La situación de los hermanos Walter (41) y René (36) Acevedo, acusados de matar de un disparo en el cuello a Lautaro “Cachorro” González, de 23, todavía es incierta. El domingo por la mañana, apenas pasadas las 9, los dos persiguieron por las calles del barrio 12 de octubre de Berazategui a González y una cámara de seguridad registró el momento en que lo alcanzaron, lo tiraron al piso, lo patearon y uno de los hermanos le pegó un balazo con un revólver.380 que le impactó de lleno en el cuello y lo mató.
Para cuando la policía llegó al lugar donde seguía el cuerpo, los hermanos ya no estaban pero sí la mujer del mayor de los Acevedo, que aseguró que Lautaro les había querido robar la camioneta y que ellos simplemente se defendieron. Hasta este lunes, sin embargo, no existía en el expediente ni una sola prueba de que se haya tratado de un intento de robo ni de una legítima defensa y los investigadores analizaban la hipótesis de que fuera un homicidio sin atenuantes.
El domingo por la noche, los hermanos Acevedo se presentaron voluntariamente en una comisaría junto a un abogado, luego de que la Policía Bonaerense comenzara un intenso operativo de búsqueda durante toda la tarde. Si bien no quisieron revelar dónde estaba la camioneta que supuestamente habían intentado robarles y el arma (que de acuerdo a primeras informaciones se le habría caído en su huída al presunto ladrón), los efectivos finalmente hallaron este lunes el vehículo con el revólver en su interior.
Este martes por la tarde el mayor de los hermanos declaró ante el fiscal Carlos Riera de la UFI Nº 5 descentralizada de Berazategui, que está a cargo del caso, y sostuvo la versión del asalto, que todavía no fue completamente descartada.
De acuerdo con las primeras pericias, el testimonio de los testigos y las imágenes del hecho, Walter Acevedo habría sido quien disparó dos veces: el primero de los balazos impactó en Lautaro y el segundo se incrustó en la calle de tierra. La autopsia hecha en la morgue de Ezpeleta reveló que la bala, un calibre chico que fue difícil de encontrar, ingresó por el cuello y le recorrió todo el cuerpo, que presentaba golpes producto de las patadas que recibió antes y después del impacto.
En su declaración ante el fiscal Riera, el mayor de los Acevedo aseguró que el disparo que le provocó la muerte a González fue un “accidente”, según informaron fuentes judiciales a la agencia Télam. René Acevedo también sostuvo esa versión y declaró al igual que su hermano que González los asaltó con un arma de fuego e intentó robarles el vehículo.
A pesar de sus declaraciones, el fiscal solicitó que ambos continúen detenidos e imputados como coautores del delito de “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego”. Fuentes judiciales informaron también a Télam que el juez de Garantías Nº 7 de Berazategui, Gustavo Alejandro Mora, deberá resolver en las próximas horas si avala el pedido del fiscal o si considera que hubo en el hecho algún tipo de atenuante.
La secuencia del robo, que ocurrió en la calle 118 del distrito de la zona sur del Gran Buenos Aires, entre 15 y 16, quedó filmada por al menos dos cámaras de seguridad, en las cuales se vio el momento en el que el asaltante cayó al piso ya baleado y uno de los hermanos le dio una patada. Sin embargo, los testigos que declararon ante el fiscal Riera no vieron que González haya cometido un intento de robo a los hermanos, por lo que los investigadores todavía no pudieron determinar con certeza el móvil del homicidio.
Una de las primeras versiones que circularon cuando recién se produjo la muerte fue que los hermanos Acevedo conocían a Lautaro y que incluso habían estado hasta altas horas de la madrugada juntos en una fiesta. Esos mismos trascendidos indicaban que dentro de esa reunión se había iniciado un enfrentamiento entre los tres por una mujer. Sin embargo, fuentes de la fiscalía aseguran que no hay evidencia de eso.
“Sí es cierto que Lautaro estuvo en una fiesta pero hasta el momento ningún testimonio nos permite asegurar que los Acevedo estuvieron también ahí. No creemos que haya existido una disputa previa. Si creemos que se conocían del barrio, eso es muy posible”, había aclarado un investigador a este medio.
En declaraciones a Infobae, además, Marcela Reynoso, la madre de González, al igual que el resto de sus familiares, sostuvo la inocencia de su hijo: “Él era incapaz de robar nada a nadie. De muy chico había tenido algún que otro problema pero cosa de chicos. Yo estoy segura de que ellos le quisieron robar a él. Eran grandotes y se aprovecharon. Mis otros hijos están destruidos. Quiero justicia y que dejen de decir que él era chorro”. Su hijo Lautaro era el mayor de cuatro hermanos y era padre de una nena de 4 años. Se había separado de la madre de su hija y en los últimos meses se había ido a vivir sólo a un departamento alquilado en 132 entre 9 y 10, también en Berazategui. Los parientes de Walter y René Acevedo, por otra parte, remarcaron en posteos de redes sociales la versión de una legítima defensa.
Para los investigadores, más allá de las indagatorias de testigos y de los familiares de uno y otro lado, las pericias y el análisis de las cámaras de seguridad de la zona podrán ayudar a determinar qué fue lo que pasó. Mientras tanto, los hermanos Acevedo seguirán detenidos.
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