Este mediodía, una extensa hilera de colectivos se hizo notar en el Metrobus de la Ruta Nacional Nº 3 en La Matanza. Eran los compañeros de Pablo Flores, el chofer que fue asesinado a balazos la noche del jueves pasado cuando estaba de servicio, quienes acompañaban a los familiares en el cortejo fúnebre.
Los restos fueron sepultados en el cementerio Lar De Paz, en la localidad de González Catán. De la caravana participaron, además de autos de particulares, todas las unidades de las seis líneas de la empresa Almafuerte, incluido el interno 1 de la línea 218, el transporte que Flores habitualmente usaba para trabajar. A modo de homenaje, varios de sus compañeros viajaron hoy en ese vehículo.
Una vez en las puertas del cementerio, los choferes le dieron el últimos adiós a su compañero con un cálido aplauso. Solo 10 personas fueron autorizadas para ingresar, cumpliendo con protocolos y cuidados por el coronavirus, a la ceremonia de entierro.
Flores, que tenía 28 años y era padre de dos hijas, fue acribillado en plena recorrida por la localidad de Virrey del Pino. El crimen ocurrió cerca de las 22 del jueves, cuando arribaba a una parada en las calles Río Orinoco e Israel, en el barrio San Javier y a la altura del kilómetro 38 de la ruta 3. Allí, según el relato de los pasajeros, desconocidos que se movilizaban en un Peugeot 504 de color blanco le dispararon desde el costado izquierdo de la unidad a través de la ventanilla, sin mediar palabra.
La víctima recibió tres impactos de bala en su rostro. Perdió la vida en el acto y el colectivo terminó chocando contra un árbol. Los homicidas, mientras, escaparon a toda velocidad. Un testigo del hecho filmó con su celular los momentos posteriores al asesinato. En las imágenes se observa algunos vidrios rotos, algo del cuerpo del joven aún en su asiento y manchas de sangre.
En el caso interviene el fiscal Federico Medone, de la Fiscalía Temática de Homicidios de La Matanza. Desde un comienzo la hipótesis del robo fue perdiendo fuerza y hoy ya está prácticamente descartada. La investigación apunta a que se trató de un crimen por error: los asesinos se habrían equivocado de víctima, indicaron fuentes del caso.
Es que Flores, como se mencionó anteriormente, solía manejar la unidad 1 de la 218. Pero como ese rodado tenía desperfectos mecánicos el jueves tuvo que usar la 75, en la que habitualmente circulaba otro chofer que estaba de licencia. Se presume que este conductor sería el destinatario del salvaje ataque, que tendría detrás un altercado entre dos hombres por la relación sentimental con una mujer.
Por el momento no hay detenidos, aunque el fiscal ya tiene identificados a tres sospechosos, de entre 20 y 30 años, que son buscados intensamente. Mientras avanza la investigación, la familia y los seres queridos de Flores reclaman justicia. Sus compañeros también piden mayor seguridad. Los servicios de las líneas de Almafuerte, indicaron desde la empresa, estarán suspendidos “hasta el día lunes inclusive”.
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