Néstor Roberto Pavón, condenado a 5 años de prisión por encubrir el femicidio y violación de la joven estudiante Micaela García en Gualeguay en 2017, es un hombre libre. A pesar de que todavía no cumplió la totalidad de su pena, esta mañana los guardiacárceles de la Unidad Penal 7 de Gualeguay le abrieron las puertas de la cárcel y pudo salir caminando. Afuera lo esperaban algunos familiares que lo subieron a un auto y lo llevaron a su casa. Tal como adelantó Infobae, el lunes 24 de agosto el Tribunal Superior de Ente Ríos ordenó su excarcelación porque la condena, insólitamente, aún no quedó firme.
La liberación de Pavón se dio algunos minutos después de las 13:30. Si bien su libertad había sido ordenada hace más de 10 días, el tribunal le había fijado una fianza de un millón de pesos que el acusado no lograba reunir. En las últimas horas, los abogados ofrecieron un vehículo a modo de caución que fue aceptado y así el condenado pudo recuperar la libertad.
“Fue puesto en libertad, cumpliendo con el mandato judicial que llegó a la unidad cancelaría en horas del mediodía”, dijo este mediodía Marcelo Sánchez, director de la cárcel a El Once TV. “Si bien Pavon deberá cumplir con una serie de medidas como fijar domicilio y presentarse en el juzgado cada determinada cantidad de días, goza de plena libertad. Camina por la calle igual que vos y que yo”, le dijo a Infobae uno de los investigadores que trabajaron para lograr la condena.
En el juicio realizado en octubre del 2017, el tribunal del caso condenó a prision perpetua a Sebastián Wagner, ex convicto, por haber secuestrado a Micaela García cuando caminaba por las calles de Gualeguay para luego violarla y asesinarla. También encontraron culpable a Pavón por haber ayudado al asesino a escapar a Buenos Aires proveyéndolo dinero y un vehículo.
El femicida era empleado de un lavadero de autos, cuyo dueño era Néstor Pavón. Durante el juicio oral en el que condenaron a Wagner a prisión perpetua y a Pavón como encubridor, quedó demostrado que sabía del crimen, que ayudó a su empleado a escapar a Buenos Aires, le dio dinero, limpió el auto en el cual habían trasladado a la víctima y luego intentó esconderlo de la Justicia.
Durante el juicio, los fiscales Dardo Tortul e Ignacio Talenta habían solicitado que en lugar de encubridor Pavón fuera juzgado como coautor, una calificación que tiene una pena mucho más alta. Como el tribunal creyó lo contrario y lo condenó a 5 años por encubrimiento, los representantes del Ministerio Público Fiscal apelaron.
El 14 de junio del año pasado, la Cámara de Casación Penal de Entre Ríos les dio la razón a los fiscales y ordenó que se volviera a juzgar a Pavón como coautor. Esta vez fue el acusado el que presentó una apelación, por lo que el trámite pasó al Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos.
El máximo tribunal provincial le dio la razón al imputado y ordenó que la sentencia quedara como estaba, es decir, como encubridor. A raíz de esto los fiscales volvieron a presentar lo que se conoce como “recurso extraordinario federal” para que sea la Corte Suprema de Justicia de la Nación la que deba resolver.
Mientras tanto, en paralelo a todos esos vericuetos legales, la defensa de Pavón, que pasaba sus días en un penal provincial, solicitó que fuera excarcelado hasta que la sentencia quede firme. Así, Pavón salió. Un amigo lo fue a buscar en un viejo Ford Falcon blanco a la salida del penal.
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