Tras una serie de allanamientos, la Policía Bonaerense desbarató una organización denominada “la Banda de la Cuarentena”, que concretó seis secuestros extorsivos en la zona oeste del Conurbano. En los operativos se detuvo a cuatro de sus integrantes.
Según confiaron fuentes policiales y judiciales a Infobae, la banda cometió los secuestros entre marzo y octubre. La investigación, a cargo del fiscal federal Santiago Marquevich, contó con análisis de redes sociales, escuchas telefónicas, cámaras de seguridad y tareas de campo. Además se descubrió que la banda realizó 12 robos de autos.
“Los hechos eran al azar. Nada fue premeditado. Pero fue la única banda operativa de la cuarentena”, describió un investigador. Así el primer secuestro se concretó en marzo, pero la mecánica de la banda estaba aceitada. Los seis hechos que se le imputan fueron todos similares.
Los detectives bautizaron a la organización delictiva como “La Banda de la Cuarentena”, ya que los delincuentes aprovechaban la situación de pandemia y la utilización de barbijos para ocultar sus rostros y no ser individualizados por las cámaras de seguridad.
Según describieron las fuentes, los captores a bordo de un vehículo encontraban a su víctima por la calle, en general también conduciendo. Los delincuentes las interceptaban a punta de pistola, las reducían y las subían a su auto. Mientras tanto, otro de los secuestradores le robaba su automóvil y escapaba en otra dirección, para luego revenderlo en el mercado negro.
“Elegían a sus víctimas en general a partir de su aspecto. Si notaban que tenía dinero, era posible llevarlo a cabo”, contó uno de los detectives que siguieron a la banda durante esos meses.
Luego, les vendaban los ojos y comenzaban las amenazas. Primero les pedían dinero, lo que tenían encima, y después les sacaban su celular y llamaban a sus familiares para exigirles más dinero a cambio de la vida de la víctima. Por último elegían un lugar para hacer la entrega y terminar con el secuestro huyendo con el botín.
El único caso que se conoció de la banda ocurrió hace más de una semana, cuando tres delincuentes armados interceptaron la camioneta que conducía un médico de 66 años en el momento en que estaba por ingresar a una vivienda en Haedo, partido de Morón, provincia de Buenos Aires. Uno esperó en una camioneta Honda HRV gris y otros dos abordaron a la víctima: lo encañonaron, lo hicieron salir del puesto del conductor, lo redujeron y lo hicieron ingresar en la parte trasera del vehículo. Así, lo que se presumía un robo se convirtió en un secuestro.
El hombre estuvo cautivo unas horas: aún se desconoce cuánto tiempo permaneció atrapado por sus captores. Los delincuentes se comunicaron con sus familiares y pidieron dinero por su rescate. Pero, en un hecho que los investigadores aún no pueden precisar, fue liberado sin haberse pagado lo exigido.
En medios locales se informó que el secuestro se hizo sobre la calle Malaver, esquina Magnasco; y que finalmente al hombre lo arrojaron del vehículo en el que lo raptaron, luego de que supuestamente se descompensó.
Así el grupo se movió durante al menos ocho meses. Hasta ayer a la madrugada cuando la DDI de Morón los arrestó en distintos allanamientos.
La banda era pesada: contaba con todos los elementos para realizar un secuestro exprés y, según detallaron, todos sus miembros contaban con antecedentes. Si bien los detenidos quedaron imputados por los seis hechos de “secuestro extorsivo y asociación ilícita” y serán indagados por el fiscal Marquevich el próximo jueves, los investigadores creen que formaban parte de una organización delictiva aún más importante, que incluye distintos hechos investigados en la zona oeste, como el robo de vehículos, piratería del asfalto y asaltos a viviendas.
Una de las sospechas es que esta misma banda estaría vinculada al asesinato del policía Iván Leonel Triveño, de 25 años, el 31 de julio pasado durante un intento de robo de un camión de gaseosas, el cual es investigado por la Unidad Fiscal Temática de Homicidios de La Matanza.
Durante los procedimientos realizados por la DDI de Morón se logró secuestrar seis vehículos, entre ellos 3 camionetas Toyota Hilux, una pistola Bersa calibre 9 milímetros con municiones, teléfonos celulares, tres cajas de cuños para adulterar la numeración de los vehículos y 200.000 pesos en efectivo.
Los investigadores mandarán a peritar esa pistola Bersa para intentar determinar si fue la utilizada para concretar el crimen del policía Triveño.
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