“¡Estoy jugado, estoy jugado!”: el grito mortal del joven ladrón que murió a tiros tras intentar apuñalar a un policía

Ocurrió en Berazategui en la tarde del martes. Diego Nicolás Arzamendia habría protagonizado el asalto a un efectivo de la Policía de la Ciudad que le costó la vida a su cómplice el domingo por la noche

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El arma descartada en el
El arma descartada en el robo de Hudson.

El domingo pasado en la localidad de Hudson, zona de Berazategui, Diego Nicolás Arzamendia y su cómplice Augusto Iturralde intentaron robarle a un policía, efectivo de la fuerza porteña. El robo no resultó. Con un tiroteo de once balas, Iturralde, de 25 años, terminó muerto en el pavimento. Arzamendia huyó a pie, descartando un revolver calibre 38 en su fuga entre unas cajas de zapatillas en la vereda.

Hoy por la tarde, según información de la agencia Télam, Arzamendia, de 22 años, oriundo de Berazategui fue muerto por otro policía al que intentó apuñalar en un estado de notable alteración.

El hecho ocurrió el martes por la tarde, cerca de las 16.30, en avenida 14, entre calles 149 y 149, en pleno centro comercial de Berazategui. Todo comenzó cuando un joven, se encontraba con un arma blanca y en un estado alterado. Un oficial de la Policía local intentó identificarlo. El sospechoso comenzó a correr, se vio rodeado por otros efectivos que dieron la voz de alto. El joven, según relatos judiciales, se abalanzó sobre el policía, que tomó su pistola reglamentaria Bersa Pro y disparó dos veces: un impacto fue debajo de la cintura, el otro, a quemarropa, medio metro de distancia. Se investiga si otro de los policías presentes también le disparó.

Hospital Evita Pueblo de Berazategui
Hospital Evita Pueblo de Berazategui

Arzamendia fue trasladado en ambulancia al Hospital Evita Pueblo de Berazategui, donde murió minutos después. “Estaba sacado, como loco”, dijeron testigos. Antes de atacar, habría gritado: “¡Estoy jugado, estoy jugado!”

Iturralde, su cómplice en el robo del domingo, tenía antecedentes por robo y homicidio. La familia de Iturralde tendría un encono con Arzamendia, al haber “dejado tirado” a su cómplice, mientras huyó a pie.

Ambos casos son investigados por la fiscal Silvia Borrone. En ambos, las pericias de la escena del crimen fueron encargados a Gendarmería. En el caso del domingo, el policía fue imputado por homicidio agravado, luego liberado tras comprobarse un intercambio de balas, con casquillos salidos del revolver 38 descartado en la fuga. En el ocurrido el martes, el policía no quedó detenido. Se lo considera, por el momento, un hecho de legítima defensa.

A mediados de mayo, en el mismo partido, Alan Maidana, un joven de 19 años, fue también supuestamente asesinado por otro policía, esta vez un cabo primero de la Federal, en el mismo partido, lo que generó una fuerte indignación en la zona con marchas para reclamar justicia. El fiscal Daniel Ichazo imputó al policía, llamado Germán Bentos, por homicidio agravado. El policía aseguró que se defendía de un presunto intento de robo.

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