El futbolista Alexis Zárate, condenado a seis años y medio de prisión por el delito de violación, fue detenido este viernes. La orden la dio el juez de Lomas de Zamora Nicolás Plo después de que la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires, que en diciembre pasado había ratificado su condena, rechazara ayer jueves un recurso extraordinario presentado por los abogados del jugador para que su caso lo revise la Corte Suprema nacional.
El máximo tribunal provincial desestimó por inadmisible el recurso presentado por los defensores de Zárate, Gonzalo Falco y Joaquín Casabayo, quienes reclamaron que en el caso del jugador acusado se había afectado el principio de inocencia ya que “la palabra de la acusadora valía más que la del acusado”. Durante la tarde del viernes, agentes de la comisaría 2a de Avellaneda de la Policía Bonaerense fueron a buscar a Zárate a su casa de la calle Almirante Cordero, en ese partido. Fue después de que el fiscal Ramiro Varangot elevara al juez el pedido de detención.
La defensa de Zárate había reclamado que “la vaguedad y la imprecisión” del hecho por el que fue condenado el ex Independiente y Temperley restringió su derecho a la defensa. Pero la Suprema Corte bonaerense rechazó los cuestionamientos, como ya lo había hecho cuando confirmó la sentencia. Eso abrió la puerta para definir su camino a prisión, que se concretó poco después.
“El lunes vamos a volver a pedir la detención, hay jurisprudencia para que eso suceda”, había remarcado la abogada de la víctima, Raquel Hermida, a Infobae, cuando se conoció el rechazo de la Corte. Sin embargo, a Zárate le queda una última chance: sus abogados pueden presentar un recurso de queja ante la Corte Suprema de la Nación para que acepte su cuestionamiento. Será con él tras las rejas.
“Más allá de la discusión que puede o no darse respecto a la firmeza del pronunciamiento o el efecto suspensivo que tendría un eventual recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, lo cierto es que han quedado ya agotadas todas las instancias ordinarias y extraordinarias que el procedimiento prevé, dándose así por verificada la existencia del ‘doble conforme’ que la manda constitucional impone”, dice el pedido de detención elevado por el magistrado Plo.
Más allá de lo que haga Hermida, el Tribunal Oral Criminal 1 de Lomas de Zamora, que condenó a Zárate en 2017, podría también ordenar la detención del futbolista, que actualmente vive en la localidad de Sarandí, en el partido de Avellaneda, tiene prohibido salir del país y una restricción perimetral de 500 metros para acercarse a la víctima.
En octubre de 2018, la Cámara Federal de Casación Penal había hecho lugar a una apelación presentada por la defensa Zárate, lo que posibilitó que el futbolista no fuera a prisión tras la condena. La decisión de la Sala II de Casación resolvió otorgarle un recurso extraordinario a la defensa de Zárate, para que decidiera la Suprema Corte bonaerense. Eso ocurrió en 2019, pero los abogados del condenado elevaron la discusión al ámbito federal.
En el fallo, los jueces de la Sala II del Tribunal reiteraron su afirmación respecto de que se dictó “una condena sin demostración de la imputación a Zárate”. “También aludieron, una vez más, a la ‘imprecisión y vaguedad’ de los hechos atribuidos al acusado que existieron y ya desde la pretensión punitiva”, recordó la Casación.
La Sala N° 5 del Tribunal de Casación de la provincia de Buenos Aires había confirmado la sentencia de Alexis Zárate a seis años y seis meses de prisión por violar a un Giuliana Peralta, una joven de 22 años, en 2014.
Cuando fue condenado, en 2017, Zárate había pedido poder continuar su carrera como futbolista mientras se definiese el proceso y el juez Nicolás Plo fue quien le permitió su salida a un club de Estonia. Pero el 26 de abril de 2018 la Justicia denegó el pedido de la defensa del jugador de fijar domicilio en Europa, por lo que el futbolista regresó al país al poco tiempo y se sumó a Temperley.
Ahora será el mismo Plo quien deba definir si ordena la detención del futbolista o espera el destino del posible recurso de queja que presentarán los abogados de Zárate.
El hecho por el que se lo acusó y condenó ocurrió la noche del 16 de marzo de 2014 en un departamento en la localidad de Wilde, en Avellaneda. Peralta tenía 19 años y había ido a un bar de Quilmes con unas amigas, donde se encontrarían con el futbolista de Independiente Martín Benítez, con quien tenía una relación que llevaba dos años.
“Él estaba ahí con Nicolás Pérez y otro amigo, que no conocía. Le decían el cordobés. Una vez lo había visto, pero la verdad es que no lo recordaba”, afirmó Peralta. ”Estuvimos ahí toda la noche con Martín tomando algo. Tomamos champagne, bailamos. Hasta que decidimos irnos juntos. Él me ofrece ir al departamento de ese amigo, que quedaba en Wilde, cerca del lugar del entrenamiento. Al otro día tenía que entrenar”, contó la víctima.
Peralta afirmó que en su momento le pidió a Benítez ir a un hotel alojamiento para tener más privacidad, pero el futbolista se negó, ya que no tenía dinero para pagarlo. “Me dijo que se lo había gastado todo en champagne. Ahí tomé la peor decisión de mi vida. Acepté ir porque quería estar con él”, dijo.
"Antes de que nos durmiéramos, tocaron el timbre. Yo me quedé en el cuarto y él fue abrirles a los amigos. También se escucharon las voces de unas chicas, yo nunca las vi", relató Peralta.
La joven indicó que antes de que ella y Benítez se durmieran, el propio Zárate ingresó a la habitación sin tocar la puerta ni pedir permiso para agarrar el cargador de un teléfono celular. Ella se encontraba en la cama en ropa interior. Al retirarse Zárate, ella le comentó a su novio lo desubicado que le pareció el gesto de ese chico que, hasta el momento, para ella era "el cordobés".
“Ahí nos quedamos dormidos… hasta que yo me despierto porque me estaban abusando. Me estaban abusando y era el amigo de él (se quiebra en llanto)”. Peralta empezó a sentir que alguien la penetraba sin su consentimiento. Incluso escuchó una voz desconocida que le dijo “¿Vos te cuidás?”. “En ese momento, empiezo a gritar, me lo quería sacar de encima”, relató la víctima.
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