El domingo por la madrugada, efectivos de la Comisaría 3° de Florencio Varela de la Policía Bonaerense irrumpieron bajo las ordenes del Juzgado Federal N°1 de Quilmes a cargo del juez Luis Armella en la estación de servicio YPF de Senzabella y la Ruta 36. Llegaron allí tras denuncias de vecinos y una serie de posteos en Facebook que los alarmaron: en plena cuarentena obligatoria, un grupo de personas invitaba a correr un rally clandestino con una “previa” en la estación para beber y tomarse fotos. Los organizadores prometían un recorrido a toda velocidad, cuatro kilómetros a través de Varela y Berazategui en dos rutas distintas. No era la primera vez que lo hacían, ya habían corrido su primera carrera el fin de semana anterior.
La previa había comenzado a la medianoche, con una largada prevista para la 1 de la mañana, pero esta vez ni siquiera pudieron encender sus vehículos. La Bonaerense impidió el arranque de la carrera y aprehendió a cada uno de los presentes, más de 40 en total, jóvenes de hasta 25 años de edad, que luego fueron puestos en libertad. Cuando la Policía los sorprendió, la mayoría ni siquiera llevaba un barbijo o respetaba la distancia entre personas en medio del aislamiento por el coronavirus.
Entre los notificados había al menos tres menores de edad con sus vehículos, según confirmaron fuentes del expediente a Infobae.
Se secuestraron 25 autos y cuatro motos. Varios de los autos, con modelos como un Renault Megane o Volkswagen Fox tenían modificaciones especiales para correr, con ajustes en motores, cajas de cambio y amortiguadores. El Municipio de Florencio Varela también colaboró en el operativo con filmaciones de cámaras domo y personal de tránsito. La principal imputación fue la de violar la cuarentena, un delito federal, junto a la calificación de resistencia a la autoridad. Una picada, en términos legales, se vuelve una situación compleja. Correr rápido, más allá de una infracción por límite de velocidad o lesionar a un transeúnte, no es un delito.
El circuito de picadas ilegales había aminorado su marcha en los últimos meses con la cuarentena. En mayo de 2019, más de un año atrás, la Bonaerense desarticuló a un grupo corría picadas a más de 250 kilómetros por hora -y se filmaba haciéndolo– en zona norte de la capital y el Conurbano.
Uno de los videos publicados en redes sociales mostró cómo uno de los conductores llegó a esa velocidad en la autopista Panamericana en la noche del miércoles. Además de esta arteria, el grupo solía correr en la General Paz, Acceso Oeste y el Camino del Buen Ayre. Ante esta situación, distintos vecinos de la zona, entre los que se encuentra la titular de la ONG Madres del Dolor, Viviam Perrone, realizaron denuncias al respecto.
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