Quién es el hombre buscado 12 años después por la desaparición de Sofía Herrera: la pista del “auto gris” que lo complica

La Justicia de Tierra del Fuego pidió una orden de captura internacional contra José Dagoberto Díaz Águila, que estuvo en el camping de Río Grande donde la nena fue vista por última vez en 2008. También se encargó un nuevo identikit para conocer su cara que estará listo esta semana

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José Dagoberto Díaz Águila es
José Dagoberto Díaz Águila es un jornalero chileno de 51 años, con DNI argentino, que vivió varios años en Río Grande y ahora es buscando intensamente por el caso de Sofía Herrera

Cuando la investigación parecía estar empantanada y la familia de Sofía Herrera se quejaba de la falta de avances significativos en estos últimos 12 años, la Justicia de Tierra del Fuego le pidió a Interpol la captura internacional de un hombre que presuntamente estuvo en el camping de Río Grande el mismo día en que fue vista la nena por última vez, en 2008.

Se trata de José Dagoberto Díaz Águila, un jornalero chileno de 51 años con DNI argentino y domicilio en esa ciudad fueguina. También lo buscan por un intento de asesinato que ocurrió años más tarde, en 2016, cuando acuchilló a un compañero de la pensión donde estaba alojado, un hecho por el que tiene otra alerta roja internacional pendiente.

El rastro de este sospechoso es seguido por el titular del Juzgado de Instrucción N° 1 de Río Grande, Daniel Césari Hernández, desde diciembre de 2018, cuando ordenó un megaoperativo por zonas rurales para dar con su paradero. Ahora, las investigadores especulan que Díaz Águila podría estar residiendo en las afueras de la ciudad chilena de Punta Arenas.

Así sería ahora Sofía Herrera,
Así sería ahora Sofía Herrera, a 12 años de su desaparición

Como la foto del hombre que figura en los registros internacionales y que ilustra esta nota es de al menos seis años atrás, el juez pidió un cotejo y proyección de rostro del sospechoso a la actualidad. De acuerdo a la información de la causa a la que pudo acceder Infobae, los peritos están trabajando desde hace una semana para envejecer los rasgos del sospechoso.

“Ese envejecimientos se hace a mano, pelo por pelo, arruga por arruga, mancha por mancha. No es algo que podamos meter en un software. No se puede subir algo inexacto porque no encontrarían a nadie”, confiaron fuentes que participan de la investigación.

“Se quiere lograr tener dos o tres imágenes del mismo sospechoso con distintas caracterizaciones. Una con más pelo y otra con menos pelo, por ejemplo. Por ahora, tienen una y están trabajando contra reloj en tener las otras dos. Una proyección lleva 20 días de trabajo, aproximadamente”, detallaron.

Desde que consiguió su residencia en Argentina, Díaz Águila tuvo empleos en blanco en dos empresas de construcción fueguinas entre 2012 y 2016. La información que consta en los registros de la AFIP revela un domicilio fijado en Río Grande y una pequeña deuda de cinco mil pesos con una empresa de microcrédito.

La Justicia llegó a la imputación de Díaz Águila por dos caminos distintos: el testimonio brindado por un suboficial de la policía de la provincia que participó de las primeras tareas de búsqueda de Sofía en 2008 y por la descripción que brindó uno de los niños que estaban en el camping John Goodall (a 60 kilómetros al sur de Río Grande) donde desapareció la niña fueguina durante un día de campo junto a su familia.

Sofía Herrera fue vista por
Sofía Herrera fue vista por última vez en un camping de Río Grande, en 2008

El policía declaró haber mantenido contacto personal con el sospechoso, quien le aseguró “saber dónde está Sofía”, aunque el dato no fue tenido en cuenta por las autoridades, y recién cuando el juez Césari Hernández se hizo cargo del expediente (en 2017) volvió a ser llamado y su testimonio fue valorado de otro modo.

El niño de seis años declaró haber visto en el lugar de la desaparición de Sofía a una persona que describió, y con ello se elaboró un identikit. El mismo testigo, que ahora tiene 18 años, fue citado nuevamente por el juez y ratificó la versión, explicaron fuentes judiciales.

“El nene nunca mintió. Dijo lo mismo el primer día y 12 años después. El trabajo que se está haciendo ahora va a tener entre un 85% y un 90% de similitud, mientras que la foto actual que trascendió se acerca en un 74%, dijeron los investigadores a este medio.

Incluso, cuestionaron que no hayan hecho hincapié en la mención de “un auto gris” en su relato.El nene mencionó un VW Gol gris de tres puertas. Dijo que en su interior había un perro boxer. Él estaba con Sofia juntando leña cuando vio que un hombre feo se acerca a ella, la agarra y la carga en el auto donde había otra persona”, remarcaron las fuentes consultadas.

Para los actuales investigadores –ya que la causa cambió de juez a lo largo de estos años– el problema fue pensar que el auto era propiedad del actual sospechoso. “No hay que vincular el auto con Díaz Águila porque es un empleado rural que después pasó a la indigencia, nunca va a tener un auto. Todos cometieron el error de pensar cómo un indigente iba a tener un Gol, pero ¿nadie se preguntó si podía estar acompañado?”, se preguntaron.

Sofía Herrera junto a su
Sofía Herrera junto a su padres

Frente a esta situación, el juez estaría evaluando la posibilidad de rastrear a todos los VW Gol gris que hay en la provincia de Tierra de Fuego. “Si querés encontrar un Gol gris en una isla, lo encontrás. El auto hoy tal vez ya no exista pero van a poder rastrear de quién era. A través de un filtrado podrán determinar cuántos Gol grises había en ese momento y quiénes eran los titulares. Tal vez haya que llamar a todos esos titulares a declarar. Si calculamos que hay 100, en dos días se podría achicar ese universo”, concluyeron.

Díaz Águila nació el 25 de marzo de 1969 en la zona de Chiloé. Su ficha actual en Interpol lo describe como de “cabello oscuro ondeado; cejas muy pobladas arqueadas; ojos almendrados, saltones y oscuros; pómulos salientes; nariz aguileña base mediana; surco marcado; boca mediana; labios gruesos; rostro alargado”. Pero el identikit actualizado va a estar en 5 días.

La hipótesis de los investigadores es que el sujeto podría haber matado a Sofía Herrera para encubrir su secuestro, y de ahí que la imputación por la que debería ser indagado es la de homicidio criminis causa, la misma calificación que recibió Jorge Mangeri, el femicida de Ángeles Rawson.

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