Este medio día, un grupo de familiares, amigos y barras del Club Atlético Quilmes despidieron con un largo cortejo fúnebre a Franco Moreyra, alias “Piolo”, de 26 años, el ladrón al que mató el jubilado, Jorge Ríos, en esa localidad al sur del conurbano bonaerense.
Según detallaron las fuentes consultados por Infobae, el cortejo comenzó en el domicilio de Moreyra ubicado en Sarratea y Miguel Cane, en Villa La Vera, a pocas cuadras de la casa del jubilado que fue asaltado. Luego, aproximadamente 60 personas, en una larga fila de autos, se dirigieron al estadio Centenario del club cervecero.
Los detectives relataron que los cinco delincuentes que asaltaron a Ríos pertenecen a segundas y terceras líneas de la barra de Quilmes. Los ladrones tenían un lugar en el paravalanchas de ese club y se hacían llamar la banda de Villa La Vera.
Entonces, allí, en el Centenario, según indicaron, la caravana de automóviles frenó unos instantes para que el joven ladrón muerto “se despida de su club”. Después, el grupo fue hacia el cementerio de Ezpeleta, donde enterraron sus restos y allí sólo pudieron entrar tres personas, debido a los protocolos por el COVID-19. El cortejo fúnebre duró aproximadamente dos horas, según dijeron.
Por estas horas, la Policía Bonaerense logró detener a otro delincuente. Se trata de Martín Ariel Salto, de 26 años, que también estaría vinculado a una segunda línea en una facción rival de la barra oficial del club. Salto se entregó en una de las comisarías de la localidad del sur del Gran Buenos Aires. En el transcurso del martes, el propio ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, había confirmado la detención del primer sospechoso del robo, llamado Cristian Javier Chara, alias “Dibu”, de 23 años, quien también sería un segunda línea de la barra brava de Quilmes.
La DDI realizó un relevamiento en la villa La Vera, en la zona de Lavalleja, Quilmes Oeste. Tres testimonios entregaron a “Dibu” como uno de los partícipes. Luego, la investigación continuó en la villa Los Álamos, donde el presunto barra fue encontrado. En la madrugada de hoy, Salto llegó a una oficina de guardia, quizás agobiado por la presión o porque sus escondites se habían agotado. Así, quedó a disposición del fiscal Rivas, que se dispone a indagarlo en las próximas horas.
Además, hoy por la mañana, el fiscal Ariel Rivas recibió los resultados de la autopsia practicada ayer al cuerpo de Moreyra en la Morgue Policial de Quilmes cuatro días después del ingreso del cuerpo, determinó que la causa de muerte fue un “paro cardíaco” y un “shock hipovolémico” con una hemorragia abdominal, de acuerdo al adelanto del informe al que accedió Infobae.
Había dos proyectiles dentro del cuerpo. Uno ingresó “a la altura del tórax en la línea media axilar” entre la sexta costilla izquierda: la bala cruzó una vértebra para llegar hasta el hombro derecho.
La otra fue encontrada en la fosa ilíaca derecha, cerca del abdomen. Pasó por el retroperitoneo y “rompió la aorta y la cava”, lo que llevó al shock que le causó la muerte al hombre de 26 años.
Se tomaron muestras de sangre y orina para buscar la presencia de alcohol o drogas. Hay, por otra parte, otra lesión detectada, un “tatuaje de piel”, según fuentes tribunalicias, una lesión provocada por el fuego del disparo, lo que revela el tiro a quemarropa y se suma al cuadro revelado por el video de cámaras de seguridad que muestra el momento en que Ríos patea y luego remata a Moreyra.
Luego, se conoció la declaración testimonial de un testigo clave para la causa. El hombre, vecino de la zona de quien no se revela su identidad por cuestiones de seguridad, observó la escena a pocos metros de distancia a bordo de un Fiat Uno, que también quedó grabado por las cámaras de seguridad. Declaró que vio a Ríos dispararle en tres oportunidades a Moreyra.
Por otra parte, se extrajo una muestra de piel del cuerpo de Moreyra para determinar efectivamente si realizó disparos esa noche.
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