Descartado el pacto suicida, los investigadores del femicidio seguido de suicidio cometido por el empresario Jorge Neuss (72) contra su esposa, Silvia Saravia (69), el sábado en el country Martindale de Pilar, ahora intentan descubrir las razones que llevaron al hombre a matar a la mujer con tanta violencia.
El primer paso de la fiscal de género María José Basiglio en ese sentido fue escuchar a dos de los hijos de la pareja, que declararon desconcertados y en estado de shock y dijeron desconocer que sus padres hayan tenido una relación conflictiva que podía llegar a un desenlace tan atroz.
Si bien restan las declaraciones de los otros dos hijos del matrimonio y de amigos y allegados a la familia, los investigadores apuntan a la información contenida en los teléfonos y dispositivos electrónicos de Neuss y Saravia: esperan encontrar allí mensajes o indicios de una relación rota.
“Están secuestrados los celulares para reconstruir más testimoniales”, explicaron a Infobae fuentes del caso. Basiglio y su equipo esperan los resultados de las pericias tecnológicas para estos días con el fin de encontrar allí algún aviso de conflicto o de violencia, especialmente en el teléfono de la víctima, Silvia Saravia.
“Normalmente cuando alguien tiene un problema de pareja se lo cuenta a otra persona, apuntamos a eso para identificar el móvil de este femicidio, quizás haya testimonios que nos permitan acercarnos a las razones y puedan venir otras personas a declarar”, agregó una fuente de la investigación.
Patricio y Juan Neuss, dos de los hijos de la pareja, dieron su testimonio durante la noche del domingo y madrugada del lunes ante Basiglio. Ni ellos ni las dos empleadas domésticas que estaban en la casa de los Neuss-Saravia durante el crimen aportaron información sobre un posible móvil. Las mujeres dijeron que no conocían conflictos entre ellos y que esa mañana había sido tranquila. Una de ellas contó que Neuss desayunó en su habitación y que Saravia había salido por la mañana y regresó antes del mediodía, es decir, minutos previos a que su esposo le pegara un tiro en la cabeza y luego se suicidara.
Al menos por lo consignado por las fuentes a este medio, los hijos no aportaron información relevante para esclarecer el móvil, aunque dieron detalles de las personalidades de sus padres. Hablaron de “vehemencia” y “conflictos como en toda familia”, pero no aportaron información sobre un hecho puntual y pidieron que se esclarezca el hecho.
Para los investigadores, el femicidio de Saravia y la muerte de Neuss están lejos de tener que ver con la enfermedad de uno de los hijos de la pareja, quien habría sido diagnosticado con leucemia días atrás. Las primeras informaciones tras el femicidio indicaban esta novedad como una posible causa de las muertes y un pacto suicida, que fue descartado por Basiglio poco después de ingresar a la escena del crimen en Martindale, el mismo country donde el empresario Fernando Farré mató a su esposa, Claudia Schaeffer, de 66 puñaladas en 2015.
Los resultados preliminares de la autopsia realizada al cadáver de Saravia en la morgue de San Fernando determinaron que ella intentó defenderse del ataque de su marido y que él la mató de un balazo después de agarrarla de la cabeza o de los pelos: sobre el cuerpo sin vida de Neuss detectaron una herida leve de bala en un dedo de la mano izquierda que indica que la bala le rozó porque él la tenía sujetada.
La secuencia del crimen ocurrió toda dentro de la habitación del matrimonio y del baño en suite. Se cree que Neuss fue hasta el baño, donde estaba Saravia, con su pistola y tras un forcejeo le tomó la cabeza a su esposa, o desde la nuca o por el cabello, le disparó un balazo que entró y salió del cráneo tras rozar el dedo del femicida y se metió en el hombro izquierdo de la mujer, donde quedó alojada cerca de su brazo.
Las empleadas declararon ante la fiscal de la Unidad de Género de Pilar que no escucharon nada raro hasta las detonaciones de la pistola Magnum .357 (un arma sumamente letal), de hecho, una de ellas ni siquiera notó que ese ruido había sido un disparo, y lo atribuyó al paso de un camión de basura. Ambas aseguraron que no registraron gritos ni discusiones.
Las mujeres relataron que todo ocurrió mientras ellas trabajaban en un sector opuesto al dormitorio matrimonial en la planta baja. Cuando oyeron las detonaciones y una comentó que era el camión, la otra le dijo que ella ya había visto pasar a los recolectores de basura. Y ahí entonces, alarmadas, subieron al cuarto porque intuyeron que podía ser un disparo. Una de ellas tocó a la puerta de la habitación matrimonial y como no hubo respuestas intentó abrirla pero estaba trabada la puerta.
Las mujeres llamaron a la hija del matrimonio y ella avisó a sus hermanos, quienes, al igual que ella, tienen sus propias casas de fin de semana en el Martindale. El primero que llegó fue Patricio Neuss, quien abrió la puerta del dormitorio y entró junto con una empleada. Jorge Neuss tenía los ojos abiertos y aún respiraba. Moriría poco después, pasadas las 14, en el hospital Austral.
Patricio llamó a su hermano Juan, quien vive a unos 200 metros y llegó rápidamente, y ahí llamaron al 911, pidieron una ambulancia y avisaron a otros familiares. Juan dijo a los investigadores que sus padres sabían que él está enfermo de cáncer y que la noche anterior al hecho estuvo con ellos y hablaron de ese tema. Pero aclaró que no cree que ese haya sido el motivo del femicidio.
Seguí leyendo: