A Jorge Adolfo Ríos le otorgaron la prisión domiciliaria este lunes luego de permanecer dos días detenido en la Comisaría 9° de Quilmes, lugar al que llegó el sábado al mediodía luego de matar a un delincuente que había entrado a su casa mientras dormía. Esta tarde se conoció el video en el que se distingue al hombre de 71 años y a Franco Moreyra.
En las imágenes se observa a Moreyra, uno de los cinco ladrones que golpeó y le robó a Ríos, escapar a pie. Intentó escabullirse entre las calles con una grave dificultad para correr producto de una herida de bala en la pierna derecha. Ríos corrió detrás de Moreyra y lo alcanzó cuando ya estaba en el suelo.
Ríos fue sorprendido mientras dormía por Moreyra y otros cuatro delincuentes que ingresaron a su vivienda y lo golpearon salvajemente para que confesara dónde tenía dinero. “Le pegaron una paliza fenomenal y lo querían torturar con un destornillador. Mi cliente actuó en su legítima defensa. El arma estaba registrada y tenía permiso para portarla”, aseguró su abogado defensor Marino Cid, quien además se quejó del trato que recibió el jubilado en la comisaría cuando sufrió una descompensación por el estado de shock que estaba atravesando.
En la revisación médica se constató que Ríos tenía heridas sangrantes en su cabeza y lesiones visibles en un antebrazo y el rostro. La detención del jubilado provocó la indignación de los vecinos, quienes no sólo denuncian un aumento en los casos de inseguridad, sino que no pueden entender cómo la Justicia transforma a una víctima en victimario.
“Ya tenemos a todos identificados, arrestamos a uno y hay otra detención en proceso. Además, aparentemente, uno de ellos había sido liberado de prisión hace pocas semanas por el coronavirus”, confirmó en una conferencia de prensa realizada en la DDI de Quilmes. Infobae constató que se trata de Dibu Chara, quien sería barrabrava del club Quilmes.
“No lee, usa anteojos con mucho aumento y no maneja porque se desorienta. Sin embargo, el fiscal dice que le apuntó al ladrón y le disparó con precisión milimétrica”, aseveró a Infobae su abogado defensor Marino Cid.
Ríos sufre de EPOC, tuvieron que sacarle un riñón, quedó con taquicardia de base luego de sufrir un infarto, camina con bastón y padece discapacidad visual debido a que toda su vida trabajó como soldador. Durante la noche ingresaron tres veces a su casa para robarle.
El fiscal Ariel Rivas, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 del Departamento Judicial de Quilmes, entiende que “el ladrón fue baleado en un estado de total indefensión, cuando ya no representaba ningún peligro”, según precisó a Télam. Al ser indagado, Ríos se negó a declarar.
El hijo del jubilado reveló que recibieron amenazas de muerte y no descartan mudarse para dar una vuelta de página, porque no creen que sea posible vivir en paz en la misma casa después de lo que pasó.
Ríos vivió casi toda su vida en ese barrio. Es viudo, tiene tres hijos, dos mujeres y un varón, y 5 nietos. Vive solo pero está en permanente contacto con su hijo, que trabaja de tornero en un taller que queda al lado de su casa. Ahora, su familia está preocupada por esta situación que le toca vivir; pero sobre todo por su delicado estado de salud y por sus problemas de corazón.
“La normalidad que teníamos de vida se terminó, perdemos una casa, por más que sea un patrimonio, es un punto de reunión de todas las Navidades y Año Nuevo”, describió con crudeza Federico Ríos en radio La Red.
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