Ocurrió en la víspera de Año Nuevo, el 31 de diciembre de 2016 en la esquina de Guayaquil y Storni, localidad de Pablo Nogués, Malvinas Argentinas. Hilda M., según los testimonios en su contra, tenía un problema con Cristian Cuello, acusado de ser el dealer residente del barrio. “Tirá y matalo”, le dijo a su concubino Carlos Ramón Flores, que disparó sin acertar. Hilda, siempre según el expediente en su contra, continuó el casting y le pidió a su suegro, que sí lo hizo.
Cuello terminó muerto, un crimen investigado por una UFI de Polvorines. Flores y su padre luego fueron condenados, pero Hilda no fue encontrada, con un pedido de captura en su contra que se libró en su contra en 2017 por el homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
A comienzos de esta semana, tres años después, tras una tarea de rastreo a cargo de la brigada de la división Homicidios de la Policía Federal, Hilda fue hallada y finalmente arrestada, para ser trasladada a una comisaría de la zona.
La encontraron no solo con una nueva pareja: Hilda cursa un avanzado embarazo de 8 meses.
Fue encontrada precisamente en Pablo Nogués, no muy lejos de donde ocurrió el hecho en Año Nuevo de 2016, luego de un cotejo de redes y un análisis de la zona. El entorno de su ex fue clave en aportar información, según señalaron fuentes del caso a Infobae: sentían que no era justo que su ex concubino y su suegro estuvieran presos, con ella libre.
Hilda no ofreció resistencia. Sus registros personales, por otra parte, revelan otros datos curiosos. Mientras estuvo prófuga, cobró diversos beneficios del ANSES, como la Asignación Universal por Hijo, la cual percibió por última vez en junio de este año. También, recibió el bono del Programa Hogar para la compra de una garrafa, acreditado por última vez el mes pasado.
Así, la división Homicidios reúne capturas a lo largo de la pandemia en provincias como Neuquén y Chaco además de Santa Fe. A mediados de mayo encontraron a “Sorbete” Lizarraga, señalado como barra de Almirante Brown, hijo de un concejal condenado a perpetua por homicidio, que en 2012 mató a una vecina de su zona en Isidro Casanova a tiros por error, mientras intentaba matar a otro vecino que lo había acusado de ser dealer. “Sorbete” cayó siete años después en el mismo barrio del crimen, semanas después de que la Federal recibiera el pedido de colaboración. Todavía usaba el mismo Chevrolet Astra con el que huyó tras asesinar de una bala en la cabeza a su vecina.
Días después, detuvieron a Víctor Ariel Cayetano Zarza, alias “Ciru”, carbonero de oficio, 25 años de edad. Lo buscaban por un crimen algo desagradable. Había ocurrido el 23 de enero del año pasado. Zarza y su hermano mantuvieron con una discusión con Gastón Sánchez, un primo, mientras estaban borrachos los tres. Gastón terminó apuñalado en el lado izquierdo del pecho. Murió en un hospital de la zona casi quince días después, una agonía larga. Zarza y su hermano escaparon.
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