A tres días de cumplirse 12 años de la desaparición de Sofía Herrera en un camping de Río Grande, el juez fueguino a cargo de la causa, Daniel Cesari Hernández, dio a conocer una nueva actualización forense del rostro de la menor. Hoy, Sofía tendría 16 años.
Los dos identikits fueron realizados por especialistas en base a imágenes antiguas, rasgos fisonómicos de la familia y otros aspectos que ayudaron al dibujante a realizar una proyección contemporánea de la joven.
En una de las versiones se la retrata con cabello largo y en la otra con pelo corto, “atendiendo a diversos aspectos que pudiera presentar en la actualidad”, precisó el magistrado, quien informó que en los próximos días ordenará imprimir una serie de afiches para ser expuestos en distintos puntos del país y el extranjero, sobre todo en Chile, adonde se presume que huyó el hombre buscado por Interpol por la desaparición de la nena.
Se trata de José Dagoberto Díaz Águila, un jornalero chileno de 51 años con DNI argentino y domicilio en la ciudad de Río Grande que ya contaba con un pedido de captura internacional por tentativa de homicidio. La Justicia llegó a su imputación por dos caminos distintos: el testimonio brindado por un suboficial de la policía de la provincia que participó de las primeras tareas de búsqueda de Sofía en 2008 y por la descripción que brindó uno de los niños que estaban en el camping John Goodall (a 60 kilómetros al sur de Río Grande) donde desapareció la niña fueguina durante un día de campo junto a su familia.
Ese niño, que ahora tiene 18 años, volvió a ratificar sus dichos ante el juez y contó exactamente lo mismo que había declarado cuando tenía 6 años con mucha precisión. “El nene mencionó un VW Gol gris de tres puertas. Dijo que en su interior había un perro bóxer. Él estaba con Sofía juntando leña cuando vio que un hombre feo se acerca a ella, la agarra y la carga en el auto donde había otra persona”, remarcaron las fuentes consultadas por este medio. Y ese hombre sería José Dagoberto Díaz Águila, quien podría haber cruzado la frontera hacia Punta Arenas.
Con respecto al trabajo realizado por el perito, el juez Cesari Hernández señaló: “Me encontré con lo que esperaba, un excelente trabajo, una imagen claramente evolutiva, con un semblante, que lleva a decir efectivamente que es la misma niña. Los rasgos fundamentales han sido resguardados de forma plena”.
El perito es Alberto Suárez, un experto dibujante de rostros de 53 años que ahora se desempeña en la “Consultora Integral de Seguridad”, la empresa que donó su trabajo y se puso al servicio de la investigación. Suárez trabajó durante tres décadas en la Policía Bonaerense haciendo identikits. Es decir, su trabajo era volcar sobre el papel en un promedio de 10 minutos la imagen que una víctima o testigo había guardado en algún lugar del cerebro.
“Es un dibujo de proyección de edad. Estudié el comportamiento de los músculos y el crecimiento que tendrían que haber tenido los huesos a los 16 años. La nena tiene rasgos muy parecidos a los de su mamá pero también es parecida a su papá. Se evidencia en sus rasgos generales, la forma oval de la cara, la nariz y los ojos”, precisó el perito a Infobae.
“Me llevó tres meses hacer esas imágenes, trabajando incluso sábados y domingos. Es un dibujo que se hizo pelo por pelo con distintas tonalidades, formas y comportamientos. Fue un trabajo extenuante y profundo, donde el juez quiso que la dibujara con pelo corto y pelo largo. Es la cuarta proyección que hago. La última fue en 2017 donde ella tenía entre 11 y 12 años”, relató.
La de Sofía Herrera fue una de las primeras pericias de proyección de edad que Suárez hizo cuando los elementos de la investigación se estaban agotando y había pasado tiempo suficiente para asumir que no se podía seguir difundiendo la imagen de una nena.
Suárez confía en que la difusión del rostro de Sofía también se haga con afiches, “porque son mucho más efectivos y perduran más en el tiempo". Y acotó: “Años anteriores imprimían las imágenes en las boletas de los servicios públicos y tenían una mayor difusión. Supongo que lo seguirán haciendo”.
Tras hacerse públicas las dos imágenes, Infobae se contactó con Elena Delgado, la mamá de Sofía, quien se mostró esperanzada en que haya novedades en la investigación. “Las vimos este mediodía y ya empezamos a compartirlas en las redes sociales. Las estamos difundiendo desde mi cuenta personal, María Elena Delgado, en Facebook e Instagram”, contó la mujer.
Elena admitió que “fue un golpe muy duro verla” y que recién están asimilando las imágenes. “No la vi crecer y verla en un dibujo es impactante. No la encuentro parecida a nadie. Quizás con los días pueda familiarizarme con el rostro, pero es muy difícil”, remarcó.
La misma consultora a cargo de realizar el nuevo rostro de Sofía fue la encargada de realizar los identikits actualizados del sospechoso ya que las últimas fotos que tenían de él eran de 2016. José Dagoberto Díaz Águila tiene el cabello oscuro ondulado, cejas muy pobladas arqueadas, ojos almendrados, saltones y oscuros, pómulos salientes, nariz aguileña base mediana, surco marcado, boca mediana, labios gruesos y rostro alargado.
En uno de los identikits, el hombre aparece con bigote, el pelo y el flequillo recortado; mientras que en la otra conserva el mismo corte de pelo pero sin bigote. Los últimos dos lo muestran con el pelo un poco más crecido y un tanto desprolijo, también con bigote.
Díaz Águila nació el 25 de marzo de 1969 en la zona de Chiloé. La hipótesis de los investigadores es que el sujeto podría haber matado a Sofía Herrera para encubrir su secuestro, y de ahí que la imputación por la que debería ser indagado es la de homicidio criminis causa, la misma calificación que recibió Jorge Mangeri, el femicida de Ángeles Rawson.
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