La semana pasada, la división Delitos Cibernéticos contra la Niñez y la Adolescencia de la Policía Federal irrumpió en la casa de un vecino de la periferia de la ciudad de Carmen de Patagones, un hombre de 64 años apodado “Pepe”, en un operativo realizado con la ayuda de la delegación Viedma de la Federal bajo las órdenes del Juzgado de Garantía N° 2 y la UFI N° 14 de Bahía Blanca. La orden era allanar su casa y secuestrar elementos de valor para la causa por un delito aberrante: abusar de una niña de 5 años que vive en una casa aledaña.
Un vecino lo había denunciado en la Comisaría de la Mujer de la zona a comienzos de julio pasado, no por un solo ataque, sino por varios, que incluían exhibiciones obscenas y que habrían comenzado cuando la menor tenía apenas 3 años. La familia de la víctima lo notaba: encontraron cambios de actitud en la nena, reacciones agresivas que podrían indicar un posible abuso. Un análisis físico a la menor confirmó la denuncia, según aseguraron fuentes del caso a Infobae.
Así, fueron por “Pepe”, cuyo nombre las autoridades mantienen en reserva para preservar a la víctima. Lo encontraron y registraron su casa: se llevaron una tablet, un celular y su colección privada de DVD copiados. Encontraron títulos genéricos como “Pendejas” y “Zoofilia”, así como un juguete sexual, junto a muñecas Barbie.
Sin embargo, “Pepe” no fue a una celda. La Justicia, según fuentes del caso, lo consideró por su edad una persona de riesgo ante la pandemia del coronavirus. Se lo notificó de la causa y de su obligación de presentarse a su declaración indagatoria.
La cercanía con su víctima es perturbadora: “Pepe” es una persona allegada a la familia, comparten un mismo lugar de residencia ya que alquilan una casa en el en mismo terreno.
Se espera que su indagatoria se produzca mañana y que el fiscal de la causa pida su detención domiciliaria. A la acusación de abuso sexual simple se suma también el cargo de corrupción de menores.
La captura de “Pepe” no es la única de la división de la PFA en las últimas semanas. Días atrás, en San Martín de los Andes, capturaron a otro prófugo de un perfil particularmente perverso, un hombre procesado por narcotráfico apodado “El Brujo”.
El fiscal Daniel Ichazo de la UFI N° 1 de Berazategui, lo acusa de instigar a su ex pareja, una docente de Quilmes, a que abuse de su propio hijo, un chico discapacitado de apenas 11 años, de filmar los ataques y enviárselos por WhatsApp. Hay 64 videos con, al menos, dos escenas que muestran un acceso carnal.
La trama se descubrió luego de que Gendarmería lo allanara a mediados del año pasado por presuntamente mover marihuana en la zona de Zapala. Al peritar su teléfono encontraron el material prohibido y las conversaciones, donde “El Brujo” le da instrucciones específicas a la docente, que luego fue detenida. Se encontró allí el lugar donde cometía los abusos: la habitación de su propio hijo, con una discapacidad mental.
La Dirección de Análisis de la Conducta Criminal y Victimológica del Ministerio de Seguridad de la Provincia evaluó los chats entre “El Brujo” y la docente, habló en sus resultados de “características asimétricas”, de “elementos de manipulación y ejercicios de poder”.
Sin embargo, el análisis aseguró que la ex maestra “por un lado, actúa bajo influencia y manipulación de su pareja, pero por otro, posee conservada la capacidad de discernimiento y conciencia de sí, de cuidado del otro, de la existencia de un niño y su rol como madre”.
Así, Ichazo requirió la detención de “El Brujo”, que fue encontrado junto a su novia en la ciudad patagónica.
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