El expediente por la muerte de Fabián Gutiérrez, el ex secretario de Cristina Kirchner, continúa incorporando evidencia sólida en procura del esclarecimiento de la mecánica y el móvil del asesinato. La causa instruida por el juez de Carlos Narvarte de El Calafate, provincia de Santa Cruz, había sumado el lunes una serie de procedimientos: el secuestro de los celulares pertenecientes a la novia de Facundo Zaeta, el más comprometido en el hecho, y a la de Facundo Gómez; la ampliación de la indagatoria de Pedro Monzón, y a raíz de sus dichos, un operativo coordinado por la Comisaría Primera y la División Criminalística bajo supervisión del juez y la fiscal Natalia Mercado.
El magistrado dispuso una suerte de reconstrucción de los hechos acompañado por las declaraciones vertidas por Monzón, el único de los cuatro detenidos que declaró en la causa a instancias de la sugerencia de su abogada la doctora Carolina Scamperti. Los otros tres imputados se negaron a hablar ante el juez, quien ordenó la realización de peritajes, inspecciones y allanamientos de interés para la causa.
Dentro de un desagüe tapado ubicado en la calle Raimundo Freile, esquina Piedrabuena, por donde habían encontrado el celular de la víctima, hallaron lo que se presume es una campera con manchas de sangre que pertenecía a Fabián Gutiérrez. En otro sector de la zona, se secuestraron trapos, un bidón de lavandina, un producto de limpieza, dos routers y una pala de cocina de plástico. Por la noche, se procedió a allanar los domicilios de las novias de Facundo Zaeta y Facundo Gómez, a efectos de saber si habían buscado refugio en sus casas y con la posibilidad de que hayan escondido algún elemento que los comprometiera.
Además de ordenar la incautación de sus teléfonos celulares, el juez Narvarte citó a declarar a Fiona Wyss, la pareja de Facundo Zaeta. Cerca de su vivienda fue donde se realizaron las últimas diligencias en las que se recogieron pruebas que comprometen aún más a los acusados. Se presentó ayer por la mañana: no quedó detenida y, según consignaron medios locales, le reveló al juez que había perdido contacto con su novio en la madrugada del jueves y que no estuvo con él desde entonces. Gutiérrez estaba desaparecido desde la noche de ese último jueves: se presume que lo mataron en la madrugada del viernes.
La División de Investigaciones de El Calafate orquestó, también ayer por la tarde, el secuestro del automóvil Volkswagen Gol Trend color blanco de Facundo Gómez. La unidad se encontraba estacionado en la puerta de su casa (la calle 25 de mayo al 200): se sospecha que los acusados se movilizaron en este vehículo antes de cometer el crimen. Se alojó en la Comisaría Segunda de la ciudad a la espera de ser peritado.
En las últimas horas, la causa acumuló varias evidencias contundentes para recrear la secuencia de hecho. Pero aún se desconoce el móvil del crimen: si se trató de un hecho extorsivo o si esconde algún trasfondo de orden político o económico. Por el momento, Gabriel Giordano, el abogado de la familia de Gutiérrez cree que el asesinato está relacionado a “un tema económico local”. El letrado de los hermanos Zaeta, el penalista Carlos Muriete, coincidió con la mirada de su colega: “No hay que darle ningún condimento político. Lo que vi en el expediente, cuando pasé vista, en 104 hojas habían prácticamente resuelto el hecho. Cuando hay cuestiones políticas se enmaraña todo, y después de 10 mil fojas no sabés lo que está pasando. Acá, con 104, lo resolvieron y encontraron el cuerpo, por lo menos”.
El abogado, en diálogo con La Opinión Austral, también dijo que Joaquín Zaeta, uno de sus defendidos no tiene ninguna relación con el crimen: “Rápidamente pedí su declaración indagatoria para que explique cuál fue su situación en este hecho. Inclusive el imputado que declaró nunca tuvo trato ni lo pone en la escena. Lo detienen porque es hermano de”.
En la autopsia, los primeros resultados indicaron que Gutiérrez murió por “asfixia mecánica” y que la muerte habría sido lenta, ya que fue torturado y ahorcado en reiteradas oportunidades, además de ser golpeado y recibir tres puñaladas en el cuello. El estudio realizado este domingo arrojó que el empresario fue golpeado en al menos dos ocasiones de manera contundente en la cabeza y en distintas partes del cuerpo. Para el juez, se podría estar ante una situación de “desavenencia personal” o “de robo” como móvil del crimen.
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