A Juan V. le será difícil olvidar su cumpleaños número 24. No por el festejo o porque, como le sucedió a muchos otros, lo haya celebrado en tiempos de pandemia y cuarentena. Sino porque lo terminó con una experiencia horrorosa.
La noche del martes pasado, cerca de las 21, tres ladrones armados entraron a robar a su casa, ubicada en Maldonado al 300, en el barrio Pacífico de Bahía Blanca. Forzaron la puerta trasera y sorprendieron al propietario, que se encontraba solo en la vivienda.
Según precisaron fuentes policiales, los delincuentes redujeron al dueño y lo maniataron, atándole los pies y las manos con unas corbatas que encontraron en una habitación. Luego, lo llevaron a la planta alta de la casa.
Aprovechando la hora y el poco movimiento, los asaltantes revolvieron el lugar hasta que dieron con una caja fuerte. Estaban preparados para abrirla: tenían una amoladora, además de otras herramientas.
En la caja fuerte hallaron dinero en efectivo (dólares, euros y pesos), joyas y un arma, que guardaron en una mochila. Antes de marcharse, también tomaron algunos artefactos electrónicos, de acuerdo a la denuncia de faltantes de Juan V., que afortunadamente no sufrió heridas.
Los delincuentes escaparon pero dos de ellos fueron atrapados rápidamente, casi cuatro horas más tarde. Durante la madrugada del miércoles, dos efectivos policiales que patrullaban las calles del barrio Villa Talleres, se cruzaron con un auto Volkwagen Bora con dos ocupantes en su interior, que les resultó sospechoso.
Al detenerlos y registrar el vehículo, hallaron dos mochilas en las que habían guardado parte del botín robado a Juan V. Según se detalló, encontraron allí 283.169 dólares, 9.255 euros y 729.370 pesos argentinos, collares y un anillo antiguos, una computadora portátil y un reproductor de DVD.
También tenían tres armas, una de las cuales pertenece a la víctima: una pistola 9 milímetros, un revólver calibre 22 y otro calibre 32.
Los delincuentes quedaron detenidos por disposición de la Fiscalia Nº 11, que lleva adelante la investigación. Los trasladaron a la Comisaría Segunda de la ciudad y fueron identificados como Carlos Alberto Álvarez, de 36 años, y Marco Antonio Ruiz, de 32. Ambos tienen antecedentes.
En el caso de Álvarez, había sido arrestado hace dos meses, a mediados de junio, cuando allanaron su casa de la localidad de Ingeniero White en el marco de una serie de operativos que buscaban aclarar un asalto a un agricultor en Adolfo Gonzales Chaves, otra ciudad cercana.
En ese operativo, la policía encontró un reloj que que le habían robado al agricultor. También secuestraron un handy con frecuencia policial, 10 celulares, 17 gramos de marihuana. Si bien el allanamiento no era acompañado de órdenes de detención, en esa ocasión Álvarez quedó bajo arresto porque tenía un pedido de captura por un robo con armas ocurrido en 2011 en Trenque Lauquen.
En su historial delictivo, Álvarez tiene causas por tentativa de robo agravado, en 2009; hurto calificado de un vehículo automotor, en 2014; y desobediencia a la autoridad, el año pasado. Pese a eso recuperó la libertad y esta vez su víctima fue Juan V.
Ruiz también tiene un fuerte prontuario: fue juzgado por el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 por un robo con armas en 2013; tiene otra causa por robo en 2016 y que actualmente está en Casación; y además está imputado por una entradera, también en 2016, que se encuentra en plena investigación, informó el diario La Nueva.
Ayer, la Policía realizó dos allanamientos en Bahía Blanca por el robo a Juan V., dispuestos por el Juzgado de Garantías N°3. En un domicilio de la calle México al 2.300 incautaron un revólver calibre 22, municiones de calibre 45, una gorra, guantes, un barbijo, cubre bocas, una campera de abrigo con capucha y dos amoladoras.
En tanto que en una vivienda de Pablo Acosta al 1.200, secuestraron un handy con auricular y frecuencia policial sintonizada, un pasamontañas, otra amoladora y dos relojes.
En ambos procedimientos no hubo detenciones. Los efectivos la Comisaría Segunda y de la DDI local continúan buscando al ladrón prófugo. Y sospechan que en el hecho también pudo haber participado un cuarto cómplice, actuando de campana.
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