Amigos, familiares y vecinos de Lucas Verón se reunieron esta mañana en la puerta del Juzgado de Garantías que investiga la muerte del joven de 18 años, asesinado de un disparo en el pecho durante una persecución policial el viernes pasado en la localidad de González Catán.
De un momento a otro, sin embargo, la manifestación pacífica se tensó debido a que un grupo de personas que participaban del reclamo se sintieron provocados por efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que custodiaban la dependencia judicial.
En ese momento se produjeron corridas y algunos manifestantes intentaron ingresar al edificio ubicado en la intersección de las calle Marcón y Florencio Varela, donde funciona el Juzgado de Garantías N°1 que deberá resolver la situación procesal de los policías bonaerenses Ramón Ezequiel Benítez y Cintia Daiana Duarte, detenidos e imputados por el hecho.
En ese momento, otro grupo de personas debió asistir a Cinthia, la hermana del joven asesinado, que se descompensó. “Nos están provocando”, dijo uno de los manifestantes. Mientras tanto, los parientes del joven y allegados de la familia intentaron calmar los ánimos y pidieron “no caer en provocaciones” ni “hacer el juego” a los efectivos, que, según indicaron, hacían gestos desde los patrulleros. Tras ese episodio, se reforzó la presencia policial en la entrada del edificio.
Lucas Nahuel Verón había cumplido 18 años el pasado jueves 9 de julio. En la madrugada del viernes, pasada la una de la mañana, Lucas había salido de su casa en el barrio de Villa Scasso, de la localidad bonaerense de González Catán, donde apenas unas horas antes había festejado con su familia, para comprar cigarrillos y una gaseosa junto a un amigo de 17 años, apodado “Moneda”.
En circunstancias que aún no fueron esclarecidas, un móvil del Comando de Patrullas comenzó a perseguir la moto en la que viajaban hasta que los chocó por detrás y los tiró al asfalto, por lo cual los jóvenes escaparon corriendo asustados. En ese momento, un policía descendió del vehículo y efectuó “entre dos y tres disparos”, de acuerdo a su relato, con su arma reglamentaria, uno de los cuales impactó en la víctima.
El amigo de Lucas corrió hasta la casa de la familia Verón para avisar lo que había ocurrido y cuando fueron a buscarlo para llevarlo al hospital Simplemente Evita los agentes Duarte y Benítez -que son pareja y tienen tres hijos en común- ya se habían retirado sin dar aviso de lo que había ocurrido. Horas después fueron detenidos e imputados por el fiscal Juan Pablo Tahtagian por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.
Una de las versiones que figuran en el expediente, según confirmaron altas fuentes de la investigación a Infobae, es que que “Moneda” admitió que Nahuel, desde la moto, “le manoteó” el celular a una chica y que a partir de ahí intervino el móvil policial. “Eso es mentira, le hicieron decir eso al chico, lo apretaron en la comisaría”, aseguró Cinthia. “Lo encerraron y le dijeron que tenía que decir que salieron a robar porque sino se ‘comía’ 25 años preso”, precisó.
“El menor de edad que acompañaba a Lucas en la moto recibió presiones y amenazas policiales para que declare que venían de robar”, afirmó la Comisión Provincial por la Memoria en un comunicado en el que aseguró que se trató de un caso de “gatillo fácil”. “Luego del pedido de la CPM para que se aparte de manera urgente a la fuerza de la causa, se trasladó a los testigos y al joven a la fiscalía donde declararon sin la presencia de los efectivos. Allí describieron de manera precisa el asesinato policial”, agregaron.
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