“Gracias por haber vestido con honor nuestro uniforme”: la emotiva despedida al policía Juan Pablo Roldán

La cúpula de la Policía Federal le dio el último adiós al inspector asesinado en Palermo

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La Policía Federal despidió a
La Policía Federal despidió a Juan Pablo Roldán

Los restos de Juan Pablo Roldán (33), el inspector que fue apuñalado y asesinado el lunes pasado en el barrio porteño de Palermo, fueron enterrados esta mañana en el cementerio de la Chacarita en una cálida ceremonia en la cual la cúpula de la Policía Federal Argentina (PFA) le brindó el último adiós.

Luego de que el cortejo fúnebre pasara por el destacamento de la Policía Montada, cuerpo del que formaba parte Roldán, la formación de honor fue encabezada por familiares del fallecido y escoltada por agentes y por su caballo, “Místico”. Una vez dentro del cementerio, quien tomó la palabra fue el comisario Marcelo González Giachino, jefe de la Policía Montada.

“Nuestra institución renueva permanentemente sus cuadros en la vigencia de un quehacer específico que así lo exige. Pero aquellos que han servido activamente en una vocación que no admite claudicaciones en la abnegación, el sacrificio, el valor, la honestidad y el cumplimiento del deber son policías hasta el último de sus días”, comenzó su discurso González Giachino.

Y, con la voz quebrada, continuó: “Murió defendiendo sus principios, sus ideales, su profesión y su vocación por defender la justicia, la ley y la seguridad, todo en lo que siempre creyó. Nada más simple que cumplir con su deber... Con el inmenso orgullo de ser un policía federal”.

Los restos del inspector fueron
Los restos del inspector fueron sepultados en el cementerio de la Chacarita

“En este momento, al ser parte de la tristeza de sus familiares, amigos y camaradas, sentimos el fuego interior que nos llena de paz y admiración”, agregó el comisario tras lo cual le habló a la esposa, hijo y los padres de Roldán: “Sé que mis palabras no son suficientes. Pero sé también que Juan Pablo me está escuchando. Gracias por haber vestido con honor nuestro uniforme y haber complacido con tu sabiduría las páginas de nuestra historia”.

González Giachino cerró el homenaje prometiendo que el recuerdo del inspector “nunca morirá mientras quede en la vigilia de una ronda peregrina alguien que cuente tu memoria”. "Inspector Juan Pablo Roldán, que descanses en paz”, finalizó.

Roldán nació el 19 de julio de 1987 en la ciudad de Buenos Aires, estaba en pareja y era padre de un hijo de 4 años. Ingresó a la PFA el 1° de febrero de 2006. En su paso por la institución prestó servicios en las comisarías 52º, Comisaria 5º, Delegación San Martin, Ex División Prevención Conurbano San Martín, Subdelegación 25 de Mayo y finalmente en el Departamento Cuerpo Policía Montada.

Roldán junto a su caballo,
Roldán junto a su caballo, "Místico"

El homicida de Roldán fue identificado como Rodrigo Roza, un vecino de la zona de 51 años. Poco antes de apuñalar al inspector, Roza gritó frente a policías del cuartel de la Montada, donde el policía comenzaba su guardia como oficial de servicio, desenfundó su cuchillo y los amenazó. “A ver a quién le toca morir ahora”, dijo previo al crimen. Los policías cerraron el portón, y Roza siguió su camino, para luego intentar intecerptarlo.

En un segundo momento, Roza se paró ante dos comensales del restaurante Dashi, sobre la avenida Figueroa Alcorta, donde dio un monólogo. Allí lo enfrentó a un grupo de policías de la Montada, donde estaba Roldán, otro efectivo de la PFA y dos agentes de la Policía de la Ciudad que intentaron disuadir al agresor.

Sin embargo, Roza volvió a desenfundar el cuchillo de su mochila y se lo clavó cuatro veces al inspector. El policía le disparó para intentar defenderse, pero ya era tarde para ambos. Cámaras de seguridad de la zona registraron la secuencia de lo ocurrido.

El ingreso del cortejo fúnebre
El ingreso del cortejo fúnebre de despedida al policía Juan Pablo Roldán al cementerio de Palermo (Maximiliano Luna)

Los dos murieron poco después tras ser internados en los sanatorios Mater Dei y el hospital Fernández. Roza, que según su familia padecía un trastorno mental, falleció por los disparos que sufrió. La jueza Alejandra Provitola, a cargo de investigar el crimen, prosiguió de todas formas con la causa y ordenó allanar consultorios para conseguir la historia clínica del agresor. Se espera también el resultado de la autopsia y la pericia toxicológica a la sangre.

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