Luego de que el ex futbolista Alexis Zárate fuera detenido el viernes pasado, más de dos años después de haber sido condenado por violación, la joven que lo denunció en 2014 grabó un mensaje con su testimonio sobre la causa, el juicio y el tratamiento que reciben las víctimas de abuso en la Justicia.
“Hola, soy Giuliana Peralta y atravesé un proceso judicial de seis años, del cual quiero relatar lo que me dejó, para que los que no conozcan el proceso, como yo en ese momento, sepan de qué se trata y que de acá en más pueda mejorar el trato de la Justicia y de la sociedad en general respecto de las víctimas”, comienza diciendo en el mensaje que grabó.
Zárate fue condenado a seis años y medio de prisión por el delito de violación por el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Lomas de Zamora en septiembre de 2017 y fue detenido este viernes por orden del juez Nicolás Plo, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires, que en diciembre pasado había ratificado su condena, rechazara un recurso extraordinario presentado por los abogados del jugador para que su caso fuera revisado por la Corte Suprema nacional.
“Mi caso se hizo público sin mi consentimiento porque él y los implicados eran jugadores de fútbol. Quiero que se entienda que las que pasamos por una violación no queremos contarlo”, expresó. “En mi caso particular se lo conté a mi mamá horas después del hecho porque me vio con la cara desfigurada del llanto y gracias a que me obligó a contarlo pude hacerlo”.
El hecho ocurrió el 16 de marzo de 2014 en un departamento de la localidad de Wilde, donde vivía Zárate. Giuliana, en ese momento de 19 años, había ido a un bar de Quilmes con unas amigas, donde se encontrarían con el futbolista de Independiente Martín Benítez –con quien tenía una relación que llevaba dos años– y otros dos jugadores: Nicolás Peréz y Zárate.
Luego de pasar toda la noche juntos, Benítez le ofreció irse al departamento de Zárate. De acuerdo al relato de la víctima, ella quiso ir a un hotel alojamiento pero el futbolista se negó porque no tenía dinero para pagarlo. “Ahí tomé la peor decisión de mi vida. Acepté ir porque quería estar con él”, contó Giuliana. Una vez en el departamento, Giuliana y Benítez tuvieron relaciones sexuales. “Ahí nos quedamos dormidos hasta que yo me despierto porque me estaban abusando. Me estaban abusando y era el amigo de él”, dijo Giuliana entre lágrimas al momento del juicio, y contó que sintió que alguien la penetraba sin su consentimiento.
“A pesar de recibir mensajes por parte de Martín Benítez y Nicolás Pérez de que por favor no denuncie, yo quise hacer la denuncia igual para que ninguna otra chica pase lo que pasé yo en ese departamento”, manifestó. Luego, según cuenta en el mensaje, empezó la “segunda tortura”, en referencia a las pericias y los procedimientos judiciales a los que tuvo que someterse: “Me llevaron a hacerme hisopados vaginal y anal y otras pruebas físicas por un médico hombre. ¿Se entiende? Un hombre. Después de haber sido violada, tuve que pasar por un médico hombre desnuda. También fui al hospital y clínicas para que me realicen los estudios de protocolo. Comencé terapia, tuve que conseguir un abogado”.
“Fui llamada varias veces por la fiscalía para declarar, fui citada para realizar las pericias psicológicas y psiquiátricas tres veces cada una porque con jugadas legales lograban anularlas”, continuó. “Las pericias duraban más o menos dos horas cada una, donde te hacen relatar el hecho, te hacen preguntas, te hacen varios tipos de test, un estilo de evaluación”.
Después, Peralta se refirió a la cobertura periodística que tuvo su caso y la crueldad de los comentarios en redes sociales. “Tuve que soportar que pasen en las noticias mi caso, que hablen de mí, que digan que quería fama o plata, que me descrean o que dejen el lugar a la duda”, señaló. “Tuve que ver mis fotos en las noticias y no entiendo por qué siempre elegían justo la que tenía bikini o justo la que tenía pollera. La verdad es que son muy pocos los comunicadores que me han respetado desde el día uno. Tuve que cerrar todas las redes sociales y aislarme en una pequeña burbuja de contención que fueron mi familia y mis amigas. Todo eso mientras Alexis Zárate, Martín Benítez y Nicolás Pérez continuaban jugando en Independiente, metiendo goles como si nada hubiese pasado. ¿Saben cuánto me dolió?”.
