El jueves pasado, personal de la Comisaría 5° Este de La Matanza irrumpió por órdenes de la UFI N°3 de la jurisdicción a cargo de Gastón Bianchi en una casilla del barrio San Carlos. Buscaban a dos sospechosos del cobarde robo cometido contra Nadia Riveros y su madre Romina, ocurrido a mediados de este mes en Isidro Casanova. Romina fue baleada en una pierna, aparentemente por accidente luego de que una bala rebotara en el suelo. Nadia fue golpeada sin piedad con la culata de un arma de fuego. Estaba embarazada de cinco meses: conocía el sexo de la criatura, una nena que iba a llamarse Catalina. Perdió el embarazo días después.
Así, Bianchi comenzó con tareas de campo hasta llegar a un grupo de sospechosos, entre ellos un tal “Kevin, un menor de 16 años que fue encontrado y arrestado junto a otro hombre apodado “El Pelado”, de 38 años.
Se le secuestró un revolver calibre 38 sin marca ni numeración, con tres proyectiles del mismo calibre, que podrá ser peritado para saber si se vincula al ataque, además de una gorra del club Almirante Brown que según Télam fue reconocida por las víctimas.
También se encontraron otros elementos que hablan de un menú delictivo más amplio.
Fuentes con acceso al expediente confirmaron a Infobae que se secuestraron cuatro puertas de un Fiat Siena con pedido de secuestro activo por robo desde junio de este año, así como la tapa de un VW Bora denunciado en abril, ambas causas radicadas en la UFI N°1 de La Matanza.
Además, había cuatro puertas, el capot y la tapa de baúl de un Citroën C3, tres puertas de Peugeot 208, dos puertas y tapa de baúl de Audi A3, un torpedo de Citroën C3, otra tapa de un Bora, un volante de un Peugeot 208, llaves de encendido, computadoras de vehículos, radiadores.
El resultado era obvio. “Kevin” y “El Pelado” tenían una parte de un desarmadero, o lo cuidaban, un delito más complejo que salir a robar a punta de pistola.
Los relatos son contradictorios sin un reconocimiento visual de la víctimas. Fuentes policiales aseguran que “Kevin” disparó la bala que hirió a la madre de Nadia, fuentes judiciales estipulan que podría ser el menor quien golpeó a la víctima a culatazos.
Hay identificadas tres personas en el asalto: dos con apodos, uno con nombre. Se le imputa participar del robo y de la tentativa de homicidio. Si “Kevin” golpeó, disparó o no, es la misma pena en el grado de autor o co-autor.
“Uno fue con mi hermano, el otro me apuntó en la cabeza y el otro sacó y golpeó a Nadia. Fue ahí que ella le pegó una patada. En ese momento, ella ya tenía la cabeza cortada. Después uno de ellos se puso nervioso, como loco, y pegó tres tiros contra el piso. Uno de los balazos entró por el gemelo y salió por el talón”, explicó la madre de Nadia la semana pasada.
Romina agradece su suerte, que el tiro no tocó sus nervios o sus huesos. El miedo sigue: “Te da hasta miedo de salir a dar una vuelta. Llegaron a llevarse mi billetera, mi DNI. Esperamos que los agarren pero por ahora no sabemos mucho. Sé que eran tres hombres muy jóvenes. Tenían la cara descubierta, sin barbijo, pero en ese momento no llegué a verlos”.
Mientras tanto, el fiscal Bianchi espera los resultados de una pericia clave en la causa: el estudio histopatológico y anatomopatológico al cuerpo de la bebé por nacer.
El análisis realizado en el hospital Paroissien determinará el nivel de desarrollo del feto al momento de la pérdida del embarazo. Se podrá evaluar si, precisamente, el embarazo fue interrumpido por la fuerza de los golpes que Nadia recibió o por otros motivos relacionados a su propia salud. Si se confirma que el embarazo fue perdido por la violencia del robo, entonces, las posibilidades para los delincuentes se oscurecen. Podrán ser, por ejemplo, imputados del delito de homicidio en ocasión de robo, o por el aborto mismo.
Se calcula que sus resultados estarán disponibles en un plazo de poco más de 20 días.
Seguí leyendo: