Ya van casi 600 días sin novedades del paradero de Arshak Karhanyan, el oficial primero de la Policía de la Ciudad que desapareció el domingo 24 de febrero del 2019. El joven, de 28 años, fue visto por última vez en un local comercial al que fue a comprar una pala de punta, mientras estaba de franco. Luego ya no se supo más nada de él. Su familia, al no poder contactarlo, realizó la denuncia tres días más tarde. Así, se activó una causa por búsqueda de persona a cargo de la Fiscalía Criminal y Correccional Nº 2 de Santiago Vismara, sin resultados positivos. Karhanyan sigue sin ser encontrado.
El misterioso caso sumó hoy un nuevo capítulo. Después de un año, 7 meses y 15 días, la Justicia ordenó realizar rastrillajes en los alrededores de la cancha de Ferro y a pocos metros de la Comisaría 7B de Caballito, donde trabajaba el joven.
El operativo está a cargo de efectivos de Gendarmería y personal del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (SIFEBU) del Ministerio de Seguridad. Concretamente, buscan rastros al costado de las vías de ferrocarril. Los uniformados que participan del procedimiento recibieron las instrucciones respecto de la vestimenta, la mochila y el arma reglamentaria que Arshak llevaba al momento de su desaparición.
“Desde el primer momento la familia y quienes los acompañamos, veníamos pidiendo que se haga el rastrillaje en ese lugar porque allí es donde se lo vio por última vez. Solo habían rastrillado una vez, con cinco efectivos y un perro. Hoy, en cambio, son 150 gendarmes y antropólogos con un equipo de georadar para finalmente descartar o confirmar que el cuerpo esté en ese lugar. Estamos con mucha expectativa”, comentó a Infobae la diputada y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Legisatura porteña, Victoria Montenegro.
El día que se lo vio por última vez
Un rato antes de desaparecer, Arshak estuvo reunido con otro policía en la puerta del edificio donde vivía, en Avenida Directorio 963. Eran las 12:46 cuando Leonel Herba, con quien había trabajado en el área de Investigaciones de la Policía porteña, tocó el timbre para hablar con él. Ambos charlaron durante 36 minutos, según los registros de una cámara de video que los captó. En el medio de la conversación escucharon un audio desde el teléfono de Herba.
Luego, Arshak regresó a su departamento. Navegó unos minutos por Internet: según las pericias, hizo algunas búsquedas intrascendentes en Google como “declaraciones fuertes”, “Nissan”, “Arkanoid” y “Videos de Youtube”. Alrededor de una hora después salió de su casa. El relevamiento de cámaras lo ubicó en un cajero de la Red Link ubicado en la estación Primera Junta de la línea A, a diez cuadras de su casa. Allí, retiró $2000 en efectivo y además cambió la clave bancaria. El Banco Central informó que la operación se hizo a las 14:38.
Tras ello, caminó hasta el Easy de avenida Rivadavia y Paysandú y compró la pala. Pagó en efectivo y se la colocó en su mochila. Al salir del comercio, las filmaciones lo muestran yéndose en dirección hacia Flores. Es el último registro fílmico. Se presume que podría haber subido a un auto con rumbo desconocido. Esa misma noche, Arshak se iba a encontrar con una joven que conocía por la aplicación Tinder. La mujer le escribió el 24 de febrero a las 19 y a las 21, pero nunca recibió respuestas.
Al no tener noticias suyas, su hermano, Tigran Karhanyan, fue al día siguiente hasta el departamento pero nadie atendió. Habiendo pasado casi 48 horas y todavía sin novedades, decidió ir hasta la comisaría donde trabajaba Arshak para hacer la denuncia. Le dijeron que espere hasta la madrugada del miércoles, cuando el policía tenía que volver a tomar servicio después de cinco días de franco. Así, la denuncia se terminó presentando el 27 de febrero.
En el departamento del joven se encontraron sus dos teléfonos: un Iphone personal y el de servicio. Solo faltaban su arma reglamentaria, su placa y su tarjeta de débito. Los celulares y la computadora personal fueron peritados, tarea que quedó a cargo del área de Cibrecrimen de la Policía de la Ciudad. Sin embargo, en el procedimiento surgió un problema: al intentar recuperar el contenido del Iphone se borró el contenido.
Una junta de peritos integrada por expertos de distintas fuerzas confirmó recientemente que la pericia inicial está repleta de errores. El informe señala que "no se respetaron las buenas prácticas de la informática forense”, aunque igualmente indica que no hay elementos para afirmar que la desactivación del aparato “se produjo internacionalmente”.
A partir de entonces surgieron varias versiones: que el joven policía era fanático de la supervivencia extrema y podría haber desaparecido por su cuenta; que podría haber salido de Argentina y estar en Venezuela, donde reportaría al Servicio Secreto de ese país; que podría haber viajado a Armenia a visitar a su padre. Todas estas teorías fueron descartadas con el tiempo.
Las principales sospechas de la familia de Arshak se centran en Herba. En los peritajes a sus celulares, se advirtió que él borró el contenido de las conversaciones a propósito. Cuando el fiscal lo citó a declarar, siete meses después del hecho, dijo que lo hizo porque su novia “era muy celosa”.
Otro dato que llamó la atención surgió en la investigación que hizo Asuntos Internos sobre Herba, la cual halló inconsistencias en su declaración jurada. “Había comprado una moto muy cara y estaba por comprar un auto importado”, dijo una fuente policial.
El caso es un manojo de especulaciones y no tiene imputados. La familia duda de todos y está decepcionada por la investigación. “Son demasiadas situaciones que llaman la atención, errores que entendemos que son adrede”, consideró Montenegro. Y sostuvo: “A esta altura, no tengo dudas de que es un caso de desaparición forzada. La intención que la familia tiene es acompañar el proceso para que se cambie la carátula”.
“Lo que la historia nos indica es que las personas no desaparecemos, en todo caso nos hacen desaparecer. Rosita, la mamá de Arshak, hace muy poco que dimensiona lo que esta sucediendo. Ella lo sigue esperando cada día, escucha una moto y piensa que es su hijo”, agregó la legisladora del Frente de Todos.
Arshak estudió en el Liceo Militar y luego siguió la carrera de ingeniería en sistemas en la UTN. Ingresó a la Policía en marzo de 2015. Primero trabajó en el área de Cibercrimen y en febrero de 2016, pasó al área de Investigaciones Delictivas, que ahora se conoce como “Exposiciones”. Arshak había sido trasladado a la comisaría 7B un mes antes de su desaparición.
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