“Yo no tengo nada; ¡revisame!”, repetía Ceferino Nadal mientras pedía una y otra vez que le devuelvan su teléfono celular. Son la últimas imágenes que lo muestran con vida. El hombre de 43 años estaba siendo retenido contra el suelo por seis efectivos de la Policía de Tucumán, acusado de haber cometido un robo en pleno centro de la capital provincial. Uno de los agentes lo inmovilizó con una rodilla apoyada en la nuca e instantes después se desvaneció, tal como George Floyd, muerto en Minneapolis el mes pasado, en un hecho de brutalidad policial que disparó una ola de protestas contra el racismo en plena pandemia. A Nadal le realizaron maniobras de reanimación y lo trasladaron a un hospital. Finalmente, falleció tras sufrir un paro cardiorrespiratorio.
El caso que ocurrió el miércoles pasado despertó la polémica en Tucumán debido al cruce de versiones sobre la causa de muerte de Nadal, la cual aún no está clara. Es que el informe policial indicó que el hombre perdió la vida como consecuencia de un infarto pero los resultados preliminares de la autopsia habrían revelado que el presunto ladrón fue asfixiado y tenía lesiones en el cuello. La causa está en manos de la fiscal Adriana Giannoni, quien ordenó el relevamiento de cámaras de seguridad de la zona y le tomó declaración a testigos.
Uno de las personas que presenció el operativo, identificado como Ricardo, relató al diario La Gaceta: “Eran dos efectivos los que lo redujeron. Uno de ellos tenía su rodilla en la nuca. El hombre que estaba en el piso le decía ‘me falta el aire, me falta el aire’, pero ellos no lo soltaron. Al parecer, los policías parecían no creerle. En un momento el hombre se quedó callado y se puso blanco. Ahí los efectivos se asustaron y pidieron ayuda. Llegaron los de las motos del 107, lo reanimaron y recién lo llevaron en una ambulancia”.
“A mi criterio se trató de un homicidio. Como mínimo negligencia”, consideró Benito Allende, abogado de la viuda de Nadal, Karina Rodríguez, quien denunció violencia institucional. En diálogo con Infobae, el letrado aseguró que lo que le sucedió a Nadal “no es un hecho aislado”. “Sufrió hostigamiento policial constante. Este año fue detenido en dos o tres ocasiones y le labraron contravenciones. Pero en ninguno de esos hechos ha aparecido el denunciante, ni tampoco el supuesto elemento robado”, reveló Allende.
El 17 de febrero de este año, Rodríguez se presentó en la Oficina de Denuncias y Atención Ciudadana de la Unidad Fiscal de Decisión Temprana, a cargo del fiscal Pedro Gallo, para denunciar que su marido había sido golpeado en la Comisaría N° 1 de San Miguel de Tucumán.
“Fui a verlo, a llevarle ropa para que se cambie y me negaron tres veces. Cuando me entregaron su ropa sucia vi que estaba toda ensangrentada. Yo les decía: ‘No quieren que lo vea porque le pegaron, miren la remera’, y él me escuchó y gritó que le habían pegado. No tengo idea quién estuvo de guardia ayer pero inmediatamente me vine a realizar la denuncia, por lo que solicito que sea revisado por el médico forense”, se lee en la denuncia. El abogado dijo que por el hecho se inició una causa por “apremios ilegales y vejaciones” en la Fiscalía Criminal N° 2.
El ministro de Seguridad de Tucumán, Claudio Maley, contó en los medios que el hombre fallecido tiene antecedentes “con diversos delitos”y que cumplió una condena de 8 años de cárcel. El abogado Allende reconoce que Nadal efectivamente estuvo preso por el delito de robo agravado.
Sin embargo, el antecedente penal poco o nada tiene ver con su violenta muerte. La pareja de Nadal aseguró al medio tucumano Los Primeros: “Estuvo preso hace muchos años y pagó su condena. Y decir que fue un delincuente, creo que es su pasado, no ahora. Porque haya sido un delincuente en la vida pasada, nadie tiene derecho a juzgarlo como si era un delincuente. ¿Acaso no tiene derecho a cambiar?”.
“Lo que hace el ministro es salir a justificar lo injustificable. Hace hincapié en el pasado de la víctima y entonces estigmatiza, forma opinión en la sociedad”, agregó Allende.
Allende definió a Nadal como “carismático y muy querido por los amigos”. El hombre, hincha de Boca, se dedicaba a hacer changas y vivía en el departamento que pertenecía a sus padres ya fallecidos. Su mujer contó que tras salir de la cárcel había hecho un cambio en su vida y se había volcado a la religión. “Nosotros somos evangelistas, concurrimos a la iglesia Vida Abundante”, dijo.
Ella volvió a cuestionar a la policía: “Accionaron muy mal: él (Nadal) dice en una parte del video que le duele el pecho, que le falta el aire, y en ningún momento acudieron a por lo menos darlo vuelta. No tenían que haber sido tan violentos, no tenían que haber esperado a que él se orine para hacer resucitación”.
La semana que viene estarán los resultados definitivos de la autopsia que ayudarán a esclarecer el hecho. Los seis efectivos de la Policía tucumana que participaron del procedimiento fueron identificados. Por el momento, la fiscal no ordenó detenciones. Desde el Ministerio de Seguridad Pública provincial aseguraron que colaborarán con la investigación y que, si se confirma la hipótesis de la fiscal, “serán inflexibles” con los agentes involucrados.
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