Una mujer de 30 años fue detenida en la ciudad bonaerense de San Nicolás, acusada de extorsionar a por lo menos un hombre al que contactó por Facebook, le pidió fotos íntimas y luego, con la ayuda de su pareja, alojada en el penal de Junín, le exigió dinero para no subir esas imágenes a las redes sociales o enviárselas a sus familiares.
A su vez, los dos sospechosos están imputados de cometer otras dos estafas contra personas a las que engañaban telefónicamente para que les depositaran dinero, a cambio de tramitarles el Ingreso Familiar de Emergencia que otorga el Gobierno nacional ante la pandemia por coronavirus.
Además, los investigadores creen que hay más víctimas de estas maniobras y que los dos acusados también contaron con la colaboración de otros cómplices.
“Es un rompe cabezas y estamos juntando muchas piezas”, describió una fuente judicial con acceso a las tres causas que tramitan en la Unidad Funcional de Instrucción 5 del Departamento Judicial Junín, a cargo de Sergio Terrón.
El vocero consultado señaló que la acusada se negó a declarar en su indagatoria ante el fiscal, mientras que su pareja, de 47 años, dio una versión de los hechos en la que intentó desvincularse de los mismos.
Ambos imputados fueron indagados en forma presencial –con los recaudos sanitarios correspondientes- por un hecho de extorsión y dos de estafas, ya que hasta el momento sólo tres víctimas realizaron las denuncias formales correspondientes.
Se trata de una investigación que se inició en marzo pasado y que contó con la colaboración del personal del Delitos Complejos de la Fiscalía General de Junín.
Según las fuentes, las maniobras eran llevadas a cabo por la mujer desde su vivienda de la ciudad de San Nicolás, con directa colaboración de su pareja, quien actualmente purga en prisión una condena por un robo agravado cometido hace cinco años.
Los pesquisas creen que la mujer contactaba a hombres a través de un falso perfil creado en la red social Facebook y practicaba “sexting” con ellos para obtener así imágenes íntimas suyas.
Luego, ella y su pareja, desde prisión, se contactaban con los hombres para exigirles a dinero a cambio de no enviar esas fotos a sus familiares o subirlas a las distintas redes sociales.
Los voceros explicaron que los montos exigidos fueron de entre 30 mil y 150 mil pesos y que los acusados utilizaban una cuenta en del Banco Nación y otra del Banco Provincia para que les depositaran el dinero.
En base a los elementos recabados por los investigadores, el fiscal solicitó esta semana la orden de detención para la acusada, quien fue apresada el martes último por la Policía de Junín en una vivienda situada en la calle Schubert al 1800, de San Nicolás.
En su poder se secuestró una computadora y un teléfono celular, que quedaron en manos de los peritos informáticos para los análisis de rigor, dijeron los informantes.
En tanto, Terrón ordenó allanar también la celda que ocupa la pareja de la mujer en el penal de Junín, donde se incautó otro teléfono celular con el que se cree que realizaba las extorsiones a los damnificados.
“Hay muchos números telefónicos y distintas líneas y chips por analizar”, describió el investigador consultado, quien también sospecha que las maniobras no sólo se desarrollaban en el ámbito de la provincia de Buenos Aires sino también en Córdoba.
“Son delitos muy complejos”, añadió el pesquisa, quien confía que surgirán nuevos elementos con los resultados de los peritajes realizados a los teléfonos celulares y la computadora secuestrados.
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