Un efectivo de la Policía de la Ciudad vestido de civil fue detenido luego de haber asaltado con su arma reglamentaria un kiosco ubicado en el barrio porteño de Villa Urquiza, a ocho cuadras de la comisaría en la que había terminado de trabajar poco antes de cometer el ilícito.
El hecho se registró alrededor de las 22:40 de este viernes en un local situado en avenida Triunvirato al 4400, donde el agente ingresó exhibiendo una pistola calibre 9 milímetros y robó la recaudación, tras lo cual se dio a la fuga rápidamente.
Fuentes de la investigación informaron a la agencia Télam que el propietario del comercio alertó al 911 y el personal de seguridad llegó al lugar para comenzar a rastrear el auto utilizado por el delincuente. Al ser localizado, se estableció que se trataba de un oficial de la fuerza porteña.
Los uniformados detuvieron al sospechoso cuando estaba en la entrada de un domicilio situado en la calle Mendoza al 4500, del mismo barrio, y al ser identificado se pudo confirmar que era un efectivo de la Policía de la Ciudad que prestaba servicio en la Comisaría Vecinal 12 V, ubicada a tan solo ocho cuadras del negocio asaltado.
Además, se pudo saber que al momento del robo el ladrón recién salía de estar servicio. Las fuentes del caso agregaron que al hombre se le secuestró su arma reglamentaria y se le sacó su identificación policial.
En tanto, el juzgado de turno porteño indagará en las próximas al detenido, luego de que la víctima del robo lo reconociera a través de muestras fotográficas.
El hecho tiene cierta similitud con otro que ocurrió a finales de febrero pasado, cuando un efectivo de esta misma fuerza de seguridad fue detenido por robar $50.000 del auto de una mujer en Villa del Parque.
En esa ocasión, el delincuente fue descubierto cuando la dueña del vehículo, un Ford Focus, escuchó la alarma y salió de su casa para ver qué pasaba. En la calle se encontró con una situación increíble: en el interior del vehículo estaba sentado un policía de la ciudad de Buenos Aires, uniformado, mientras requisaba todo lo que tenía a su alrededor. Como si estuviera buscando algo.
Sorprendida, se acercó y le preguntó al oficial qué hacía allí y recibió una insólita explicación. El hombre le dijo que como la ventanilla se encontraba baja, había ingresado para buscar la documentación y así dar con su propietaria para avisarle del supuesto descuido. Sin embargo, a la mujer había algo que no le cerraba, por lo que decidió ella misma inspeccionar el Ford Focus hasta que notó lo que temía.
Se dio cuenta de que al sobre con dinero en efectivo que había dejado debajo del asiento del acompañante le faltaban 50.000 pesos, cuando inicialmente tenía 72.000. Sin esperar a que el efectivo se fuera, avisó inmediatamente al 911 y acusó al uniformado de haberle robado la plata que tenía oculta.
La mujer llamó inmediatamente al 911 y tras una breve discusión, observó que al pie de un árbol, tapados con escombros a la vuelta de su casa, había varios billetes de $500. Era la suma exacta que le faltaba. El policía acusado de ladrón no tuvo más remedio que admitir el hecho.
Quedó detenido y fue apartado de su cargo mientras se lleva adelante la investigación. “No vamos a permitir efectivos chorros ni corruptos”, dijo una fuente de la fuerza porteña a este medio en ese momento.
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