Cesia Nicole Reinaga, una joven jujeña de 20 años, estaba desaparecida desde el sábado 29 de agosto. Había salido, según les dijo ella misma a sus padres, para encontrarse con un amigo en una plaza céntrica ubicada a 80 metros de su casa, en la ciudad de Abra Pampa, al norte de la provincia, pero nunca regresó. Este martes, efectivos de una comisaría cercana recibieron un llamado anónimo y encontraron su cuerpo en un pozo de agua.
Una persona que prefirió no identificarse fue quien, 10 días después de la desaparición de la joven, llamó a una comisaría cercana y avisó que en un estanque en las inmediaciones del ex matadero municipal de la zona de Abra Pampa había un cuerpo. Se trata de un descampado prácticamente abandonado en una ciudad de unos 8 mil habitantes que es cabecera del departamento de Cochinoca. La policía ya había buscado a Cesia en esa zona.
Tras el llamado, efectivos de la Comisaría Seccional 16º de la ciudad se dirigieron nuevamente hasta el lugar y, con la asistencia del personal del cuerpo de Criminalística y Bomberos y ante la presencia del ayudante fiscal Luis Miguel Cavanna, lograron retirar el cuerpo que efectivamente estaba en el agua. Horas más tarde, los padres de la joven la reconocieron: era su hija.
Este miércoles, el fiscal Diego Cussel, de la fiscalía especializada en Delitos Graves Contra las Personas, que está a cargo de la investigación, recibió el informe preliminar de la necropsia realizada al cadáver por forenses del Poder Judicial de Jujuy. El estudio reveló que Cesia Nicole murió a causa de “asfixia mecánica por estrangulación” y que, luego de su muerte, el cuerpo fue descartado en el estanque atado a un pedazo de cemento, según confirmó una fuente cercana a la investigación al diario El Tribuno.
“El cuerpo estaba bien oculto en el fondo del estanque, por eso los perros de búsqueda no lograron detectarla el fin de semana pasado”, aseguró esa misma fuente, en referencia al rastrillaje que se había llevado a cabo en esa misma zona días antes con resultado negativo.
La Justicia, sin embargo, aún no descarta la hipótesis de que el o los asesinos de Cesia hayan estado al tanto de los movimientos de la fuerza y hayan depositado el cuerpo allí luego de finalizado el operativo de búsqueda. “El cuerpo no estaba muy degradado por la acción del agua, por lo que suponemos que la muerte data de un día o dos”, indicó la misma fuente.
Pero el mayor interrogante para los investigadores todavía es qué es lo que ocurrió luego de que la joven saliera de su casa. Ese mismo sábado a las 14:22, minutos después de irse, Cesia se conecto por última vez en WhatsApp y sus padres perdieron contacto con ella. “Ella nunca apagó el teléfono, para mí que con una excusa la sacaron y la cargaron en algún vehículo”, señaló este lunes su papá, Samuel Reinaga, en diálogo con la agencia Télam.
El femicidio de Cesia, el sexto en la provincia en lo que va del año, provocó una serie de manifestaciones en el día de ayer y el reclamo de numerosos colectivos feministas, entidades sociales, sindicales y ONG, que pidieron justicia para la joven asesinada a través de un comunicado y repudiaron “la lentitud y el desinterés con el que la policía llevó a cabo el rastrillaje y búsqueda”. “Estamos hartas de no recibir respuestas a la altura de las circunstancias y exigimos responsabilidad y respeto en la investigación que se lleva a cabo”, expresaron en el texto firmado por familiares y amigos de la víctima y distintas organizaciones sociales feministas.
El fiscal Cussel, según señalaron en El Tribuno, sigue ahora la pista que surge de las declaraciones extrajudiciales de una hermana de Cesia, que habría dicho saber quién podría “tener” a la joven, y de una amiga de la víctima, quien aseguró haber mantenido una conversación por chat cuando la joven ya era intensamente buscada. Las dos serán llamadas a prestar declaración testimonial para poder ampliar su testimonio mientras se esperan mayores definiciones de la pericia forense.
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