El viernes último, personal de la Comisaría 8° de San Martín llegó al departamento de Leonardo Martín Acosta Martínez en la calle Casares al 2700, en la zona de San Andrés. Su hermano, tras notar su desaparición por varios días, había decidido ir a ver qué pasaba, a ver si lo encontraba, no sabía nada de él desde el martes. Lo encontró ya sin vida, rodeado de sangre, con sus zapatillas Fila blanca puestas frente al televisor encendido, según información de la causa a la que accedió Infobae. Entonces, su hermano llamó al 911.
Así, la Bonaerense entró. Comenzó a revisar el lugar. Encontraron una serie de invernaderos, una plantación indoor de marihuana, con 30 plantas en total en diversos estados de vegetación y floración, con genéticas como zombie kush o haze kush, de alta potencia, rodeadas de una serie de cuadros de Al Pacino en la película Scarface.
El primer análisis de Policía Científica encontró varias puñaladas en la cara, una bolsa de plástico se la cubría. Una inspección más cercana reveló una bala en el cráneo, con otros impactos en las piernas. Había siete tiros en el cuerpo en total, dos específicamente en los muslos, sobre dos nombres tatuados en cursiva.
De acuerdo a información policial, Leonardo, de 29 años, oriundo de Villa Ballester, sería un empleado de una concesionaria, pero no tenía un trabajo en blanco desde 2016 de acuerdo a sus registros, cuando fue empleado por un hombre dedicado al rubro de bazares. ¿Era acaso un dealer? ¿Lo mataron para robarle? Si fueron por su cosecha, no parece. Las plantas estaban en su lugar, cogollos y todo.
¿Se llevaron dinero? ¿Una cuenta pendiente? La escena revela una sola cosa: una ejecución feroz. Las manos del cuerpo fueron selladas con sobres de papel para practicar un posterior dermotest e intentar determinar si Leonardo disparó un arma, que no fue encontrada.
Por lo pronto, hay un solo testigo, un vecino que aseguró escuchar ruidos. El edificio no tiene cámaras en su entrada. No obstante, la Policía confirmó que faltaban elementos de valor como dinero, relojes, una PlayStation y su teléfono iPhone.
”Llama la atención este hecho realizado con tanta saña que fue para generar más temor y sufrimiento en la víctima, ya que si fuese un robo convencional eran innecesarios los disparos en las piernas”, precisó una fuente a la agencia Télam. Por lo pronto, Policía Científica encontró una serie de vainas calibre 22.
El fiscal Carlos Insaurralde, de la UFI N°3 de San Martín, está a cargo de la investigación.
Acosta Martínez, por su parte, no es el único dueño de una plantación hogareña que termina muerto este año. En Berazategui, dos hermanos de 19 y 24 años fueron detenidos por el homicidio de Miguel Jesús Carballo, ocurrido el 9 de mayo. Murió de un tiro en el pecho, desangrado. Le encontraron plantas de marihuana en su casa, se cree que vendía flores de la hierba, no hubo robo en su casa: se cree que lo mataron por una disputa dealer, un posible robo cogollero, con un expediente a cargo del fiscal Carlos Riera.
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