La UFI Nº 4 de delitos culposos de San Martín, a cargo de la fiscal Tamara Roxana Vaisman, imputó a tres personas por la explosión en el bar de San Miguel que le causó la muerte a la joven Lucía Costa (18) y dejó a ocho heridos: se trata del dueño del local, el encargado y la mesera que prendió el centro de mesa y originó el hecho. La familia de Lucía, por su parte, convocó a una manifestación para mañana, a las 16, en la Plaza San Martín y acusaron al personal del bar de haber hecho “abandono de persona”.
El expediente fue calificado como homicidio culposo y lesiones culposas y, según dijeron desde la Fiscalía, aún se están investigando los detalles de la explosión que le ocasionó quemaduras en el 40 por ciento del cuerpo y compromiso de las vías respiratorias de la joven que perdió la vida. Todo ocurrió el viernes 9 de octubre en Zar Burgers, ubicado en la calle Paunero 1189, de San Miguel, donde luego de ser salpicada por alcohol encendido durante la recarga imprudente de un pequeño horno que pretendía calefaccionar una mesa, Lucía murió producto de las quemaduras y ocho de sus amigos resultaron con heridas de diferente consideración.
Luego del episodio, Lorena, la mamá de la víctima fatal, se hizo presente en la puerta del establecimiento y con “una sentada”, pidió justicia por la trágica muerte. “A Lucía no la tengo más, pero estoy segura de que quería esto”, dijo la mujer, y contó que a Dolores, amiga de Lucía “le están por amputar la mano por querer ayudarla”. Por la explosión, tres jóvenes, todos de entre 16 y 19 años, se encuentran en grave estado en el Hospital Larcade. Otros cuatro tienen quemaduras de menor gravedad
En diálogo con TN, aseguró que a su hija “la dejaron morir en carne viva y nadie hizo nada”, y manifestó que necesita “justicia por Lucía y por todos los otros chicos; estamos todos juntos”. También aseveró que “nadie se comunicó con ella”, y relató que los amigos la intentaron ayudar y “los sacaron del lugar”.
Asimismo, dijo que hay videos que vio y no puede creer que sea su hija, “estuve hasta los últimos momentos de Lucía y ella llegó con riesgo de vida”, añadió.“Hubo abandono de persona, alguien tendría que haber hecho algo. En los videos se notan todas las negligencias que tuvo el lugar”, y agregó que “no puede ser que el dueño del lugar haya dicho que no pasó nada. Él dice que no pasó nada y Lucía se murió. Por eso estoy acá”, explicó.
Por último, Lorena, dijo que su hija “era hermosa, hay un video donde muestran que ella está en la iglesia, daba apoyo escolar a los chicos de la iglesia, a los comedores, se iban a misionar. Ella quería ayudar”.
El abogado de la familia, en tanto, detalló que las fotos que Lucía mandó con su celular antes del accidente se puede ver que había muchas más mesas de las correspondientes y que tampoco había salida de emergencia. “Por lo que dicen los testigos, los dueños del local se preocuparon por apagar las mesas para que no se prendan fuego, de las personas ni se ocuparon”, señaló el letrado.
En medio de los repudios de familiares y vecinos, el bar emitió un comunicado en el manifestó que lamenta “profundamente los hechos sucedidos”. “Esperamos el pronto restablecimiento de los chicos heridos. Desde el primer momento, enfocamos todo nuestro esfuerzo para el esclarecimiento de lo ocurrido, colaborando con la Justicia”, expresaron desde el lugar.
Sin embargo, horas después se filtró un audio privado del propietario -ahora imputado- en el que minimizó lo ocurrido y culpó a los jóvenes de haber estado jugando con el alcohol. “Les cuento a todos por acá porque me están llenado de mensajes y la verdad es que no puedo contestar mucho. No pasó nada. O sea, si pasó, pero nada tan grave. Un grupo de chicos empezó a joder con los rociadores de alcohol y jodiendo se prendió fuego uno, se prendió fuego la chica y empezó a los gritos. Pero no pasó nada más que eso. Se quemó la camarera que la quiso apagar y una clienta, pero el negocio no se prendió fuego, ni nada de eso. Así que les agradezco a todos la preocupación pero nada más que eso: un garrón”, sintetizó.
Los resto de Lucía, por lo pronto, serán despedidos hoy por algunos de sus familiares debido a las restricciones por el coronavirus en una cochería ubicada sobre la avenida Irigoin al 2873, en San Miguel.
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