Ofrecían dólares a buen precio en las redes sociales, citaban a lo compradores en distintas direcciones y luego los asaltaban violentamente. Así era el modus operandi de una banda de “falsos cueveros” que fue desarticulada ayer jueves por la noche en la ciudad de Santa Fe, luego de un operativo de la Agencia de Investigaciones Criminales (AIC) de la Policía Provincial que incluyó agentes encubiertos, persecución y tiroteo.
El procedimiento para dar con los sospechosos tuvo lugar en el barrio Guadalupe, la zona elegida por la organización para concretar sus robos. Según informaron fuentes del expediente a Infobae, cuando las potenciales víctimas llegaban al lugar pactado, eran abordadas por al menos cuatro hombres armados, quienes las despojaban de sus ahorros con golpes y amenazas. Finalmente, en cuestión de minutos, los ladrones se daban a la fuga.
La investigación comenzó a raíz de tres denuncias, todas con características similares por estafas y robos, ocurridas a fines del mes de agosto. Al observar el mismo patrón, los especialistas de la AIC -organismo que depende del Ministerio de Seguridad- detectaron que los “falsos cueveros” ofrecían los dólares en una página de Facebook.
Fue entonces que los agentes se hicieron pasar por compradores y concretaron una cita con los estafadores. La entrega del dinero se pactó en la calle Piedras al 6500, en el mismo barrio donde solían actuar. De acuerdo con las fuentes, cuando se dispusieron a realizar el intercambio, los oficiales encubiertos se identificaron como personal policial y se inició una persecución.
Tiros, corridas y un barrio que se vio sacudido en plenas horas de la noche, hasta que a unas pocas cuadras los agentes lograron aprehender a los cuatro delincuentes. Tras la serie de disparos de un lado y del otro, un policía resultó herido por una bala que le rozo el torso. El oficial -precisaron a Infobae- se encuentra fuera de peligro. En el lugar secuestraron varias armas de fuego, dinero y el vehículo en que se trasladaba la banda.
En el lugar se hizo presente la fiscal María Laura Urquiza, a cargo de la investigación de los los robos perpetrados por la banda.
Por otra parte, la de los “falsos cueveros” no es la única banda de ladrones y estafadores detenida en Santa Fe durante la pandemia, que vio cómo se acrecentaron a nivel nacional los hechos de “cuentos del tío” con víctimas como jubilados y botines, precisamente, en dólares y alhajas, hechos en donde no es necesario disparar un solo tiro. A mediados de julio, una banda integrada por 13 miembros de la comunidad fue acusada de cometer más de 40 hechos durante la cuarentena para llevarse un botín de más de 50 millones de pesos, entre engaños y secuestros virtuales, un caso a cargo de los fiscales Mariano Artacho y Carlos Covani.
Su técnica no era muy distinta a la de otros, según los investigadores. Obtenían teléfonos al azar, llamaban desde celulares registrados con datos falsos y con chips prepagos. Su historia también era repetida: se hacían pasar por familiares que hablaban a ancianos de un hipotético corralito, del cambio de billetes en circulación. También empleaban el viejo truco de “la llorona”, la víctima femenina en estado de llanto, el secuestro virtual. Tenían una variante original, poco empleada: el cuento del contador, atado al engaño del falso familiar. Aceptaban joyas además de dinero.
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