El sábado por la noche, en plena cuarentena obligatoria, dos ladrones entraron a la casa de una familia en la localidad platense de Hernández en la zona norte de la capital provincial para llevarse un botín millonario. No lo hicieron por el frente, sino que aprovecharon una ventana trasera que estaba abierta en la casa. Así, se encontraron con la familia que estaba dentro.
Actuaron rápido y se garantizaron que no haya resistencia: ataron al marido y a los hijos con precintos, a la mujer con un cable de velador. Ni siquiera tenían pistolas, quizás habían estudiado la situación de antemano y vieron que sus víctimas estaban literalmente entregadas: sus armas fueron dos destornilladores.
Finalmente, se fueron de la casa ubicada en la zona de 506 bis y 135: se llevaron cinco mil dólares en efectivo -640 mil pesos a cambio blue de cifras recientes-, 50 mil pesos, dos celulares iPhone, una notebook, dos tablets y ropa, según informó Télam.
La investigación del caso está a cargo de la UFI N°17 de la jurisdicción. De acuerdo a los testimonios de las víctimas, los asaltantes tendrían “entre 35 y 40 años” y hablaban “con acento chileno”. Los investigadores intentan determinar su ruta de fuga a través de cámaras de seguridad. En el mismo barrio, a mediados del mes, tres hombres habían sido detenidos por una venta de drogas, con pocos gramos escondidos en su ropa. En simultáneo al robo de los destornilladores, el diario Hoy habla de otro intento de entradera en la zona de Gonnet, no muy lejos de Hernández, con sospechosos que se subieron a los techos. Los vecinos, en pleno Día del Padre, montaron una protesta: “Estamos convocando al titular de la subcomisaría Hernández para que nos dé un apoyo a esta situación. Tenemos contacto con los oficiales, pero cuando ya se cometieron los delitos”, contó una vecina que habló de un hombre en un “Volkswagen Voyage” que atacó cuatro veces en la zona.
El hecho se suma a un clima creciente de robos y crímenes violentos a lo largo de la provincia sin ningún patrón sistemático. La violencia es el único signo los asaltos en zonas como Berazategui y Moreno tienen víctimas como policías fuera de servicio, familias o empresarios, entre asesinatos por presuntos ajustes de cuentas y hombres y mujeres baleados en la calle en robos miserables de pocos pesos o un teléfono. El sábado por la noche, el empresario del vidrio Humberto Cattorini tuvo que esconderse en un cuarto blindado de su casa de Hudson cuando un grupo de asaltantes irrumpió para robarle.
En Tranquera Berzosa, una zona rural de la localidad de Los Hornos, a 10 kilómetros del centro platense, las entraderas se apilan: una pareja de médicos tuvo que abandonar su casa para no regresar luego de que le desvalijaran hasta los útiles escolares de sus hijos. El 16 de mayo pasado a las 15.30, plena liz del día, dos sujetos a punto de pistola y con pasamontañas introdujeron a César Bartola, de 36 años, un empleado administrativo de la Policía Bonaerense, y a su madre, de 57, dentro de su casa. Durante dos horas, los golpearon, los maniataron y los amenazaron con una picana para que les dijeran donde guardaban sus pertenencias de valor.
“Me desvalijaron la casa y después se llevaron todo en mi auto. Tengo una impotencia muy grande”, dijo Bertola a Infobae.
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