Minutos después de que fuera asesinado en un violento episodio, sus compañeros del Cuerpo de Policía Montada de la Policía Federal lo evocaron en las redes sociales. “No lo puedo creer. Siempre diste todo por la comunidad. Fuiste un excelente policía. Descansá en paz”, escribió uno de ellos.
Juan Pablo Roldán, de 33 años, padre de una nena de 4 años, vecino de Capital Federal y con domicilio en Parque Leloir, fue asesinado esta tarde mientras se disponía a iniciar su servicio como oficial de guardia en la sede del Cuerpo en la calle Cavia, apuñalado por un hombre de la zona, Rodrigo Roza, de 51 años.
Sus superiores aseguran que ingresó a la Escuela de Cadetes Juan Ángel Pirker en el año 2006. Una vez egresado, prestó servicios en comisarías porteñas y diversos destinos del Gran Buenos Aires. Desde principios del año pasado había alcanzado el grado de inspector.
El brutal crimen ocurrió esta tarde sobre la Avenida Figueroa Alcorta al 3300, a pocos metros del museo Malba y de la clínica Mater Dei. Todo sucedió a plena luz del día y a la vista de un grupo de gente en la vereda de un bar.
De acuerdo al relato de los testigos del hecho, el policía no quiso disparar en un primer momento para repeler el ataque. Después, le disparó a las piernas para tratar de evitar causarle un daño mayor. “Al principio no le quiso disparar. Y eso le costó la vida”, señaló un testigo a este medio. Y agregó: “El atacante estaba fuera de sí”.
Según testimonios, Roza ya habría intentado entrar a la sede de Policía Montada, cuchillo en mano.
“El agresor pasó por la reja del cuartel de Montada, hay policías que lo atestiguan, así llega hasta la confitería en San Martín de Tours y Figueroa Alcorta. Vio que el hombre estaba con un arma blanca, intentó reducirlo y lo apuñaló directamente”, asegura una fuente policial de jerarquía a Infobae.
Así, Roldán fue trasladado al Mater Dei, donde finalmente falleció.
Alberto Crescenti, titular del SAME, dijo que el policía sufrió “cuatro puñaladas”. Y explicó que investigan si el agresor “tiene sus facultades alteradas”.
“Humilde, trabajador", son adjetivos que se repiten para hablar de Roldán. Diversas divisiones de la PFA como Trata de Personas, Interpol y el sector encargado de investigar casos de pornografía infantil y abuso de menores funcionan también en la central de Cavia. El shock se siente entre los efectivos. Un miembro de la PFA, compañero de promoción en la Pirker asegura: “Lo sentía de verdad, le gustaba ser policía. Juan Pablo literalmente dio su vida para defender a la gente”.
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