El médico flebólogo Pablo Gazze, de la ciudad santafesina de Reconquista, fue detenido en el marco de una causa que investiga seis denuncias por abuso sexual en su contra y luego de que el acusado haya llamado por teléfono al marido de una de las denunciantes.
Este jueves, el fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Juan Marichal, ordenó encarcelarlo luego de comprobarse que se había comunicado con el esposo de una de las víctimas, en un claro acto de intimidación.
Además, el magistrado señaló que su decisión se basó en la posibilidad de que el ahora detenido pudiera entorpecer la investigación o darse a la fuga, ya que puede ser condenado a 8 años de prisión, como mínimo, y a 50, como máximo.
Asimismo, indicó que los seis hechos que se le imputan ocurrieron en el consultorio de la avenida Patricio Diez al 700, entre 2013 y 2019.
Por su parte el juez Santiago Banegas declaró la legalidad de la medida dispuesta por el fiscal y convalidó la prisión preventiva de Gazze por 60 días, hasta el 22 de septiembre.
Las fuentes señalaron que Gazze estaba transitando en libertad el proceso judicial abierto en su contra el 17 de junio pasado, cuando fue imputado por las seis denuncias.
El fiscal investiga dos abusos sexuales simples en grado de tentativa, tres abusos sexuales gravemente ultrajantes y un abuso sexual con acceso carnal agravado por causar daño mental en la víctima que, según las denuncias, ocurrieron en distintas sesiones de flebología.
El llamado que derivó en la detención de Gazze ocurrió el martes 14 de julio y duró alrededor de 18 minutos, por lo cual el esposo de una de las denunciantes recurrió a la Justicia.
En la audiencia de medida cautelar llevada a cabo en la Oficina de Gestión Judicial, el médico, que concurrió junto a su abogado defensor, reconoció que había realizado el llamado telefónico pero negó que se haya tratado de una intimidación, sino que lo había hecho como amigo del hombre, que también sería su paciente.
Además, Gazze le relató al magistrado que tiene 13 años de formación profesional, que no es no poderoso ni influyente, que lo único que hace es medicina, que no piensa fugar ni entorpecer la investigación y que siempre estuvo a disposición de la Justicia.
Sin embargo, el fiscal Marichal consideró que Gazze “llamó de forma intimidante a un testigo cercano a una de las denunciantes” y contó que pidió “más restricciones porque tiene los medios para entorpecer el proceso”.
Por su parte, el juez Banegas tuvo en cuenta para aceptar el pedido del fiscal que hay “probabilidad de comisión de estos hechos”, porque “la pena en expectativa sería alta”, y en virtud “del peligro de fuga existente”.
En ese sentido, mencionó “capacidad económica, los medios que tiene como persona conocida en la comunidad, ya que es empresario, dueño de un sanatorio, como para incidir y lograr que los testigos se retracten o no declaren”.
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