Con un mediodía de lunes ardiente por el calor y el sol que agobiaba a la ciudad de San Jorge, a unos 150 kilómetros de Santa Fe Capital, Florencia Gómez Pouilastrou decidió salir a hacer una caminata antes de encontrarse con una amiga que la esperaba para compartir la tarde. La referente y militante por los derechos de la mujer sólo pudo caminar unos pocos minutos y nunca llegó a encontrarse con su amiga. Cuando pasaba por una zona de descampados, circuito habitual para hacer ejercicio en esa zona, alguien la interceptó, la golpeó con un objeto contundente en la cabeza y la dejó inconsciente, luego la arrastró hasta unos árboles para violarla y rematarla a golpes en el cráneo con una piedra hasta asesinarla. Por el femicidio de la mujer de 35 años no hay detenidos ni sospechosos y la justicia no tiene una hipótesis firme de lo que pudo haber pasado.
“Realmente el fiscal está desconcertado. Luego de cuatro días no se está buscando a nadie. Lo que se pudo lograr es una reconstrucción parcial de lo que pudo pasar en base a las pericias en el lugar y a la autopsia, que fue muy contundente al señalar cómo murió”, deslizan en los tribunales santafesinos.
En su casa en la calle 13 de diciembre, a pocas cuadras de donde fue asesinada, Florencia había dejado a sus hijos de 3 y 5 años al cuidado de su ex marido, el concejal Lisandro Schiozzi. En un primer momento las sospechas de la investigación recayeron en él y se le secuestró el celular pero la hipótesis empezó a perder fuerza a medida que fueron pasando las horas.
Uno de los elementos que hizo que el fiscal mire con dudas al marido de Florencia es la celeridad con la que comenzó a buscarla. Es que a las pocas horas de que Florencia salió de la casa que aún compartían a pesar de estar separados, el hombre comenzó a llamarla para intentar ubicarla. “Al principio eso me generó sospechas pero luego pudimos comprobar que la amiga con la que se tenía que encontrar fue la que se preocupó porque no llegaba y llamó al marido, por eso él también empezó a rastrearla tan rápido. Cabe aclarar que el hombre siempre prestó colaboración y nos dio el celular apenas se lo pedimos”, declaró una fuente de la fiscalía.
Según la reconstrucción del fiscal Carlos Zoppegni, Florencia salió de su casa entre las 13.30 y las 13.45. Caminó por la Avenida Nottebohn, cruzó la ruta 13 y continuó unas diez cuadras hasta el lugar donde fue atacada. En el lugar del crimen no hay cámaras de seguridad pero la justicia analiza una serie de imágenes de cámaras privadas ubicadas a algunas metros para determinar si el sospechoso escapó para ese lado. En una de esas filmaciones se ve a Florencia caminando. Estaba sola.
La autopsia, que llegó al escritorio del fiscal en la jornada de ayer, reveló que la víctima recibió golpes de puño además de los que sufrió en el cráneo y la nuca con una piedra. Si bien aún no está la confirmación de laboratorio sobre el material genético encontrado sobre el cuerpo de la víctima, como estaba con la ropa interior baja se cree que fue abusada sexualmente cuando permanecía inconsciente. Luego de eso el homicida tomó la piedra y la remató a golpes.
La piedra que habría utilizado el asesino apareció cerca del lugar, ensangrentada. La encontraron los oficiales que rastrillaron el la zona luego de la aparición del cuerpo, reportada por un grupo de chicos que jugaban por el lugar.
Cuando los detectives del caso se refieren al asesino, hablan en singular. Creen que actuó una sola persona y se basan en las marcas de arrastre que van desde el camino donde pasaba Florencia hasta unos árboles que se encuentran a unos dos metros. “Si hubiesen sido más personas la habrían levantado en lugar de arrastrarla. Eso nos lo indica las marcas de arrastre en el terreno. También entendemos qué hay una sola escena del crimen que es esa. No es que la mataron en otro lugar y la tiraron acá. Sucedió todo ahí”, dice una fuente que caminó el terreno al momento del hallazgo del cadáver.
El cuerpo de la víctima no presentaba signos de defensa. En el análisis del cuerpo no apareció ningún rastro defensivo por lo que ante esto se abren dos hipótesis: que haya sido sorprendida con un golpe de atrás que la dejó inconsciente o que el atacante era un conocido y utilizó la confianza de la víctima para sorprenderla. Desde la fiscalía no descartan ninguna de las dos opciones.
Mientras la investigación sigue su lento curso, tanto en Santa Fe capital como en Rosario se realizaron distintas marchas pidiendo justicia por Florencia que era una férrea militante del partido comunista y de los derechos de las mujeres. En su Facebook se pueden leer decenas de posteos sobre la implementación de la Ley Micaela por la que luchaba y también consignas referidas al “Ni una menos”. Su foto de perfil en las redes lleva una frase a favor de la despenalización del aborto y otra consigna que reza “nací para ser libre, no asesinada”.
El trabajo de investigación de la justicia continuará con más testimonios de vecinos de la zona. En las últimas horas el fiscal ordenó rastrillar la zona del descampado pero los resultados fueron negativos. Se encontró una especie de tapera donde se creyó que el asesino pudo haberse escondido peo fue descartado.
Ese lunes Florencia se iba a encontrar con su amiga a las 16 y le había dicho a su ex que regresaba a su casa a las 19.30 para reencontrarse con sus hijos. Nada de eso ocurrió, alguien se interpuso en su camino, alguien decidió violarla y asesinarla a plena luz del día. Alguien que la justicia, por el momento, desconoce.
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