La hermana de Lucas Verón, el joven que fue asesinado durante una persecución policial en el partido bonaerense de La Matanza y por cuyo crimen fueron detenidos dos efectivos, desmintió que su hermano estuviera huyendo de la policía tras haber robado un celular cuando fue asesinado. Además denunció que el amigo que viajaba con él recibió amenazas en la comisaría Segunda de González Catán para obligarlo a hacerse cargo de un supuesto hurto.
Si bien la Justicia aún investiga por qué motivo los perseguía el móvil del Comando de Patrullas en el que viajaban Ramón Ezequiel Benítez y Cintia Daiana Duarte -que son pareja, fueron desafectados de la fuerza y están imputados por el homicidio-, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) publicó un comunicado en que aseguró que se trató de un caso de “gatillo fácil”
Lucas Nahuel Verón había cumplido 18 años el pasado jueves 9 de julio. En la madrugada del viernes, cuando fue asesinado, Lucas había salido de su casa en el barrio de Villa Scasso, de la localidad bonaerense de González Catán, donde apenas unas horas antes había festejado con su familia, para comprar cigarrillos y una gaseosa junto a un amigo de 17 años, apodado “Moneda”.
“Como no encontraron un kiosco abierto, volvieron. Ahí les tiraron un patrullero encima, mi hermano se asustó y el amigo que iba manejando también”, relató esta mañana Cinthia, la hermana de Lucas. El patrullero habría impactado por detrás a la moto en la que iban los jóvenes, que comenzaron a correr en dirección a su casa ubicada a una cuadra y media. En ese momento, el policía Benítez, que iba manejando, habría descendido del vehículo y efectuado entre dos y tres disparos con su arma reglamentaria, uno de los cuales impactó en la víctima.
El joven continuó corriendo pero a unos 20 metros cayó al piso gravemente herido, por lo que su amigo fue a avisarle a la familia de la víctima que vive a una cuadra y media del lugar. Mientras tanto, los policías se fueron del lugar y no avisaron de la situación a sus superiores. El joven fue trasladado de urgencia al hospital Simplemente Evita de González Catán pero murió a causa de las heridas. La causa quedó en manos del fiscal de La Matanza Juan Pablo Tahtagian, que dispuso el relevamiento de las cámaras de los comercios, identificó al móvil involucrado y ordenó la aprehensión de los efectivos.
En el hospital, de acuerdo al relato de Cintia, los policías Benítez y Duarte estaban junto a la familia cuando los médicos le comunicaron que Lucas había muerto. “Ella me consolaba a mi y a mi mamá. Ayer mirando las fotos la vi, la tenía enfrente mío y no me daba cuenta. Era esa hija de mil…”, señaló.
Una de las versiones que figuran en el expediente, según confirmaron altas fuentes de la investigación a Infobae, es que que “Moneda” admitió que Nahuel, desde la moto, “le manoteó” el celular a una chica y que a partir de ahí intervino el móvil policial. “Eso es mentira, le hicieron decir eso al chico, lo apretaron en la comisaría”, aseguró Cinthia. “Lo encerraron y le dijeron que tenía que decir que salieron a robar porque sino se ‘comía’ 25 años preso”, precisó.
En un comunicado, la CPM avaló su relato. “El menor de edad que acompañaba a Lucas en la moto recibió presiones y amenazas policiales para que declare que venían de robar. Luego del pedido de la CPM para que se aparte de manera urgente a la fuerza de la causa, se trasladó a los testigos y al joven a la fiscalía donde declararon sin la presencia de los efectivos. Allí describieron de manera precisa el asesinato policial”, afirmaron desde el organismo de derechos humanos.
De acuerdo a los resultados preliminares de la autopsia sobre el cuerpo del joven, Lucas recibió un balazo en el pecho que salió por su espalda y lesionó a su paso los pulmones y el corazón, causándole la muerte.
“Su amigo lo ve que él se desvanece y lo quiere levantar pero no puede entonces sale a correr, dobla una antes de mi casa y cuando llega sale toda mi familia a ver que le pasó y lo encontramos tiradito. No sé si estaba con vida porque cuando yo salía se lo estaban llevando, pero cuando llega al hospital ya había fallecido”, contó su hermana esta mañana.
De acuerdo a los resultados preliminares de los médicos forenses de la Morgue Judicial de Lomas de Zamora, no se pudo obtener un proyectil o plomo del cadáver para un futuro cotejo balístico ya que el tiro atravesó al chico de adelante hacia atrás. Este martes, los peritos del Ministerio Público comenzarán con el análisis comparativo de las dos pistolas 9 milímetros de los acusados con la misma cantidad de vainas de ese calibre secuestradas en la escena del crimen para determinar quién efectuó los disparos.
Mientras tanto, Ezequiel Benítez y Cintia Duarte continúan detenidos e imputados por el fiscal Tahtagian del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”. Ambos policías, que son pareja y tienen tres hijos en común, se negaron a declarar y quedaron ahora a disposición de la jueza de Garantías N°1 de La Matanza, Mary Castillo, mientras se resuelve su situación procesal.
“Ya se solicitaron informes sobre los GPS de los patrulleros y los llamados al 911, y esos datos después los vamos a cruzar con lo que aporten los testigos, que siguen declarando”, explicó a la Agencia Télam una fuente de la pesquisa.
De acuerdo a la hermana de Lucas, Ezequiel Benítez, a quien ella conocía del barrio porque patrullaba habitualmente la zona, fue denunciado por maltratar a otros adolescentes de la zona. “Les gustaba verduguear a los chicos, maltratarlos. Ayer vino una chica a decirnos que estaba a dispuesta a declarar eso”, agregó. “Mis padres están tomando fuerza porque queremos Justicia. Mataron a mi hermano, no era un delincuente. Quiero que esto salga a la luz, que se entere todo el mundo. Que lo mataron sin razón de nada en el medio del pecho”.
Según contó su familia a este medio, el joven tenía profunda devoción por los caballos y la carpintería y era fanático de la jineteada. “Mi hijo era un trabajador, una excelente persona. Vivía para sus caballos y los carros que restauraba. Me lo mataron como una rata, me lo fusiló como un perro y me lo dejó tirado en una zanja”, dijo su padre este fin de semana, que pidió además al fiscal Tahtagian, “que no le tiemble la mano cuando tenga que tomar una determinación con los asesinos”.
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