A través de su abogada, Alan Schlenker realizó un pedido de habeas corpus para reclamar por la imposibilidad de recibir visitas en la Unidad Penitenciaria Nº 6 de Rawson, Chubut, donde cumple la condena a prisión perpetua por el crimen de Gonzalo Acro, ocurrido en 2007. El ex barrabrava de River dice que la prohibición afecta a su derecho a la resocialización y a la revinculación familiar y que vulnera sus garantías constitucionales.
La Sala IV del máximo tribunal penal del país, integrada por los jueces Mariano Borinsky, Javier Carbajo y Gustavo Hornos, hizo lugar a una queja de la defensa del condenado contra la resolución de la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia, que en agosto pasado había rechazado su planteo contras las restricciones impuestas en el marco de la pandemia de coronavirus.
El sorteo que derivó la decisión en manos de los magistrados anteriormente mencionados provocó que Schlenker recusara a dos de ellos. Concretamente a los jueces Hornos y Borinsky, ya que ellos fueron quienes ratificaron en 2016 su condena a perpetua por el homicidio de Acro. El ex líder de Los Borrachos del Tablón tenía sospechas de parcialidad en la resolución.
Pero en las últimas horas esa recusación fue rechazada. “El habeas corpus es un instituto sustancialmente diferente al tratado en la condena. Se trata de un instrumento de derecho constitucional que tiene por fin evitar restricciones ilegítimas a la libertad, o como alega la defensa en este caso, medidas que agraven la detención o restrinjan indebidamente derechos de las personas que se encuentran legamente detenidas”, explicaron su decisión los miembros de la Sala IV.
Y continuaron: “En este orden de ideas debe señalarse que la defensa no ha logrado demostrar, ni se advierte, que se verifiquen circunstancias objetivas o subjetivas que conduzcan a la parte a albergar dudas sobre la incolumidad de la garantía a ser juzgado por un juez o tribunal imparcial”.
A partir de esta instancia, ahora Borinsky, Carbajo y Hornos escucharán el próximo lunes los argumentos de la defensora pública oficial que asiste a Schlenker y analizarán el hábeas corpus por agravamiento de las condiciones de su detención.
Schlenker, piloto comercial de primera clase e ingeniero agrónomo recibido en la UBA, lleva más de 1.600 días preso y mantiene la lucha por su inocencia: espera que la Corte Interamericana de Derechos Humanos tome su caso.
En una reciente entrevista con Infobae, dijo, entre otras cosas, que la cárcel donde pasa sus días detenidos “es un campo de concentración donde no tenés ningún derecho”.
“Me trajeron acá hace dos años y cinco meses en circunstancias muy curiosas. Estaba en la cárcel de Azul como presidente del centro universitario, había aprobado seis materias en Derecho y era tutor educativo colaborando con los docentes e incentivando a los demás presos a estudiar. También era coordinador de la huerta del penal porque soy ingeniero agrónomo. Me estaban por ir a entrevistar el ex fiscal Manuel Garrido y el cineasta Enrique Piñeyro, quienes están al frente de la ONG Innocent Project Argentina, porque yo estaba denunciando las obscenidades de mi injusta condena, y dos días antes de que eso ocurra me cargaron en un camión y me trajeron a Rawson. Y la entrevista no se hizo nunca más. Me trasladaron como castigo”, se quejó.
Seguí leyendo: