El panadero Gerardo Caivano (36) vive un verdadero calvario. Tras ser víctima de un hecho de inseguridad en la localidad bonaerense de Rafael Castillo mientras estaba en su camioneta junto a su hijo de 15 años, donde según él mismo tomó un arma en un forcejeo con los delincuentes y mató a un ladrón de 17 años, su familia asegura haber sido blanco de amenazas a través de redes sociales por parte del entorno de los delincuentes.
Mientras tanto, luego de que su pareja hablara con la prensa esta mañana frente a su casa, Caivano salió por unos breves minutos.
“Estoy arrepentido de lo que hice, no soy un asesino”, aseguró Gerardo, visiblemente desbordado por la delicada situación que está viviendo.
“No se puede explicar nada, ni emoción, nada, no me acuerdo. A mis hijos no los quiero sacar ni a la vereda. Soy un laburante, no salí a matar, salí a guardar la camioneta. Yo agarré el arma y después la tiré, era mi vida o la de él, yo no soy Dios para decidir”, señaló esta mañana.
Poco antes, su mujer había asegurado que las amenazas -que fueron posteadas y luego borradas en Facebook, según vecinos- les advertían "que van a venir a reventar la casa del panadero, que me van a prender fuego la casa, que vamos a linchar a tu marido, esas cosas salen por Facebook”.
Por su parte, Gerardo recordó que el hecho sucedió cuando llevaba la camioneta de su padre junto a su hijo y se acercaron cuatro delincuentes armados, apoyados por un quinto que estaba en un auto.
“Yo salí con las manos en alto, lo único que pedí fue que baje mi hijo y no sé cómo forcejeé, no sé de dónde saqué coraje. Tengo miedo, estoy laburando encerrado, anoche no pude dormir, tengo que estar sentado en una silla durmiendo en la panadería, mi hijo está mal, mi hija mayor me ve y llora, lloramos todos, es una situación de mierda”, agregó.
Sobre el momento en el que baleó a uno de los delincuentes, Gerardo expresó: “No tuve intención de matarlo, ni de tirar, es una situación difícil de explicar. El arma que estaba arriba de la camioneta no era mía, yo no tengo armas, no manejo armas, es de los chorros no mía”.
Tras reiterar que es “un laburante” y padre de “tres hijos”, el panadero contó que maneja la panadería de su padre, que hace más de 45 años que funciona en la zona. “Yo me crié acá, mi papá me crió acá y por qué tengo que estar así ahora”, se lamentó el panadero.
Por su parte, Vanesa dijo que este no fue el único hecho de inseguridad que vivieron, ya que el 6 de febrero ladrones entraron a su casa y mataron a sus dos perros. “Entraron al patio, me forzaron unas rejas y no llegaron a entrar a la casa, si no nos mataban a todos”, dijo.
Finalmente, la mujer pidió “protección” para su familia y para los empleados que trabajan en la panadería, quienes “por miedo” no acudieron a abrir el local.
El hecho ocurrió el sábado a la tarde en las calles Yanzi y Pita, de la localidad de Rafael Castillo, cuando el panadero se encontraba junto a su hijo a bordo de una camioneta Volkswagen Amarok gris estacionada y fue interceptado por cuatro delincuentes armados con fines de robo y que se movilizaban en un Chevrolet color bordó.
De acuerdo a los testigos, el panadero bajó de la camioneta, se trenzó en lucha con uno de ellos y, en medio del forcejeo, le arrebató el arma, con la cual baleó y mató a otro de los delincuentes.
Los otros dos delincuentes escaparon, mientras que el ladrón que se había trenzado en lucha con el panadero, tras quedar desarmado fue reducido a golpes por vecinos del lugar y luego aprehendido, tal como quedó registrado en un video difundido en redes sociales.
El hecho es investigado por el fiscal Emilio Spatafora, del Fuero Penal de Responsabilidad Juvenil del Departamento Judicial La Matanza.
Fuentes judiciales aseguran que el menor aprehendido será indagado por el fiscal Spatafora luego de que el Juzgado de Garantías del caso firmara su detención y se espera identificar a los otros dos sospechosos que fueron filmados por cámara de seguridad.
Con respecto a la investigación se esperan los resultados de la autopsia, la pericia balística y el levantamiento de rastros para definir su situación procesal y determinar si ocurrió o no una legítima defensa. También, afirman investigadores, una cámara vecinal filmó la secuencia del hecho y se espera el material en video, algo que será clave en la causa. El fiscal Spatafora tiene dudas sobre el relato del panadero, que espera esclarecer.
La panadería de los Caivano, sin embargo, abrió esta mañana, con gran apoyo de los vecinos.
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