La joven también dedicó palabras elogiosas a su abogada, Raquel Hermida Leyenda, que reemplazó a su anterior abogado, y aseguró que la letrada “sacó la causa del cajón donde estaba literalmente archivada y sin ningún futuro favorable posible”. “Ahí nos dimos cuenta de que había muchos arreglos internos entre los que fueron intervinientes hasta ese momento”, aseguró.
Luego contó sobre el juicio oral, al cual recuerda como “la peor semana” de su vida en la cual asegura que intentaron difamarla “en todo momento”. “Unos días antes me citó el fiscal del juicio, quien me hizo unas preguntas muy incómodas, muy específicas de la violación”, cuenta. “Quise presenciar todo el juicio por más que podía no hacerlo. Vi cada testimonio y mi alma se destrozaba un poquito más con cada cosa que escuchaba”.
“Antes de terminar el juicio”, siguió, “nos dimos cuenta de que había un testimonio de mi primo, que jugaba en Independiente, el cual, por arte de magia, desapareció. Encontramos una copia de ese testimonio entre nuestros papeles”. “No sé si se entiende”, remarcó; “el fiscal de la investigación de Avellaneda omitió declaraciones en la causa de las cuales nos dimos cuenta en pleno juicio de que faltaban”.
En octubre de 2018, la Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar a una apelación presentada por los defensores de Zárate, Gonzalo Falco y Joaquín Casabayo, lo que posibilitó que el futbolista no fuera a prisión tras la condena. La decisión de la Sala II de Casación resolvió otorgarle un recurso extraordinario a la defensa de Zárate, para que decidiera la Suprema Corte bonaerense. Eso ocurrió en 2019, pero los abogados del condenado elevaron la discusión al ámbito federal.
En el fallo, los jueces de la Sala II del Tribunal reiteraron su afirmación respecto de que se dictó “una condena sin demostración de la imputación a Zárate” y aludieron a una supuesta “imprecisión y vaguedad” de los hechos.
Tras la condena, Zárate había pedido poder continuar su carrera como futbolista mientras se definiese el proceso y el juez Nicolás Plo fue quien le permitió su salida a un club de Letonia. Pero el 26 de abril de 2018 la Justicia denegó el pedido de la defensa del jugador de fijar domicilio en Europa, por lo que el futbolista regresó al país al poco tiempo y se sumó al plantel del Club Temperley.
Giuliana recordó esas presentaciones ante el tribunal de Casación: “Fui a acompañar a mi abogada por más que no tenía el deber, porque también quería hablar y ver a los ojos a los jueces. La mayoría eran señores mayores. Ese día me enteré de que Alexis Zárate estaba jugando en un país sin extradición en la Argentina. Casación falló a mi favor pero nuevamente apelaron a la Corte, así que debía seguir esperando”.
“El viernes pasado, 3 de julio de 2020, la Corte se expidió no haciendo lugar a ese pedido y el juez del juicio solicitó la detención”, expresó, y recordó lo que sintió al saber la noticia. “Me enteré cuando volvía del trabajo, manejando sola. Empecé a llorar tanto como esa mañana intentando volver a mi casa. Logré llegar a mi casa y se acercó mi familia para contenerme como lo hicieron todos estos años”, contó Giuliana.
Zárate, de 26 años, fue detenido cerca de las 16 en la puerta de su casa, en la localidad de Pineyro, en el partido de Avellaneda, y fue trasladado a una comisaría a la espera de que el Servicio Penitenciario Bonaerense encuentre un cupo en algún penal de la provincia, donde deberá cumplir la pena de seis años y medio de prisión. Previamente a ser alojado en una unidad penitenciaria, por protocolo de seguridad sanitaria, el ex jugador será sometido a un hisopado y, en caso que diera negativo, probablemente vaya a un pabellón evangelista dado que esa es la religión que practica.
“A partir de hoy intentaré sacarme esta mochila tan pesada que cargué todos estos años, para poder continuar con mi vida. Fueron años muy duros. Puse mi cuerpo y mi alma. Si bien muchas veces estuve a punto de caerme, estoy orgullosa de haber llegado hasta el final”, concluyó la joven junto a un mensaje para todas las víctimas de abuso. “De una vez por todas tenemos que terminar con todo tipo de violencia hacia nosotras, loco. No vinimos a este mundo para ser sometidas, calladas, golpeadas, violadas o asesinadas. La sociedad entera debe cambiar, la Justicia debe cambiar radicalmente y protegernos. Nos tienen que proveer de las herramientas para que denunciar no sea un proceso tan desagradable para las víctimas”.
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