia de Lomas de Zamora. Marcela Juan, su titular, dispuso la detención de la joven acusada del delito de “homicidio calificado por el vínculo”.
Los jueces fueron determinantes: “La conducta de Herrera no sería antijurídica y por ende, no está acreditada la existencia del delito que se le atribuye”.
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