El miércoles podrá ser una jornada clave para el futuro de Jorge Adolfo Ríos, el jubilado de 70 años que mató a un delincuente que se había metido en su casa de Quilmes para robarle. La fiscalía recibirá a tres testigos, que darán su versión sobre los hechos y revelarán el estado emocional en el que se encontraba el autor de los disparos al momento del incidente.
Una de los testigos es una joven llamada Patricia, quien vive en la misma cuadra de la calle Acha, en el cruce con Ayolas, y quien vio la secuencia final del trágico hecho, que finalizó con la muerte de Franco Martín Moreyra, de 26 años.
Patricia habló a primeras horas de la mañana del miércoles y dio su versión sobre lo sucedido durante la madrugada del sábado.
“Yo vi casi practicamente todo porque vivo en una casa con una ventana a la vista. A mí me despierta un disparo, que fue lo que me hace asomar a la ventana. Yo escucho los disparos y después lo veo a Jorge salir de su casa”, relató la joven ante diferentes medios.
“Él me gritó que llamara al 911. Yo lo hago y salgo a correr. Cuando llegué a la esquina, él ya estaba volviendo. Le hablo, le hablo y le hablo. Pero él estaba completamente ido, estaba en shock. No me registró directamente. Ahí llamamos a su hijo y ya apareció él”, afirmó la testigo.
Patricia destacó la cordialidad del jubilado a lo largo de todos los años que se conocieron y remarcó la sorpresa que le dio ver que el hombre no respondía a sus palabras. Incluso, advirtió que Ríos no quería soltar su arma, una pistola Bersa Thunder .9 mm, al momento de ser regresado a su domicilio.
"Más allá de lo que quieran decir los garantistas. Yo particularmente lo conozco desde hace 30 años, es una excelente persona. Y más allá de eso, creo que él estaba en estado de shock porque yo lo vi", afirmó.
Por su lado, Federico Ríos, el hijo del jubilado, charló con el periodista Ernesto Tenembaum en Radio con Vos y advirtió que toda la familia atraviesa una pesadilla desde que ocurrió el trágico hecho.
“Tenemos un sentimiento de luto porque nuestra vida cambió por completo. Tengo a mi papá con una causa complicada”, afirmó.
"Nos gustaría volver al pasado, pero bueno, que todo lo que se desenlace de esto sea lo más parecido a volver al pasado, tanto para nosotros como para la familia de esta persona, que como siempre digo, es una persona que salió a robar, a golpear y no tendría que estar fallecida, tendría que estar presa", completó.
Federico Ríos, de 35 años, dijo que todavía no habló con su padre sobre lo sucedido en la madrugada del viernes y advirtió que Jorge se había comprado un arma hacía pocos años, en contra de la opinión de toda su familia.
“Un día nos enteramos de que él tenía un arma. Nunca se lo festejamos. Mi papá es un tipo muy correcto en todo sentido. El arma es completamente legal, era de él, tenía todo lo que corresponde. Pero es algo que nunca nos gustó. Es un viejo a la antigua. Pensó que era la mejor manera de protegernos. Yo tengo hijos chiquitos, es algo que nunca nos gustó. Siempre fue hasta tema de discusión. Pero bueno…”, dijo.
A su vez, Federico deslizó críticas hacia el incremento de la inseguridad en Quilmes a lo largo de los años y se lamentó la posibilidad de que todas su familia se tenga que mudar, debido a las amenazas de muerte recibidas en las últimas horas.
“¿Quién no está harto de esta inseguridad? ¿Quién no está harto de llamar al 911 y que vengan, te asistan y nada más?. Yo me pregunto si la situación hubiese sido distinta. Si mi papá hoy en día estuviese muerto. Si yo hubiese ido a la villa, a la casa de esta gente a hacer lo que hicieron en mi casa, yo me pregunto si salgo vivo de ahí. Yo me pregunto si puedo entrar y salir vivo. Y ahora soy yo el que se tiene que mudar de la casa. Somos nosotros los que tenemos que poner la casa de nuestra vida en venta por una situación que nosotros, ni mucho menos mi papá, buscamos”.
El hijo del jubilado dijo entender las críticas de parte de la sociedad al accionar de su padre, pero también deseó que nadie se tenga que poner en los pies del jubilado ni la de sus familiares para entender lo que se está viviendo.
“Esta casa era punto de encuentro de navidades y fin de año y ahora es un mal recuerdo. Y eso es muy complicado de poder entenderlo y ponerse en el lugar de mi familia y de mi viejo. Yo no puedo pretender que la gente se ponga en el lugar de mi viejo, pero sí deseo que nunca estén en nuestros zapatos”, aseguró.
Por su lado, el ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, confirmó que fueron un total de cinco delincuentes los que participaron en el robo. Dos de ellos, Cristian “Dibu” Chiara y Martín Salto fueron detenidos en el transcurso del martes y aún quedan dos prófugos.
“Me entrevisté con Ríos y vi a una persona abatida, totalmente destrozada por una situación que él no provocó. Ríos se fue a dormir con la única intención de descansar. Fue abordado por los delincuentes, tuvo que luchar cuerpo a cuerpo literalmente por su vida”, dijo Berni a Canal 13.
Además, Berni indicó que uno de los delincuentes había sido condenado en 2018 a una pena de cuatro años de prisión por un robo y se encontraba ahora en libertad. “No puede ser que una persona que sólo se había ido a descansar esté ahora detenido y que la persona que tenía que estar detenida ahora se encuentra libre”, afirmó el titular de la cartera de seguridad.
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