En Granadero Baigorria, ciudad ubicada a sólo 10 kilómetros del centro de Rosario, en la provincia de Santa Fe, un hombre de 74 años fue brutalmente atacado luego de que tres delincuentes ingresaran a su casa con el fin de robarle su celular, dos ollas de cocina, un secarropas y una garrafa.
A Horacio López lo golpearon con palos y machetes en su cabeza y en varias partes del cuerpo. El hombre fue trasladado al Sanatorio Plaza de Rosario, en donde debieron cerrarle las heridas con 18 puntos de sutura. También le lastimaron las muñecas.
Las imágenes de López se viralizaron en toda la provincia e indignaron a sus vecinos, quienes posteriormente identificaron a los asaltantes e incluso intentaron linchar a uno de ellos. Se trata de tres jóvenes, algunos menores de edad, quienes ya habían sido denunciados por robos anteriores.
“Me desperté a la 1 de la mañana porque sentí que estaban con la barreta, intentando sacar la reja. Me levanté y miré por otra ventana, les dije ‘¿qué hacen ahí?‘. Y me dijeron que ya se iban. Se metieron y me agarraron con un palo. Tengo un tajo en la cabeza que parece que fue con un cuchillo mío, que también se lo llevaron. Después, palos y caños. Me llevaron dos ollas grandes, una de acero inoxidable y otra de aluminio, un secarropas nuevo, que sólo pagué una sola cuota. Y el celular”, indicó López en Telenoche Rosario.
“Los identificaron porque es la segunda vez que me entran, hace seis o siete meses me entraron. Son los mismos. Cuando se fueron caminé hasta la casa de un vecino, que tiene un kiosco, pero no sonaba el timbre. Fui una cuadra más a buscar a mi hija y no me escuchaba. Entonces la hice llamar por un vecino y vino a mi casa. Esperamos como media hora a la ambulancia. Me curaron y me llevaron al sanatorio”, explicó el jubilado.
López lamentó hasta las lágrimas por el secarropas y el celular que le sustrajeron: “Ahora no sé cómo voy a hacer para pagar un celular, que me hace falta. Voy a comprar otro fiado, no sé. Las cuotas se me van como a $4.000 si me compro otro celular”.
Ayer por la madrugada uno de los atacantes fue identificado por los vecinos y comenzaron a golpearlo hasta que llegaron los efectivos policiales. El personal de la subcomisaría 17ª de Ybarlucea llegó justo a tiempo para evitar que lo lincharan.
Por los golpes, el delincuente debió ser atendido en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, en donde se constató que sufrió la fractura de su pierna izquierda. Una vez recuperado, la policía dio aviso a Fiscalía y se ordenó su traslado a un Juzgado de Menores en Rosario.
“Tuve suerte de que no me pudieron tumbar, porque a uno lo tiré de los pelos contra una mesa. Y ahí me agarraron los otros. Les hablaba y me encararon a garrotazos. La policía se llevó un palo y con eso fue que me dieron. Tuve suerte de que no me dejé o no pudieron pegarme en la cara. Me defendí”, completó.
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