Un sacerdote fue asesinado a puñaladas y su cuerpo fue hallado tapado con una sábana, tras ser atacado por al menos dos delincuentes, quienes asaltaron la vivienda donde residía en el interior de la parroquia San Martín de Porres, en la ciudad de Tucumán. Asimismo, le robaron dinero y algunas pertenencias.
El hecho ocurrió en la parroquia ubicada en la calle San Martín y Castro Barros, en la capital provincial, y la víctima fue identificada como el sacerdote Oscar Juárez, quien fue asesinado de “varias puñaladas” en distintas partes del cuerpo, según reveló la titular de la Fiscalía a cargo de la investigación, Adriana Giannoni.
El hecho fue descubierto este miércoles por la mañana, cuando una empleada de limpieza llegó a la iglesia y descubrió que estaban violentadas las puertas de la casa donde se alojaba Juárez, por lo que dio aviso a la policía.
De inmediato, un patrullero concurrió al lugar y encontró el cuerpo del sacerdote tapado con una sábana y con heridas en todo el cuerpo.
Según la funcionaria judicial, al menos dos personas ingresaron a la vivienda de Juárez luego de violentar las puertas de acceso y tras mantener una disputa con el sacerdote, quien habría intentado defenderse, lo apuñalaron y huyeron del lugar con dinero y algunas pertenencias de la víctima.
“El móvil del crimen sería un robo y aparentemente los agresores tenían todo listo para escapar del lugar cuando fueron sorprendidos por el padre, quien aparentemente ingresó en ese momento y se encontró con los ladrones”, explicó Giannoni a los medios de prensa.
La representante del Ministerio Público Fiscal explicó que el sacerdote “no estaba atado”, aunque aseguró que tenía “una cinta que le daba vuelta en toda la cara” como si hubiesen querido amordazarlo.
Además, explicó que los peritos determinaron que había “varias puertas violentadas y es casi seguro que actuaron dos o tres personas, aunque por el momento no hay sospechosos identificados”.
Según las primeras pericias de los médicos forenses, el ataque se produjo entre la 1 y las 2 de la madrugada, aunque el cuerpo, que estaba tapado con una sábana, fue encontrado 10 horas después por la persona encargada de realizar la limpieza en la iglesia.
La víctima tenía 67 años, llevaba 42 años como sacerdote y desde hace 13 estaba a cargo de la parroquia San Martín de Porres, según precisaron fuentes del arzobispado.
El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, se hizo presente en el lugar mientras los investigadores realizaban las pericias correspondiente y se mostró consternado con el crimen. “La muerte de un sacerdote nos genera un dolor profundo, pero en especial la de este cura que estuvo muchos años dedicado a la Iglesia pero tenía pilas para seguir”, dijo el arzobispo.
Sánchez describió al párroco Juárez como “una persona humilde, generosa y servicial”, que pertenecía a una familia muy cercana a la iglesia católica y contó que había pasado por el Seminario Mayor.
“Fue mi profesor, tenía una mente lúcida”, enfatizó el arzobispo tucumano, quien pidió a la comunidad religiosa de la provincia que “nos unamos en oración y respetemos el dolor de sus seres queridos”.
Hace casi cuatro años, en octubre de 2016, la comunidad cristiana tucumana también se vio conmovida por la muerte del sacerdote Juan Viroche, un caso que en un primer momento fue tratado como homicidio y se vinculó la causa con la intervención de narcos que operan en la zona este de la provincia.
Sin embargo, meses después la Justicia cerró la investigación al asegurar que se trató de un suicidio, lo que generó una fuerte polémica, ya que el caso había alcanzado repercusión nacional e internacional.
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