En mayo de 2015, cinco años atrás, Katherine Moscoso murió una muerte cruel, aberrante: fue enterrada viva en un médano de Monte Hermoso, su ciudad. La asfixia determinó que la joven murió por una asfixia por sepultamiento, los pulmones llenos de arena.
Abandonada por su madre, con su padre muerto hace años, con un cuadro de retraso madurativo, Katherine vivía en un pequeño monoblock derruído de la ciudad junto a su tía y su abuela, estudiaba en una escuela especial de la zona. Los días de su desaparición y el hallazgo de su cadáver fueron un espiral de violencia: le incendiaron la casa al secretario de Seguridad de la zona. El caos llegó hasta la municipalidad.
Juan Carlos “Canini” González, de 70 años, un pocero de las afueras de Monte Hermoso, acusado en el barrio de proxeneta, de pagar por sexo con chicas del barrio o regentearlas en una choza, fue asesinado a golpes, acusado de ser parte del crimen en medio de un linchamiento que duró una noche entera. Daiana Sánchez, la mejor amiga de Katherine, apodada “Kathy” por su familia, fue la principal sospechosa al comienzo del caso. Se hablaba de celos, de un triángulo amoroso con un joven de la zona. Quedó presa apenas unos días, luego salió. Se descubrió que, igual que Katherine, tenía un retraso madurativo.
La pueblada para matar a “Canini” terminó en condena, siete hombres fueron a prisión tras un juicio celebrado en Bahía Blanca, con jurisdicción sobre Monte Hermoso, en mayo de 2017. Pero, por Katherine, cinco años después, no hay un solo detenido: la causa, según su familia, está frenada. Hoy, su tío Ezequiel, anuncia que comenzará en medio de la pandemia del coronavirus una marcha de 630 kilómetros desde la ciudad bonaerense hasta la Casa Rosada para reclamar justicia frente al presidente Alberto Fernández.
Su marcha comenzó hace al menos dos días.
Ezequiel Moscoso camina junto a un amigo, con una muda de ropa y una carpa, con una bandera con la cara de su nieta, envía videos a las redes sociales desde el camino. No entrarán a ninguna ciudad en el camino debido al aislamiento obligatorio, con el frío del invierno que se acerca. Ezequiel aseguró a La Brújula en Bahía Blanca: ”Nosotros hasta hace cuatro años y medio no teníamos los legajos reservados de la causa, soy querellante junto a mi mamá, en ningún momento nos mostraron la causa”, expresó.
También dijo que luego de reunirse con el Procurador bonaerense, Julio Conte Grand, pudieron “ver en la causa que se contradecían personas, que hubo gente que mintió” y denunciaron “a funcionarios del poder judicial, al ex intendente de Monte Hermoso y a policías”, según reflejó Télam.”Cuando hicimos eso el procurador Conte Grand derivó la causa a Azul porque denunciamos a los fiscales”, agregó el hombre.
Ezequiel habla de cosas aún más macabras: supuestas fiestas sexuales con políticos, organizadas por patovicas. Katherine fue vista con vida por última vez en un boliche de la zona. Su familia cree que fue raptada para una de estas fiestas y que, al negarse, fue asesinada. En 2019, la familia denunció penalmente una serie de amenazas a testigos.
La impunidad en el expediente llegó al Senado provincial. El senador provincial de Juntos por el Cambio, Andrés De Leo, presentó un proyecto para solicitar información sobre el estado del caso. La marcha de Ezequiel, mientras tanto, continúa: su última escala fue en Tres Arroyos, a 150 kilómetros de distancia del punto de partida.
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