Este sábado por la tarde, cerca de las 18, cuatro delincuentes armados intentaron asaltar al panadero Gerardo Caivano en el partido bonaerense de La Matanza mientras iba en su camioneta acompañado de su hijo de 15 años. En una secuencia que duró apenas unos minutos, el comerciante forcejeó con uno de ellos y le sacó su arma calibre 9 milímetros, con la que finalmente asesinó a uno de los ladrones, mientras otro era reducido y golpeado por vecinos y los otros dos cómplices huían.
El delincuente linchado por los vecinos fue detenido y será indagado de manera virtual hoy a primera hora por el fiscal Emilio Spatafora, del Fuero Penal de Responsabilidad Juvenil del Departamento Judicial La Matanza, que investiga el hecho -al haber un menor involucrado como víctima- y que decidió no adoptar ninguna medida restrictiva de la libertad contra el comerciante asaltado.
“Hasta ahora el hecho está bajo investigación. No se considera un caso de legítima defensa, tampoco se considera lo contrario. La situación es confusa y se debe esclarecer”, asegura una fuente judicial con acceso al expediente.
Según confirmaron fuentes policiales a Infobae, el violento episodio se registró este sábado en las calles Yanzi y Pita de la localidad de Rafael Castillo, donde Caivano, de 36 años, se encontraba estacionado junto a su hijo de 15 años a bordo de su camioneta, una Volkswagen Amarok gris. En ese momento, más precisamente a las 18:09, fue sorprendido por un Chevrolet bordó del que bajaron cuatro delincuentes armados que lo amenazaron con la intención de robarle su vehículo.
De acuerdo al relato de los testigos del asalto, en ese instante el panadero bajó de la camioneta y enfrentó a los asaltantes. En una secuencia que duró algunos pocos minutos, el hombre logró sacarle de las manos a uno de ellos el arma, la cual finalmente realizó varios disparos contra uno de sus compañeros, “Curly", de 16 años, vecino de Isidro Casanova. El joven, según determinaron luego los peritos, tenía un arma 9 milímetros de utilería, cayó muerto en ese instante y quedó tendido boca abajo sobre un charco de sangre en el asfalto.
Ahí fue cuando dos de los ladrones escaparon corriendo a los tiros hacia la calle Aguapey, donde el auto en el que llegaron los esperaba. Una cámara de seguridad del barrio registró la huida de los dos jóvenes que aún no fueron identificados, continúan prófugos y tendrían en su poder, según se investiga, una pistola 9 milímetros.
Mientras tanto, el tercer delincuente, también de 17 años, que había peleado cuerpo a cuerpo con el comerciante, fue reducido en en el lugar por vecinos y comerciantes de la misma cuadra, que lo insultaron y patearon en el suelo hasta que fue detenido por efectivos de la Comisaría 3° de Rafael Castillo y trasladado a un instituto de menores donde esperará la indagatoria que será de manera virtual.
“¡Parate solo!”, se escucha a uno de los vecinos en el video de esa situación, que fue difundido por redes sociales, mientras otros de los agresores gritaban “¡hijo de puta!” y “¡rompele la cabeza!”. En esas mismas imágenes también se puede ver el cuerpo del delincuente fallecido junto al arma de utilería, que también fue secuestrada.
En el lugar, los peritos advirtieron varios impactos de bala en la carrocería de la Amarok del panadero, especialmente en la puerta del conductor, lo que refuerza la versión del comerciante sobre un enfrentamiento armado con los asaltantes, según informó Télam. También se encontraron impactos de bala en los alrededores y varias vainas servidas. En el asiento trasero de la camioneta estaba el revólver calibre 38, con la marca y numeración suprimida, con el que el panadero se defendió del asalto, que también fue secuestrado.
El fiscal Spatafora aguarda además en las próximas horas los resultados de una serie de peritajes balísticos, el análisis de imágenes de cámaras de seguridad y los resultados de la autopsia, que se realizará hoy, para luego citar a declarar al panadero para que aporte más detalles sobre lo sucedido y evaluar su situación procesal.
Se realizaron varios disparos en la secuencia: una puerta de un auto en la escena tenía al menos siete impactos de bala.
Con información de Leonardo Scannone
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