Los investigadores a cargo del caso por el crimen del colectivero Pablo Flores ocurrido hace dos semanas en La Matanza conocieron el resultado del cotejo balístico realizado sobre la pistola Taurus calibre .45 hallada en la casa del único detenido por el asesinato. El análisis confirmó que fue esa el arma con la que mataron a Flores de tres disparos en el rostro. Así la situación del principal sospechoso se complica cada vez más.
Además, según confirmaron fuentes judiciales a Infobae, las vainas servidas secuestradas en la escena del crimen coinciden con el proyectil alojado en el cuerpo de Flores y con el otro que se halló dentro del colectivo.
De este modo, el fiscal a cargo de la investigación, Federico Medone, comenzó a desentrañar el homicidio. El 6 de octubre pasado, la Policía allanó el domicilio de Néstor Fabián Marone, de 55 años, y además de arrestarlo, junto a otro hombre que no estaría relacionado al crimen de Flores, secuestró el arma homicida y Marone quedó apuntado como el principal sospechoso. También, los investigadores hallaron una pistola Bersa calibre 380 que, hasta el momento, tampoco tendría vinculación con el asesinato del colectivero.
Marone, por su parte, es un viejo conocido para la Justicia. El hombre carga con un importante prontuario de delitos. Según relataron los investigadores, purgó una condena de cinco años por robo. Incluso, él mismo les reveló a los policías que lo fueron a detener otro antecedente pesado. “Estuve 19 años preso por un homicidio”, gritó mientras le colocaban las esposas.
Tras su detención, Marone fue citado a declarar en sede judicial, pero en esa oportunidad se negó a hacerlo. Con las nuevas pruebas en su poder, el fiscal Medone aguarda ahora que el hombre declare lo que sabe.
Por estas horas, los investigadores, según pudo saber Infobae, aún evalúan distintas hipótesis sobre lo ocurrido: la versión que más peso va cobrando es que a Morone alguien lo contrató para que concretara el crimen. Lo que todavía se estudia es si el destinatario original de esas balas era Flores o los presuntos sicarios cometieron un error y se equivocaron de víctima. Hasta ahora, Medone aguarda una nueva declaración del principal imputado para determinar lo sucedido.
Flores, que tenía 28 años y era padre de dos hijas, fue acribillado en plena recorrida por la localidad de Virrey del Pino. El crimen ocurrió cerca de las 22 del jueves 1 de octubre, cuando arribaba a una parada en las calles Río Orinoco e Israel, en el barrio San Javier y a la altura del kilómetro 38 de la Ruta 3. Allí desconocidos que se movilizaban a bordo de un Peugeot 504 blanco le dispararon desde el costado izquierdo de la unidad a través de la ventanilla, sin mediar palabra.
La víctima recibió tres impactos de bala en su rostro. Perdió la vida en el acto y el colectivo terminó chocando contra un árbol. Los homicidas, mientras, escaparon a toda velocidad. Un testigo del hecho filmó con su celular los momentos posteriores al asesinato. En las imágenes se observan algunos vidrios rotos, algo del cuerpo del joven aún en su asiento y manchas de sangre.
Tras el asesinato del chofer, la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) anunció un paro de colectivos. La medida afectó a “más de 40 líneas” que circulan por la zona oeste de la provincia de Buenos Aires.
Por su parte, un grupo de compañeros de la víctima realizaron una fuerte manifestación que terminó con graves incidentes con la Policía, autos prendidos fuego y un piquete sobre la General Paz. Fue enfrente de la comisaría tercera del Virrey del Pino. Las protestas siguieron durante casi toda esa mañana con cortes totales sobre la avenida. Según dijeron, reclaman seguridad ante la serie de ataques contra los choferes. Aunque no fue lo único que exigieron. Los conductores reclamaron la presencia de alguna autoridad para poder elevar sus reclamos.
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