Lucas Nahuel Verón cumplió 18 años el 9 de julio pasado. Hizo un festejo con globos, torta y rodeado de su familia en el barrio Villa Scasso, de la localidad bonaerense de González Catán. En un momento de la madrugada del viernes, el joven decidió salir con un amigo para comprar cigarrillos y una gaseosa pero nunca más volvió: en el medio del trayecto fue asesinado de un balazo que aparentemente fue efectuado por efectivos de la policía de la provincia de Buenos Aires.
Si bien el hecho todavía es investigado por el fiscal de La Matanza, Juan Pablo Tahtagian, los primeros indicios apuntarían a que habría sido un proyectil policial el que acabó con la vida de Lucas. Ahora resta saber en qué circunstancias ocurrió el crimen pero todo hace suponer que se trató de un nuevo caso de gatillo fácil. “Hay tres testigos, además del amigo, los que indicaron que la bala salió de un móvil policial”, dijo a Infobae una alta fuente de la investigación.
Para la familia, sin embargo, no hay dudas. “Los asesinos de mi hermano fueron los policías Ezequiel Benítez y Cintia Duarte. Es más, por eso ya los echaron de la policía. Fueron ellos y sólo esperamos que se haga justicia”, dijo a este medio Cintia Verón, la hermana mayor del chico asesinado. Luego del crimen, Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad de la Provincia desafectó a los dos agentes involucrados en este crimen y les retiró el permiso de uso de uniforme, placa y armas (que ya estaban a disposición de la Justicia). Hoy, tras estar ante el fiscal, los policías -que son pareja en su vida privada y tienen tres chicos- se negaron a declarar, confirmaron a Infobae.
“No hay justificación para lo que hicieron. Destrozaron a una familia y acabaron con la vida de un pibe que recién comenzaba. Lo mataron como a un perro”, dijo Cintia, quien contó algunos detalles hasta ahora desconocidos de su hermano.
Por ejemplo, de acuerdo con la mujer, la pasión de Luca eran los caballos y la carpintería. Era fanático de la jineteada y de hecho dejó este año el último año del colegio para hacer un curso que lo convertiría en experto en todo lo relacionado a la madera. “Tenía cuatro caballos, vendió uno y construyó su propio carro. Pero quería armar su propio coche. Era un gusto que adquirió por el papá y por el abuelo, que también eran fanáticos de los caballos. Él no quería estudiar más. Quería dedicarse a sus caballos, a la carpintería y ayudar en la casa”, relató la hermana casi con la voz quebrada.
Este año Lucas tenía el objetivo de comprarse una camioneta. Quería hacer fletes para colaborar con la economía de la casa. Tanto su padre como su mamá están sin trabajo, por lo que la decisión este año fue dejar el colegio y buscar una salida laboral.
En total son cuatro hermanos. Lucas, Cintia y dos más. Viven casi todos en la misma propiedad dentro del barrio y según la mujer, son todos muy unidos. De hecho en los videos y las fotos que circulan de las redes sociales del cumpleaños, se lo ve al joven rodeado de sobrinos, primos y muchos amigos. “Mi hermano era mi vida. Lo querían en serio todos. Era un pibe que nunca tuvo problemas con nadie, nunca estuvo preso, no le gustaba tomar alcohol y estaba siempre con sus caballos. Nos destruyeron”, agregó la hermana.
Las fuentes consultadas por este medio relataron cómo fue el episodio. Cerca de la 1:30 de la madrugada del viernes, Lucas Verón salió para acompañar a un amigo -apodado “Moneda”- a comprar una bebida y cigarrillos. Se subieron a una moto y emprendieron el camino. De un momento a otro, comenzaron a ser perseguidos por un móvil del Comando de Patrullas, en el que iba Benítez y Duarte.
Luego de algunos metros, el patrullero golpeó a la moto y le hizo perder el control a “Moneda”, que era quien manejaba el vehículo. Ambos cayeron y luego se desató lo peor. Sin una explicación aún brindada, se bajó el conductor del móvil y efectuó dos disparos al ver que los jóvenes huían del lugar. Nahuel, que iba atrás, fue quien quedó herido, caminó unos 20 metros más o menos y cayó desplomado.
Su amigo fue de inmediato a la casa de los Verón para avisar lo que había ocurrido. Lo llevaron al hospital pero cuando llegaron, el joven que recién había cumplido la mayoría de edad, estaba muerto. En cuanto a los oficiales señalados, se supo que se fueron del lugar y no avisaron de la situación a sus superiores. Sin embargo, el fiscal Tahtagian dispuso el relevamiento de las cámaras de seguridad de los comercios de la zona e identificó al móvil.
Hay un dato al que tuvo acceso Infobae y que podría explicar el origen de todo. Según las altas fuentes de la investigación consultadas por este medio, “Moneda” admitió que Nahuel, desde la moto, “le manoteó” el celular a una chica que estaba en la vía pública y que a partir de ahí intervino el móvil policial.
“Eso es mentira. Al amigo de mi hermano lo obligaron a decir eso para justificar todo. Igual si fuera cierto, un celular nunca es excusa para matar a una persona. Acá hubo un exceso y lo asesinaron”, dijo Cintia al ser preguntada por esta versión que ya está incorporada en el expediente.
“Mi mamá hoy no se puede mantener en pie. Está destruida. Nahuel era su vida y ya no está más. Todas las pruebas muestran que fueron ellos y ojalá paguen por lo que hicieron”, pidió la hermana, quien además, hizo una acusación que estremece: “Cuando estábamos en el hospital, llorando todos, vino la oficial Duarte, la que mató a mi hermano, se acercó a mi mamá y a mí y nos consoló. Nos dijo que nos quedáramos tranquilas. Yo en el momento no caí en cuenta pero después vi un video del hospital en el que noté que está ella. Juro por la vida mi hermano que ya no está más, que esa mujer estaba ahí. Cómo es posible”, aseguró la mujer. Fuentes de la causa dijeron a Infobae que por el momento ese hecho se está investigando y aún “no se tiene nada”.
La Comisión Provincial por la Memoria (CPM) emitió un comunicado en el pide que se investigue el caso y apuntó contra la policía de la Provincia y recordó los últimos casos en los que la fuerza de seguridad está apuntada por mal desempeño. “En el mes de junio la policía bonaerense produjo la muerte por uso de la fuerza de una persona cada 40 horas. Fueron 18 muertes, la mayoría de varones, jóvenes y pobres. La cifra está en consonancia con un despliegue de la fuerza policial en el territorio que ha profundizado sus prácticas habituales, y en tiempos de pandemia viene mostrando su cara más violenta, arbitraria y cruel”, indicó el organismo.
En los últimos días, la Policía Bonaerense fue el centro de atención por la desaparición de Facundo Castro, el joven de 22 años fue visto por última vez el 30 de abril pasado, cuando era detenido por dos policías e ingresado a la cabina trasera de un patrullero.
En este caso, los efectivos de seguridad presuntamente involucrados son Jana Jennfier Curuhincha, Mario Gabriel Sosa, Siomara Ayelén Flores y Alberto González, quienes estuvieron en contacto con él el día que salió de su casa en el pueblo Pedro Luro
Según indicó Cintia, la familia Verón ya está siendo asesorada por una abogada contratada por ellos y van a ir hasta las últimas consecuencias para que se haga justicia por Lucas. En cuanto a los policías, siguen aprehendidos aunque hay información que maneja la fiscalía que señalaría que quien tiró del gatillo fue Benítez. “El más complicado es el hombre, pero recién se está investigando”, dijo la fuente.
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