La Cámara Federal de Casación Penal rechazó este martes un pedido de salidas transitorias formulado por el abogado Ángel Barbieri, condenado a 25 años de prisión por el secuestro del estudiante correntino Cristian Schaerer.
La Sala III, integrada por los jueces Eduardo Riggi, Juan Carlos Gemignani y Liliana Catucci, negó el recurso interpuesto por Barbieri, quien intenta desde el año pasado obtener autorización para salidas transitorias.
El abogado, condenado en 2007 a la pena de 25 años de prisión por el secuestro del estudiante universitario Cristian Schaerer, cumple la condena en la Unidad Penitenciaria 7 de la ciudad de Resistencia, Chaco, y el 30 de diciembre de 2019 el tribunal que dictó la sentencia en Corrientes le negó el recurso de salidas transitorias.
Tras el rechazo en el Tribunal Federal de esa provincia, el condenado recurrió a Casación, pero recusó a los jueces Catucci y Riggi, reclamando que su pedido se tramite en la Cámara Federal de Apelaciones de Corrientes.
El revés para el profesional se sustentó en que “la naturaleza del delito se mantiene, dado que, además de ser grave (secuestro extorsivo calificado), es permanente, pues aún no se sabe el destino del joven Cristian Schaerer”, señalaron los jueces de la Sala III.
Asimismo, indicaron que “todavía se encuentra pendiente la realización del juicio oral y público de la última parte de la causa elevada a debate, así como la extradición a nuestro país solicitada a Portugal de José Horacio Maidana y José Rodolfo Lhormann, que todavía no pudo concretarse”.
Cabe recordar que a principios de año concluyeron sin éxito las tareas de búsqueda del cuerpo del estudiante secuestrado en 2003 en Corrientes, en el arroyo Imboa de la localidad brasileña de Uruguayana, donde las autoridades judiciales habían llegado luego de la declaración de un testigo de identidad reservada, quien aseguró que los restos fueron depositados allí por los autores del hecho.
Sobre las tareas realizadas, el fiscal federal de Corrientes Flavio Ferrini destacó el “gran esfuerzo por parte del personal de Gendarmería Nacional, que trabajó en un terreno muy difícil” y remarcó que “se desarrolló en el arroyo el desagote de 25 metros de longitud mediante la construcción de dos diques, a cargo de una empresa contratada para tal fin”.
Una vez concluida la tarea de ingeniería hidráulica, los especialistas de Gendarmería delimitaron y buscaron en la zona marcada por un testigo brasileño de identidad reservada, que había declarado ante la Justicia que en ese sector se habían depositado los restos del joven correntino, secuestrado el 21 de septiembre de 2003 y por el cual se había pagado un rescate de 277.000 dólares. En total se drenaron casi 9.200.000 litros de agua.
Este mecanismo de búsqueda fue determinado tras el primer rastrillaje subacuático, en el que se logró buscar hasta en un metro de profundidad debajo del lecho. En consecuencia, se manejaba la hipótesis de que, por el paso del tiempo y la acumulación de sedimento, los restos estarían a una profundidad de entre un metro y medio y tres metros bajo tierra.
El joven fue secuestrado por una peligrosa banda liderada por Rodolfo “El Ruso” Lohrmann y Horacio “El Potrillo” Maidana, ambos detenidos en Portugal en 2016 y a la espera de su extradición a Argentina.
Schaerer, hijo del ex ministro de Salud de la provincia de Corrientes, Juan Pedro Schaerer, fue secuestrado en la puerta de su casa del barrio Las Tejas, a las 23:30 del 21 de septiembre de 2003. El pago del dinero de la recompensa al testigo oculto dependía de los resultados de la nueva búsqueda.
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