La secuencia duró apenas un minuto. El lunes pasado al mediodía, mientras Fernando José Marino buscaba un domicilio sobre la calle Italia al 900, en la localidad de Adrogué, para entregar un pedido por el trabajo que había conseguido hacía apenas una semana con una camioneta Renault Kangoo que le dio su padre, dos personas a bordo de una moto azul lo encerraron, según se presume, con intención de robarle. Lo que hicieron, sin embargo, fue disparar y huir sin robar nada. Unos minutos después, Fernando falleció.
La Justicia empezó a seguir el rastro de los atacantes a través del análisis de las cámaras de seguridad de la zona, del relato de los testigos que presenciaron el ataque y de la información de una persona en particular, que vio el video por televisión, creyó reconocer a un tal “Mauro” y su novia “Johanna” y aportó a los investigadores sus perfiles de Facebook, en los que empezaron a desaparecer las fotos donde se veían sus caras y que finalmente fueron cerrados en las últimas horas.
Este miércoles por la noche, tras esa pista, la Comisaría 1° de Adrogué de la Policía Bonaerense llevó a cabo cinco allanamientos simultáneos en Almirante Brown con la firma de Gabriel Vitale, que hizo lugar al pedido de la fiscal Mabel Lois de Lomas de Zamora, que está a cargo de la investigación.
En uno de ellos, en una dirección de la localidad de Burzaco, los efectivos dieron con los sospechosos: Johanna Anabella Quevedo, de 29 años, con domicilio en esa misma localidad, y Mauro Sebastián García, de 25, con domicilio en un barrio humilde de Llavallol, en Lomas de Zamora. Estaban ahí, en la casa de los padres de uno de ellos, porque la suya está en refacción y, según se pudo certificar hasta el momento, ninguno cuenta con antecedentes penales.
Este jueves, la fiscalía confirmó los arrestos y la acusación de homicidio agravado, robo calificado y tenencia de arma. Además, ratificó que las zapatillas, el casco y el chaleco son los que fueron utilizados por los asesinos. En tanto, Quevedo y García se negaron a declarar frente al fiscal y seguirán detenidos.
En la casa en Burzaco, los investigadores encontraron elementos que coinciden con las imágenes del robo. Encontraron dos cascos similares a los de los agresores de Fernando, una pistola 9 milímetros, tres celulares y un chaleco negro como el que llevaba puesto el acompañante de la moto, es decir, quien habría efectuado el disparo.
A través del análisis de las cámaras, los investigadores creen que Mauro sería quien manejaba la moto, por lo que “es muy probable”, según indicó una fuente cercana a la investigación a este medio, que Johanna estuviera detrás de él y sea quien disparó. En la casa también había una moto pero, según indicaron a Infobae fuentes policiales, no coincide con la que se ve en el video. “No es la que buscamos”, señalaron.
En el allanamiento, la policía secuestró también proyectiles de características similares a la bala utilizada para asesinar a Fernando, que fue extraída de su cuerpo en la autopsia practicada en la morgue judicial de Lomas de Zamora y será peritada para conocer si efectivamente salió del arma secuestrada.
Johanna y Mauro, ambos sin trabajos formales declarados en sus registros previsionales, fueron trasladados esta mañana hasta la UFI Nº 6 de Lomas de Zamora para declarar frente a la fiscal y dar su versión de lo que ocurrió el lunes a las 13 horas, cuando Fernando cayó al asfalto con un disparo a la altura de la axila y agonizó durante 10 minutos hasta que un patrullero lo trasladó de urgencia al Hospital Lucio Meléndez, donde finalmente falleció.
En el video de una cámara de seguridad de una casa particular, al que tuvo acceso Infobae, se puede ver cómo Fernando se arrojó de su camioneta, que siguió en movimiento hasta chocar con otro auto estacionado. En el video se puede ver también cómo Marino quedó primero arrodillado sobre el asfalto, donde varios autos vehículos, en el transcurso de varios minutos, pasan por al lado de él y lo esquivan.
Fernando convivía desde hacía muy poco tiempo en Sarandí con Mayra, su novia desde hace seis años, había terminado el colegio en la Escuela Secundaria de Jóvenes y Adultos de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) –que también publicó un comunicado en el que lamentaron su muerte y enviaron condolencias a su familia– y pensaba en empezar una carrera universitaria.
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