Una camiseta de Boca, un pantalón, un cepillo de dientes, ropa interior, dos teléfonos celulares y el carnet de conducir, entre otros elementos que estaban en el interior de una mochila hallada el pasado sábado, fueron reconocidos por la madre de Facundo Astudillo Castro, el joven cuyo cadáver fue encontrado el pasado 15 de agosto en cercanías de General Daniel Cerri.
Fuentes judiciales aseguraron a Télam que la identificación se llevó a cabo en la sede de la Región V de la Gendarmería Nacional, ubicada en la avenida Alem al 1300, en Bahía Blanca, donde Cristina Castro observó todos los elementos hallados. Además, informaron que, a partir de ahora, los objetos serán peritados en busca de restos orgánicos de Facundo para poder comprobar científicamente si le pertenecían.
Cristina concurrió al lugar acompañada por su abogado Leandro Aparicio y a la salida confirmó que se trataba de la mochila de su hijo y de parte de sus pertenencias.
La mochila había sido hallada el pasado sábado por un pescador a unos 500 metros de las vías del ferrocarril, en jurisdicción de General Daniel Cerri, a unos cuatro kilómetros del cangrejal en el que fueron encontrados el pasado 15 de agosto los restos esqueletizados de Facundo.
El lunes pasado ese hombre declaró ante quienes tienen a cargo la investigación del cas: Santiago Ulpiano Martínez, fiscal federal de Bahía Blanca; Andrés Heim, de la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin); y Horacio Azzolin, jefe de la Unidad Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci).
“Él dice que lo encontró en ese lugar, que está a 15 minutos de la estación Aguará por un camino paralelo a la vía hasta llegar a un lugar que hay algunas huellas de motos. Nos dijo que la gente va a pescar ahí con redes cuando sube la marea”, expresó Aparicio a una emisora radial local.
“Me explicó que había ido hasta ahí para ver si se podía ir a pescar al otro día”, sostuvo el letrado, quien recalcó que esa zona “es un lugar casi inaccesible sin guía”.
Facundo fue visto con vida por última vez el 30 de abril último, cuando en plena cuarentena por el coronavirus dejó su casa de Pedro Luro para ir a Bahía Blanca a ver a su ex novia.
Su cuerpo fue encontrado el 15 de agosto, tras varias semanas de búsqueda, en una zona conocida como Villarino Viejo, en avanzado estado de descomposición y a un par de kilómetros de una vía de ferrocarril en desuso que termina, justamente, en la localidad de General Daniel Cerri.
La Policía Federal, que quedó a cargo de los rastrillajes ya que por orden judicial se separó del caso a la Bonaerense, no había recorrido ese lugar por la dificultad para acceder al terreno (una zona de cangrejales y canales de agua de mar y barro). Quienes encontraron los restos óseos fueron tres personas que estaban pescando cerca de la zona.
Para el fiscal Ulpiano Martínez, es importante el testimonio de una mujer que declaró bajo identidad reservada. Es conocida como “Testigo H” y contó que ella llevó a Facundo desde Teniente Origone hasta el cruce de las vías. Ese relato, que alejaba la versión de una desaparición forzada, fue fuertemente cuestionado por la querella.
Un día después de su hallazgo, el cadáver fue trasladado a la Ciudad de Buenos Aires, donde se le realizó la autopsia. Los profesionales que llevaron adelante ese procedimiento extrajeron material genético de los huesos y lo enviaron al laboratorio que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) tiene en la provincia de Córdoba.
Finalmente, el 2 de septiembre se pudo confirmar que los restos encontrados correspondían al joven de 22 años que estaba desaparecido.
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