Ayer por la tarde, tres menores de edad protagonizaron una persecución particularmente feroz en territorio porteño, en medio del aislamiento obligatorio por el coronavirus.
Comenzó a fines de la tarde de ayer, cuando efectivos de la división Sumarios y Brigadas de Prevención de la Comisaría Comunal 4 de la Policía de la Ciudad realizaban controles sobre la calle Pedro de Mendoza, cerca Caminito, zona de La Boca, observaron un Ford Focus gris con tres tripulantes.“Actitud de merodeo”, marcó la planilla posterior.
Así, los policías se acercaron para identificarlos. Entonces, comenzó la fuga. La carrera, seguida por cámaras domo del Gobierno porteño, continuó por 20 cuadras hasta la esquina de Aráoz de Lamadrid y Vieytes, en donde los sospechosos perdieron el control del auto y chocaron contra otro vehículo estacionado. El frente del Ford Focus quedó totalmente destruido. Sus ocupantes salieron ilesos. Llegaron, incluso, a circular en contramano a gran velocidad en pleno barrio de Barracas, con transeúntes que salían a hacer sus compras.
Así, se registró el auto, que resultó no tener pedido de secuestro. Los policías, según fuentes del caso, les encontraron dos porciones de marihuana tipo “25”, el tamaño usual de compra de hierba paraguaya prensa para los dealers porteños, una manopla de acero y un cuchillo de cocina. Los tripulantes fueron identificados, tenían entre 15 y 16 años. Fueron esposados y trasladados a una seccional. Todos eran oriundos de la zona, con domicilios en Barracas.
Por disposición de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas Nº 29 a cargo de Aníbal Brunet, los tres detenidos por sus edades fueron restituidos a sus padres. El Ford Focus quedó secuestrado. Los menores quedaron imputados por los delitos de infracción a la ley de drogas, portación de arma, atentado y resistencia a la autoridad.
La patente del Focus, curiosamente, no tiene infracciones a su nombre según los registros del GCBA.
A mediados de la semana pasada, la fuerza porteña detuvo en un control en Ayacucho y Las Heras tras otra persecución a un cadete sobre una moto que llevaba otra carga curiosa: 3,2 millones de pesos en una mochila que no pudo explicar o justificar. La moto, por otra parte, circulaba sin patente. Entre las hipótesis, se sospecha que ese lote de efectivo correspondería a una cueva financiera, en paralelo con los más de 35 millones incautados en lo que va del mes en rutas del noroeste argentino, una serie de casos en donde ya interviene la PROCELAC.
El cadete quedó detenido y el dinero fue incautado, en una causa a a cargo del Juzgado Federal N°9 de Luis Rodríguez.
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