Ayer por la mañana, tres delincuentes armados interceptaron la camioneta que conducía un médico de 66 años cuando estaba por ingresar a una vivienda en la localidad de Haedo, partido de Morón, provincia de Buenos Aires. Uno esperó en una camioneta Honda HRV gris y otros dos abordaron a la víctima: lo encañonaron, lo hicieron salir del puesto del conductor, lo redujeron y lo hicieron ingresar en la parte trasera del vehículo. Así, lo que se presumía un robo se convirtió en un secuestro.
El hombre estuvo cautivo unas horas: aún se desconoce cuánto tiempo permaneció atrapado por sus captores. Los delincuentes se comunicaron con sus familiares y pidieron dinero por su rescate. Pero, en un hecho que los investigadores aún no pueden precisar, fue liberado sin haberse pagado lo exigido.
El caso es investigado por la Fiscalía Federal N°2 a cargo de Mariela Labozzetta e interviene en la causa la DDI de Morón de la Policía Bonaerense. En medios locales, se informó que el secuestro se hizo sobre la calle Malaver, esquina Magnasco, a pocos metros de la plaza Rivadavia, en Haedo; y que finalmente al hombre lo arrojaron del vehículo en el que lo raptaron luego de que supuestamente se descompensara
El hecho quedó registrado en las cámaras de seguridad de una de las viviendas de la cuadra y provocó gran conmoción entre los vecinos. Al médico lo liberaron finalmente en la calle Kennedy al 1000, en La Matanza, según informó el portal Oeste Noticias, luego de que no prosperara el llamado extorsivo a la esposa de la víctima.
La Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos de la Procuración a cargo del fiscal Santiago Marquevich apuntó en su último informe que en septiembre se desarrollaron cuatro secuestros extorsivos en todo el país con siete víctimas y que en la mitad de ellos no se pagó rescate. En el mismo documento se pone de manifiesto que desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia del coronavirus hubo 26 hechos en la Argentina: Morón y Lomas de Zamora tienen la mayor cantidad de casos, tres y cuatro en total.
De a poco, tras haber llegado a meses con cero hechos, la modalidad regresa. Se la suponía en vías de extinción, al ser un delito complejo, de alto nivel de violencia y con alto riesgo de ser detenido con una condena alta, frente a lo que es, por ejemplo, una estafa virtual.
El 11 de junio, por ejemplo, cuatro delincuentes secuestraron a un joven de 15 años en el barrio porteño de Devoto. Lo redujeron luego de pedirle que lo ayudaran a empujar un auto supuestamente averiado y media hora después iniciaron las negociaciones con el padre. Acordaron 20 mil dólares por su rescate en tres puntos de entrega que se fueron cancelando por presencia policial o por la sospecha de un vehículo en calidad de incógnito. Cuando se dirigían a un cuarto punto, se les rompió el vehículo, de manera que el adolescente pudo recuperar la libertad.
Distinto fue el caso de un abogado de 60 años que fue capturado en la puerta de su casa de Morón en el conurbano bonaerense por tres delincuentes armados. Esta vez, la secuencia duró menos de una hora: la esposa de la víctima pagó 10 mil dólares y 30 mil pesos en efectivo por el rescate de su marido. Lo liberaron sin haberlo lastimado cerca del estadio del club Morón.
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