El miércoles 3 de junio a la tarde, Martina Farías (16) se fue de su casa ubicada en Bolivia al 1400 en Lanús. Vestía un buzo azul con capucha y unos jeans color bordó, que hacían juego con sus zapatillas. La joven salió a pedir ayuda a los vecinos después de una discusión con su cuidadora: estaba visiblemente golpeada. No era la primera vez que le sucedía algo así. En los últimos meses hubo, por lo menos, dos situaciones similares, donde Martina corrió para escapar de la violencia.
A diferencia de esas otras veces, en esta oportunidad Martina no regresó a su casa. Su cuidadora, la hermana de la madrina de Martina, recién realizó la denuncia dos días más tarde en la Comisaría Primera de Lanús. En el caso intervino la subsecretaría de la Subsecretaría de Género Integración y Niñez del Municipio a cargo de Patricia Beltramino, quien trabaja junto a la fiscal Mariela Bonafine, Titular Especializada en Género de la UFI 4 de Lanús. Por el momento, nadie sabe dónde está la adolescente.
El domingo 14 de junio, alrededor de las 10 de la mañana, la Policía Bonaerense realizó un allanamiento en el domicilio donde residía Martina y detuvo a la hermana de su madrina quien, según testigos, vecinos y la propia adolescente, la maltrataba. La mujer quedó aprehendida y se esperaba su indagatoria para esta tarde.
Según pudo saber Infobae, de acuerdo con la información que aportaron las cámaras de seguridad, la última imagen de Martina es del 3 de junio a las 19 horas. “Se la ve a dos cuadras de su domicilio. El problema es que ese día hubo un apagón generalizado en la zona y, por lo tanto, no quedaron registros de ninguna índole”, aseguró a este medio una de las fuentes de la investigación.
Martina nació en la provincia de Entre Ríos y es hija adoptiva de Verónica Farías, una médica que reside en la ciudad balnearia de Pinamar y que, según constató este medio, hoy estaba viajando de urgencia para Lanús. La joven de 16 años tiene dislexia y es alumna del Colegio del Sur. Vivía con su madrina pero, desde que se decretó el confinamiento, se había mudado a la casa de la hermana de la mujer (su cuidadora), que es un poco más amplia, “para transitar mejor el encierro".
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